Reconozco que no estuve este jueves muy inspirada que digamos, por lo que mi texto puede que resulte demasiado anodino, aunque con una considerable cuota de nostalgia que, espero, gusten compartir.
LA TV Y YO
Mis primeros recuerdos en torno a
la televisión se remontan a mi primera infancia, los domingos, en casa de mis
abuelos. Por aquella época aún no era muy común contar con un aparato de televisión
en cada casa, por lo que sentarme en el suelo con mis primos para ver, por ejemplo
una peli de indios y cowboys, o un programa de desafíos como aquella “Campana
de Cristal” donde la gente se ganaba –si se esmeraba- una cocina a gas o una
licuadora o un ventilador de pie- resultaba sumamente atractivo, casi tanto
como jugar en el altillo.
Más tarde, cuando cumplí cinco
años, mis padres compraron un aparato de
televisión. Recuerdo bien que cuando la trajeron, los chicos de la cuadra se
reunieron alrededor de la camioneta en que lo traían, curiosos y entusiasmados,
ya que resultábamos ser unos de los primeros en tener una de aquellas
maravillas. Por supuesto que la programación no era continuada. La transmisión
comenzaba a eso de las once de la mañana y culminaba a medianoche. Por supuesto
en blanco y negro y retransmitiendo los pocos canales de Buenos Aires. Al poco
tiempo, sí, dos canales locales se sumaron, básicamente como repetidoras, a los
dos o tres que acompañaban al mítico canal 7.
De aquellos primeros años -se
pierde en mi memoria el orden cronológico- recuerdo disfrutar de aquellos
grandes clásicos que nos llegaban “enlatados” desde el norte: La Flecha Rota,
Rin tin tin, Combate, Bonanza, El llanero Solitario, Ruta 66, El Agente de
CIPOL. Viaje al Fondo del Mar, La Familia Robinson, El Show de Lucy, Mi
marciano favorito, El súper Agente 86, Batman, el hoy legendario Viaje a las
Estrellas. En el rubro dibujos animados –qué decir- ni de lejos se pueden
comparar con los de ahora aquellos divertidísimos programas de Tom y Jerry, Bugs
Bunny, Los Picapiedras, Los Supersónicos y los fantásticos clásicos de Disney!
Será que uno los recuerda con la memoria del corazón, pero creo que aquella
técnica de la animación dibujando cuadro por cuadro los hacía mucho más
entrañables que las nuevas series y pelis de ahora, por más avanzadas y dúctiles
que sean las técnicas digitalizadas actuales.
Ya entrada en la adolescencia,
seguía siendo una consumidora empedernida de las series televisivas de aquel entonces,
casi todas en formato de treinta minutos, que resultaba corto para el entusiasmo
que despertaban. Son muchas las que recuerdo: División Miami, Mac Gyver, V Invasión
Extraterrestre, Brigada A. Pero el que creo que verdaderamente hizo historia
fue Kung Fu. Recuerdo que yo lo veía con un cuadernito de notas al lado, para
escribir las grandes sentencias de las enseñanzas que el maestro le iba
impartiendo a Kwai Chang Caine.
En
fin, pertenezco a una generación que se fue formando con la tele, para bien o
para mal, hemos crecido frente a ese aparato tan amigo como tirano, tan
benefactor como diabólico, tan amado como odiado. Y cabe hoy rendirle un
momento de evocación y homenaje.
Yoooo tengo, ud tiene, todos tenemos un televisorrrr ... se acuerda de esa?
ResponderEliminarComo que texto anodino??? Se me vinieron todos los recuerdos (y los años jajaja) encima! Yo amaba a Hijitus "la vechinita dinfrente me tiene locoloto ...! jajaja! Y a los Supersónicos, pensar que todo lo que mostraban (salvo el auto espacial) llegó, que maravilla!
En mi casa era de culto Titanes en el ring, Batman y Los 3 chiflados cuando se tomaba la leche.
Ud siempre tan top! tomando nota de las enseñanzas de KChC guau! Yo lloraba a mares con la Familia Ingalls, a quienes les sucedían las tragedias más truculentas y me copaba con el Zorro (se olvidó de el Zorro! imperdonable!)
Mi dibujo preferido era Los autos locos y la de Patán, Pierre Nodoyuna y el Palomo; y por supuesto el Correcaminos bip bip ... que va a comparar con los cachivaches de ahora!
