No quise dejar de participar este jueves, así que sepan disculpar que, a falta de inspiración fresca, traiga la tercera parte de una trilogía que publiqué hace bastante y quizás algunos hayan leído. La historia pertenece a "El círculo del Apocalipsis" y lleva por nombre:
A LAS PUERTAS DEL UNIVERSO
Ante sí, conservando rancio el
aire que fuera fresco alguna vez, se hallaba lo que adivinó era una enorme
biblioteca. Preservada del eco de violencias y tragedias, aquella enorme sala,
subdividida en otras por arcadas curvas que sostenían el techo en magnificencia
aún recordada, parecía estar dispuesta para ella, aguardando desde siempre su
llegada. El relieve de una silueta humana con los brazos extendidos rodeada por
un círculo flameante se destacaba en la parte superior de uno de los muros de
la estancia.
Luego de encender todos los
candelabros que halló a la vista, la mujer se dejó llevar por la emoción de
tener ante sus ojos el que consideró el mayor tesoro que podía imaginar:
ordenados en estanterías, guardados en exhibidores, ubicados en sus
correspondientes anaqueles, por todos los rincones, en cada una de las
numerosas salas fue encontrando más y más testimonios de todo lo que la
humanidad fuera alguna vez y de lo que ella apenas tenía referencias,
capturadas al azar, de boca de algún anciano memorioso que se abandonara al
calor de sus recuerdos.
Nada en toda su vida había
logrado conmoverla tanto. Se hallaban ante sí los registros invaluables de
tantos años ya olvidados, generosos escritos de glorias y sueños pasados,
descripciones de realidades borradas ya de la faz de la tierra, geografías de
antaño, ilustradas crónicas de viajes y aventuras. Un universo fascinante, como
jamás su mente ansiosa se animó imaginar…a su entera disposición!
Alguna caprichosa mediación
desconocida había hecho que sus pensamientos, sus deseos, su espíritu, se
conjugaran para hallar el camino que la condujo hasta allí…frente a aquel único
y colosal tesoro…que, paradójicamente, ella no sabía dilucidar!...Jamás quiso
la suerte que alguno de aquellos pocos ilustrados que quedaban en ese entonces
con vida, se cruzara en su camino para que le enseñara la extraña técnica de trazar
e interpretar líneas de la que los antiguos solían disponer.
Profundamente conmovida por el
inimaginable designio en el que el destino la había colocado, la sufrida mujer
confió una vez más en sus instintos y tomando uno a uno los volúmenes que sabía
no lograría nunca comprender, comenzó a recorrer aquellas magníficas páginas,
algunas plagadas de coloridas ilustraciones, otras con regularidad de signos y
prolijamente encuadernadas. Hasta las más añejas y menos conservadas se dejaban
hojear con sumisión y entrega.
La compleja mezcla de
sensaciones que atravesaban su mente y corazón la fue haciendo caer en un
inusual sopor mientras acariciaba con impotencia y resignación las tapas
magníficamente decoradas de un pequeño libro que encontró guardado dentro de
una caja.
Con el precioso libro entre sus
manos se dejó dominar por el sueño que la fue envolviendo. Recostada en el
mesón que se hallaba en el centro del salón principal de la biblioteca, casi
apoyando la cabeza sobre él, la mujer fue penetrando poco a poco, con
delicadeza inaudita, dentro de la realidad que el libro guardaba.
Se dejó llevar, blandamente…
hacia un bosque frondoso…donde el sol se filtraba cálido y curioso haciendo
dorar con su oro las hojarascas que cubrían el suelo por donde ella iba
pisando.
Lograba sentir la brisa, un
sugestivo aroma a pinos y hierbas fragantes…alcanzaba a ver a los pájaros en
sus nidos…los polluelos temblorosos clamando a sus padres por su alimento…
logró acariciar las flores extrañas y bellas que poblaban el sendero…se
embriagó con el rumor del agua de un arroyo cristalino…se dejó llevar por la
emoción al ver correr un zorro tras una liebre que casi rozó su pie en la
huida…Fue mágico…pero real el andar por esas sendas, contenidas todas dentro de
aquel libro…fue real su alegría, fue intenso y real el palpitar en su pecho al
ver jugar unos niños, felices, agitando sus manos al viento!...
En medio de su ensoñación, sin
haber salido aún de ese limbo, la mujer se preguntaba si el hechizo que estaba
haciendo realidad lo que alguien alguna vez había descripto sería parte del
delirio final de una enferma que, con ingenuidad, buscaba engañarse a sí misma.
Sin quererlo, más bien
esforzándose por no hacerlo, la mujer despertó en medio de un leve resplandor.
Con el libro aún entre sus brazos, acodada sobre el antiguo mesón de la
biblioteca decidió que no debía esperar para comprobar el alcance del mágico
embrujo que de ella se había apoderado.
