Aunque tarde, no quise dejar de participar en la convocatoria que nos propone esta semana Pepe.
DESTINO
Eso
que llamamos destino
es
muchas veces
la excusa perfecta
para entregarnos
simplemente
a la queja
y al conformismo,
a la actitud pasiva
del que se resigna
del que no busca
del que acata todo
sin replantearse
nada en sus días.
La vida no es eso.
Es, en cambio
el camino
que se nos presenta
esperando
ser mejorado
mientras se le recorre.
Es el juego
de interrogantes
que se entretiene
en hacernos
mas interesante
la travesía.
Es
el regalo sorpresa
que nos aguarda
quizás al doblar
en la esquina.
Es el amor inesperado.
La vuelta de tuerca.
El espejo con truco.
La posibilidad
cierta
de arribar a un final
sin tenerlo
antes escrito.
Estoy de acuerdo. Es aceptar la idea del libre albedrío implica aceptar la responsabilidad de los actos y de lo que no se hace. Claro que hay circunstancias que condicionan. Pero el futuro no está escrito y se puede intentar escribirlo. Idea que cierra la trilogía de Volver al futuro.
ResponderEliminarDebemos aceptar la parte del destino del que somos causantes y estar dispuesto a echarle una mano para que mejore, no las culpas. Saltos y brincos
ResponderEliminarQuizá tengas mucha razón que uno se escude en eso para la comodidad, y me gusta mucho como has descrito la vida.
ResponderEliminarAunque yo en realidad pienso que el destino si interviene, aunque no en su totalidad, quizá mitad y mitad... Creo que no todo está en nuestras manos, de hecho se nos escapan muchas cosas que aunque queramos no las podemos cambiar.
Como siempre muy profundo y bonito lo que escribes.
Muchos besos
Las interrogantes para mí no son nada divertidas, pero.... con ellas hay que contar.
ResponderEliminarEfectivamente la vida es camino, vivir cada instante y elegir...Aunque algunas veces no hay posibilidad de elección...y quizá ahí interviene el misterio del destino.
ResponderEliminarMi abrazo madrileño, amiga.
M.Jesús
Buenas tardes, Mónica:
ResponderEliminarComparto lo que afirmas. Muchas veces hago del Destino una escusa para esperar a que los otros hagan por mí lo que yo desatiendo; y en bastantes ocasiones hago del destino la percha sobre la que colgar la responsabilidad de mis actos.
Un abrazo, Mónica.
Muy de acuerdo Neo, uno tiene que asumir las responsabilidades.... y no torturarse asumiendo los costos....
ResponderEliminarQuizá sí haya un destino escrito, quizá no, pero seguro que nosotros afectamos en el resultado.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué bueno, Moni! Qué será el destino, cuál será? Se forjará de nuestros actos o nuestros actos se ajustan a él? Yo creo que se escribe a medida que avanzamos, siempre digo que cada elección que hacemos va formando nuestro camino. Un beso enorme.
ResponderEliminarEs muy dificil saber si el destino lo vamos forzando cada cual con nuestras acciones, o és él que nos fuerza a actuar como lo hacemos. Eso toda una incógnita. Siempre lo ha sido. Un enorme abrazo.
ResponderEliminarYo según el momento pienso una y otra cosa, a veces creo que está escrito y que por más que me empeñe en hacer esto o aquello estoy destinada al fracaso porque así no ha de ser... otras en cambio veo que con esfuerzo y tenacidad puedo dar pasitos hacia donde quiero sin que nada aparezca de la nada a detenerme... supongo que es capricho del destino hacer creer que podemos o no según en que circunstancias nos encontremos... Me gusta pensar justo lo que dices en tu poema, que nada está escrito y que somos nosotros los que escribimos nuestra historia y por lo tanto el final de la misma...
ResponderEliminarMe gustó mucho leerte...
Mil besinos...
¿Sabes una cosa? Tuve la impresión de que estabas frente a mi diciéndome todo eso, cada verso para abrirme los ojos. Tienes razón, el destino es la excusa perfecta para esconder razones.
ResponderEliminarUn abrazo
El destino es el amortiguador de los fatalistas. Estaba escrito, tenía que suceder, era inevitable, no puedo hacer nada... excusas y más excusas para ocultar nuestra falta de voluntad, nuestra apatía y desgana. El destino marca algunas de nuestras lineas maestras como, cuando, donde y en qué entorno nacemos, con qué limitaciones físicas y sociales, por ejemplo, pero otras muchas son consecuencia de nuestra forma de afrontar la vida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Totalmente de acuerdo. Demasiadas evidencias para cuestionar el principio.
ResponderEliminarDirecto y a la razón, como tiene que ser.
Muy bueno. Besos
Buen texto y gran tema. El destino es algo muy literario, pero la creencia del sino hace de la vida un trascurrir muy vacío. No deja de tener un halo pesimista. Saludos. Pablo.
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