Somos la generación de la tele, nos guste o no, hemos crecido con la caja boba como un integrante mas de la familia. Es tanta la costumbre que a veces me doy cuenta de que suena como telón de fondo y ni idea de lo que dicen ... en fin.
Me encantó su jueves de nostalgia!
besssosss
El chiste, buenísimo.
ResponderEliminarCasi todos esos programas que comentas, te acompañaron en tu infancia y adolescencia, tambien cruzarón el océano y nos acompañaron aquí. Parece que por aquella época, los programas que se producian circulaban de un país a otro.
Razón llevas en eso de que la tv es un aparato amado y odiado por igual.
Bss.
Los comienzos de la caja tonta fueron iguales en todos sitios.
ResponderEliminarY todos esos recuerdos quedaron tan grabados, en el mejor pasacasette de cada uno: su memoria!
ResponderEliminarCompartimos vivencias y así se disparan cientos de recuerdos!!
besos televisados
Kung Fu, ahora recuerdo que era un ritual escuchar al maestro y aprender de sus enseñanzas. Que lindo!
ResponderEliminarY es cierto cuando vivía en Rosario, la mayor programación venia de Buenos Aires.
Ese aparato en algún momento fue muy deseado tenerlo en casa.
jeje.
Un abrazo.
Un recorrido por la memoria de aquellos primeros años de la tele, has hecho como yo, recordar.
ResponderEliminarMuy parecida la programación.
Un beso.
Que post nostalgico! Yo veia todos esos programas y los que agrega Any. A la distancia parecen mejores que los de ahora pero ojo que tambian habia mucha violencia en el Correcaminos, Tom y Jerry, etc.
ResponderEliminarAhora casi no veo tele, a pesar de que hay miles de canales - y en colores! jaja!
Me acuerdo cuando la programacion empezaba al mediodia y antes estaban esas barras de colores.
Que desilusion melleve cuando anunciaron la llegada de la TV a color. Encendi la nuestra y seguia en blanco y negro. Me mintieron! jaja!
PD: lo comparto en Twitter
ResponderEliminarGracias Ana!...me hizo mucha gracia tu ingenuidad a la hora de esperar la llegada de la tele en colores! ajjajaaj
ResponderEliminarmuchas gracias a todos, chic@s por sumarse con su recuerdos!
=)
No comparto el chiste de Quino, que ha salido en televisión. He visto flautista en televisión.
ResponderEliminarMe gusta tu relato autobiografico y nostalgioso. Recuerdo el fenomeno que fue V Invasión extraterrestre, serie que despertó la desaprobacion de los supuestos expertos en extraterrestres, extraña gente de los medios.
Viaje a las estrellas es la gloria.
Y puedo agregar La Dimension Desconocida, una serie que ha resistido el tiempo en diversas versiones.
¡Qué recuerdos! la primera tele a color, fueron los Reyes y me pareció enorme... con lo cual todo tomo carácter de espectacular para mi y mis amiguitos que subían todos los días después de la merienda a ver los dibus...
ResponderEliminarHa estado estupendo tu recorrido, me has hecho enumerar mentalmente tantas series...
Besos!!
Sí, recuerdo también esos momentos del primer televisor en casa. Y también la tele ha jugado un papel principal en mi vida, aunque --por la edad--, yo sigo más arraigado a la radio, ese maravilloso medio de comunicación que te permite hacer más de una cosa a la vez.
ResponderEliminarUn beso
Salud y república
Coincidimos Neo en la serie, me he visto sentada frente al televisor con mis hermanos viviendo las aventuras del pequeño saltamontes. Lindos recuerdos has traido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues debemos ser de la misma quinta, lo digo por esos dibus y algunas de las series.
ResponderEliminarY bueno, hemos crecido con ella y, a no ser que uno pase el día delante, pues oye, que ratos muy agradables te puede hacer pasar, ¿por qué no?
Un beso
genial, dos veces genial
ResponderEliminarsaludos
Cúantas cosas comunes hemos visto.
ResponderEliminarBuena recopilación de series, de las cuales no recordaba alguna, me ha hecho recordar momentos lejanos. Gracias. Un beso
ResponderEliminarCuantos recuerdos. Jajaja!
