A propuesta de Sindel, esta vez la palabra disparadora es VENDAVAL. Dejo mi aporte.
Con fuerza
y de repente
nos llega
súbitamente
el vital impulso
que, quizás
pensábamos
no conseguiríamos
tener.
Bienvenido
sea
entonces
ese vendaval
repentino
que nos
demuestra
que el espíritu
maneja
otras reglas
más allá
de las lógicas
y que por
fortuna puede
con
vientos propicios
casi sin
aviso
hasta una
montaña mover.
Bienvenidos esos vientos que sacuden nuestras almas despertándolas de su letargo.
ResponderEliminarUn beso.
No hay mayor fuerza que la interior.
ResponderEliminarBesos.
¡Bienvenido ese vendaval !
ResponderEliminarMe encantó. Siempre es sanador mover las fuerzas del interior
lo más precioso que tenemos.
Un abrazote.
Vendavales que se lleven lo malo y nos acerquen lo bueno, esos son los que queremos, el mio seguramente llegará el martes, pues llevo un poco de retraso. Un abrazote
ResponderEliminarsin esos arrebatos, sin ese vendaval de sentimientos descontrolados la vida sería gris y monótona. "Relajación" también me ha gustado una vez terminado. Quise hacer en mi modestia un homenaje a Hope y sus mujeres distantes :-)
ResponderEliminarSon esos impulsos que llegan en el momento menos esperado y cuando ya habíamos pensado que los pies estaban clavados en el piso para siempre. Bienvenido sea ese vendaval!
ResponderEliminarUn beso enorme.
Esos vendavales espirituales que mueven montañas nunca falten....
ResponderEliminarFuerte abrazo
Me gusta el enfoque que le has dado, sí, somos más fuertes de lo que pensamos. La fuerza del espíritu mueve montañas.
ResponderEliminarMuchos besos
felicidades, un vendaval lleno de impulsos.
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