Tomó otro libro, esta vez uno
más voluminoso, con pequeñas figuras terribles y coloridas decorando los
laterales del escrito…se dejó llevar por la tersura de una bruma irisada y cayó
nuevamente en la magia envolvente…”soy el alfa y la omega”…”el principio y el
fin”…escuchó claramente una voz intacta y primordial pronunciando esas palabras
a la vez que algo que nunca había experimentado le confortaba por dentro… tuvo
esta vez la certeza que el destino le estaba regalando un presente infinito:
por alguna razón que no comprendía –quizás por pura piedad ante su soledad
inmensa – se le estaba dando la facultad de revivir y conocer lo conocido y
vivido por otros muchos, todos seres como ella, que desde épocas inmemoriales,
habían amado, habían construido, habían enunciado, habían descubierto…
Un universo paralelo existía a
través de los testimonios dejados por sus semejantes, preservados en forma
latente, vívida y palpable en cada volumen de aquella biblioteca.
Abrumada por la inmensidad de
aquella maravillosa oportunidad que se le ofrecía llegó a pensar que quizás el
poder que se le estaba otorgando no acabara allí…quizás lo que tenía ante sí no
fuera solo un alimento para su infinita sed de conocimiento o una salida mágica
para su propia realidad truncada. Quizás ante sus ojos tuviera la puerta de
entrada hacia otra dimensión desde donde pudiera advertir a sus pasados
congéneres sobre el final hacia el que se estaban dirigiendo…quizás tuviera la
extraordinaria misión de intentar cambiar el rumbo de lo que terminó en
destrucción…un acceso hacia los márgenes del tiempo enlazados a través de los
testimonios que la humanidad fuera dejándose a sí misma a lo largo de los
siglos…
Conmovida a tal punto que
llegaba a sentir la presencia de su propio espíritu, vertía con emoción las
lágrimas que creía ya no tener… volvió a escoger otro libro al azar…lo abrió,
sin ver, en una página cualquiera y rogó a los dioses que hasta allí la habían
conducido, que le dieran una nueva señal…una constancia certera de lo que le
estaban brindando…
Reposando su cabeza muy cerca de
las páginas amarillentas de aquel otro libro, volvió a caer en el sedado
sortilegio del ensueño revelador…esta vez fue de tintes dorados la niebla que
la envolvía…y lo que alguna vez alguien escribió en forma profética, sintió que
podría llegar a ser realidad a través de ella:
“Después de cada final habrá siempre un nuevo
principio”…
Más relatos entre libros, en lo de Rochie
Linkeada! voy y vuelvo.
ResponderEliminarUna cripta embrujada de palabras, como en una catedral oscura, "el nombre de la Rosa", la biblioteca de Alejandría, un laberinto sin salida, aquel universo oloroso, polvoriento, dibujado, en relieve y plano, la sedujo capturada en sus páginas, así sea, aunque ocurra un cataclismo.
ResponderEliminarDe lleno das en el tema Monica, y me seduce este viaje antíguo, misterioso, inacabable de tus letras como mágicas.
Besito.
Preciosa entrada, amiga. Quizás nuestras historias ya estén escritas en alguna página a la que algún designio no nos permitirá llegar o sí, en una suerte de momento cósmico.
ResponderEliminarMe has hecho pensar en esa escena de Medianoche en París donde el personaje se descubre en las páginas de aquel libro de usados.
ah. He coincidido plenamente con tus palabras referidas al comentario del gaucho. Por demás sabias. Yo había ido a responderle y por duplicado a su blox. No me parece en un día que es de festejo, de comunión, venir a discrepar sin fundamento, y como le dije no haberme dicho siquiera Feliz Cumpleaños.
ResponderEliminarAdemás con todos los que menciono y con las veces que me lo ha repetido en el laberinto, no era neeeesario.
Entiendo que del hallazgo de un libro se puede sacar siempre una analogía con la búsqueda de un arcano, de un secreto, como entrar en un bosque oscuro y plagado de posibilidades. Me gustó mucho el aire del relato, su misteriosa belleza.
ResponderEliminarPues has hecho bien en reeditarlo.
ResponderEliminarcada vez que nace un ser humano, un libro abre su primera página en blanco
ResponderEliminarinteresante, me hizo recordar a algún pastor evangélico de alguna película mediocre de suspenso y terror, donde pretendía señalar que dios le hablaba, cada vez que necesitaba una nueva señal, abría la biblia y con el dedo índice señalaba una línea que leía en voz alta y según lo que decía dependía sus actos sangrientos, descuartizando y mutilando en nombre de dios, si fuera creyente pues logicamente le creería, ya que si dios no hubiese querido que sucedieran todos esos crímenes esas palabras no estuvieran escritas, y muchas palabras de la biblia son atroces, como por ejemplo: Si tu ojo izquierdo te es tentación de pecado, arráncatelo....
ResponderEliminarMe parece un relato precioso, lleno de magia. La magia que somos libros vivientes que en cada paso vamos escribiendo nuestra historia, con la diferencia que no se puede borrar y eso lo hace mas cautivador todavía. En el camino del aprender...
ResponderEliminarUn abrazo Neo.