ResponderEliminarEstá bueno recordar cuando toda la familia se juntaba frente a la TV. Había series semanales, que se seguían capítulo a capítulo.
Creo que hiciste un raconto simple y abarcativo de lo que significó en su momento.
En casa siempre hubo tele. Pero no se veían todos los canales. Se captaban (mal que bien) dos señales de Maldonado que retransimitían algo de la programación de algún canal de Montevideo. El horario era cortísimo. Tipo 18.00 a 01.00.
Por eso cuando venía a Montevideo, a visitar a mi abuela y sus hermanas, me enganchaba con la TV.
Mi primer recuerdo es "El planeta de los simios". Me acuerdo perfecto de un simio viejo que se arrima a una nave o algo parecido, y sale humo y se muere o no sé que le pasa. Si bien ví las cinco películas originales, nunca agarré de nuevo esa escena. Después daban la serie.
También una película de los confederados, que me gustó porque había unos malandros y uno tenía parche en el ojo.
Y Miguel Strogoff. Una tía abuela me decía. "Le queman los ojos".
y bueno después en mi casa ya se captaban mejor las señales. Recuerdo los dibujitos: el Lagarto Juancho, Tom y Jerry, y el hombre araña. Más adelante, hérase una vez el hombre.
Había pelea porque los chicos queríamos ver el hombre araña y mi vieja la novela, y hacíamos piquete.
Y de las que comentás, me acuerdo clarito de Invasión extraterrestre y Mac Gyver. En invasión extraterrestre quería que mataran al protagonista, jaja.
También recuerdo Alf, de esa época.
Hoy por hoy, y desde hace unos 15 años, casi ni miro tele. Me paspó. los partidos de Nacional, algo de televisión nacional, y canales sobre la naturaleza o cocina y el ISat cuando agarro cable.
Un abrazo
Bonitos recuerdos sobre programas televisivos y sobre la propia televisión cuyo desarrollo ha ido parejo con nuestra evolución personal. Como tú bien destacas, hemos crecido con ella para bien y para mal. Lástima que ese desarrollo esté tomando un sesgo de dirección hacia la vulgaridad y el entontecimiento, como demuestran a diario la mayoría de los programas que constituyen su programación.
ResponderEliminarUn abrazo.
En los inicios todo se vive con la misma emoción y todo está por descubrir a ambos lados de la televisión, por eso era una aventura. Ahora queda de la televión ese chiste que has puesto al final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lamento decirlo, pero nada de ello recuerdo.
ResponderEliminar¿Será por la edad o que nací con el chip incorporado?
Bromas aparte, el texto me ha encantado, Neo. Advierto que todos los recuerdan de una forma muy parecida, sí, tal vez seamos la generación que creció soñaando con la hora de nuestro programa favorito. Pero me pregunto en qué sueña la generación del PC y la nintendo...si es que sueña.
un beso, amiga.
Monica, buenísimo Quino y el otro, borreguil tv, tragaderas anchas, pero...¿qué harían muchos y muchas sin la pantallita de la caja tonta? Uy...ni idea, uy !qué terror de tiempo muerto! uy !qué silencio espeso y soledad y aburrimiento! Nos rellena el cerebro y nos hace creer vivos nos conduce y nos seduce nos indica gastos o nos señala paraisos imposibles.
ResponderEliminarAnte la tv crecimos, somos audiovisuales confesos y a veces, dan alguna peli, algún reportaje, algún debate, documental...escasos, pocos, hay que bucear.
Besito.
Anodino? Será aparentemente. A mí me parece un delicioso relato espolvoreado de emoción.
ResponderEliminarSaludos!
Fantastico recordar las emociones que nos proporcionaba la pantalla cuando la novedad nos asomaba al mundo...ahora hay mas donde elegir pero al final todo se resume en un chiste ¡¡genial!
ResponderEliminarUn beso
Un lindo recorrido por las diferentes etapas de la televisión, aunque para mi antes había programas más jugosos para ver, y ahora son todos de la misma especie.
ResponderEliminarPero cada tanto me pego una vuelta por los canales a ver que hay.
Un besote.
Estupendas ilustraciones. El texto me viene a confirmar como la TV ha sido el elemento de globalización definitivo, seguramente todos los ciudadanos de una franja de edad determinada tenemos ese mismo bloque de recuerdos ¿verdad?
ResponderEliminarAbrazos, Neo.