Libros,historias en las que adentrandose formamos parte de ellas, un laberinto, un renacer continuo.
ResponderEliminarNo lo habia leido Neo, es bueno que lo regresaras.
Un abrazo.
Es precioso, sin más. Pero además, eso de sumergirte en realidades paralelas quizá tenga que ver con la capacidad de tomar consciencia de ellas. Y en este caso veo esos volúmenes como puertas en la consciencia de tu protagonista.
ResponderEliminarUn beso (y muy bueno)
Hola, Neo.
ResponderEliminarHa sido un verdadero lujazo acompañar a tu protagonista por esa conmovedora biblioteca.
Me gustaría tener más datos de esa publicación y de si está al alcance de quien deseee leerla. ¿Puedes darlos?
Un abrazo.
Lupe
Neogeminis, justo cuando pensaba comentar, se cortó la conexión. Por suerte volvió.
ResponderEliminarAl principio, la historia me recordó un capitulo clasico de La Dimension desconocida.
Pero al personaje se le otorga ese poder, envidiable en principio. Pero con cierta desventaja. Yo me enamoraria de Dors Venabili, personaje de Asimov, por ejemplo. Personaje femenino que se supone que muere, luego se da entender que no. La protagonista pudo haberle pasado peor, al vivir tan tragica historia. Pero se enteró de un nuevo comienzo.
Se me olvido comentar que "demiurgo" es un termino borgeano.
En algun momento, la historia me recuerda a Universos de locos, de Frederic Broown. El personaje es un editor de cf en una revista. Inesperadamente es transportado a un mundo paralelo donde esas historias son reales.
Al igual que Natália no pude evitar la referencia de la laberíntica biblioteca de Eco. Excelente historia como nos acostubras. Un abrazo Mónica
ResponderEliminarUn precioso homenaje a los libros.
ResponderEliminarBesos
Has hecho bien en traerlo de nuevo porque yo no lo he leído y es un pasaje precioso, perfecto para el tema que nos ocupa.
ResponderEliminarComo a otros amigos me has recordado esos lugares silenciosos y esos pasillos llenos de volúmenes que a su vez están llenos de historias, inagotables palabras unidas de forma magistral para transportarnos con ellas a esas otras vidas.
Un placer leerte.
Un beso.
mundos paralelos que se unen en la ensoñación, precioso. sensitivo.
ResponderEliminarun abrazo!
Neo, me has recordado la biblioteca de los libros perdidos que menciona Carlos Ruiz Zafón en sus novelas. Sitio escondido, sólo localizable por unos pocos privilegiados que encierra entre sus muros todo el saber del mundo conocido. Tu protagonista se adentra en esa inmensa y misteriosa biblioteca, fuera ya del tiempo de los humanos, para aprehender de forma mágica los conocimientos que encierra y tal vez para regresar al pasado y advertirles que se encaminan hacia su propia aniquilación.
ResponderEliminarMe ha encantado tu enfoque para esta convocatoria juevera.
Un fuerte abrazo.
Me he visto entre papel, entre mis libros que aún son muy pocos, entre estantería eternas llenas de volúmenes.
ResponderEliminarBesotes, que perdido andaba, uff.
Una gran biblioteca, quien no la sueña...el personaje ayuda a pasearse por ella dejandonos...permitièndonos vivir sus emociones.
ResponderEliminarMis saludos
Una historia realemnte preciosa Neo, y magistralmente escrita. Los libros son la puerta del conocimiento y de la sabiduría.
ResponderEliminar"Después de cada final siempre habrá un nuevo principio". Una frase para enmarcar.
Un abrazo
Hermoso, un relato mágico que va mezclando realidades paralelas, que se va poniendo cada vez más interesante hasta el final.
ResponderEliminarTodos tenemos escrito nuestro propio libro de vida, y muchas veces le sumamos realidades ajenas.
Un abrazo.
Sumo tu relato a El aleph de Borges y a una frase que se popularizó aquí hace años: todo está en los libros. Veo en tu relato esa sensación de enciclopedia mágica que tienen los libros, que internet no ha logrado ni parece en camino de lograr.
ResponderEliminarUn abrazo.
El mundo es inmenso, pero el de los libros, mucho más!!! Y en esto nos sumerge tu relato.
ResponderEliminarmuy bueno, vibrante, y con un final que nunca será final, porque siempre sigue un principio.
Un beso. No... mejor dos.
¿Viven los autores en sus letras?. Seguramente sí, porque cada autor sacrifica un poco de su ser para ser un creador.
ResponderEliminarEs un muy buen relato, con una magia que va conformando poco a poco un universo distinto al cotidiano y nos sumerge en la historia con facilidad.
Solo una pega: me resultó un poco lento. Por lo demás, esta genial.
Un abrazo
Muchas gracias por su comentario!
ResponderEliminarEs muy bueno el recorrido... Uno si se deja llevar por las palabras recorre ese laberinto que el escritor se esmero en crear. Un hermoso relato. Un beso!
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