jueves, 5 de abril de 2012

ESTE JUEVES UN RELATO: "Ayy, qué desgraciado que soy!...tengo obras en casa



Su compra fue una verdadera oportunidad. Casa  antigua, amplia, cuatro habitaciones, cocina, dos baños, excelente orientación. Dos balcones al frente y señorial terraza hacia la parte posterior. Un  espacioso terreno prometiendo transformarse en lo que sin dudas alguna vez fue un bello jardín, todo eso coronado con detalles de calidad, tanto en materiales como en diseño. No podíamos resistirnos!

Como es lógico con las casas que han estado tanto tiempo deshabitadas, requería de algunas reparaciones, sobre todo en las cañerías y en algunos sectores del yeso donde la humedad había hecho ciertos estragos. Dado el precio tan conveniente, los gastos extras que devendrían de esos arreglos no significaban un gran desembolso, por lo que la decisión por la compra fue inmediata.

A los pocos días se iniciaron los trabajos, contratando a una empresa de nuestra confianza con gente muy apta en cada especialidad. Nuestra ansiedad por mudarnos lo más rápido posible nos tenía muy inquietos, si bien sabíamos que en cuestiones de albañiles, uno siempre tiene en claro cuándo empieza, pero no cuándo termina.

Los primeros días pudimos notar que si bien la gente mostraba muy buena disposición para comenzar con los trabajos, por uno u otro motivo el inicio de las obras se iba postergando a causa de numerosos “imprevistos”, situación  que hasta nos hizo dudar de la idoneidad de la empresa constructora. A la semana de comprobar que aún no se había avanzado casi nada en los trabajos, ya nuestra preocupación fue in crescendo, por lo que abiertamente le manifestamos al encargado nuestra desazón y disconformidad.

La actitud del hombre –lejos de lo que uno podría suponer- resultó ser franca y sincera, aunque la excusa que nos brindó nos dejó mucho más inquietos de lo que estábamos. Al parecer efectivamente se habían sucedido numerosas situaciones inverosímiles que venían dilatando día a día el inicio de las tareas, todas ellas imposibles de explicar o al menos, sospechosas de ser provocadas con mala intencionalidad.

De buenas a primeras, por ejemplo, las herramientas de los albañiles comenzaron a quebrarse por sus mangos. Una tras otra, al tratar de utilizarlas, se rompían de tal forma que quedaban inservibles. Al segundo día y de improviso, dejó de fluir el agua de toda la casa. Si bien horas antes todo estaba en orden, sin que hubiese existido corte en la red o alguna otra razón que lo justificara, el agua dejó de manar de todas las canillas. Aún el agua que debería estar acumulada en el tanque, desapareció sin más, impidiendo casi en su totalidad los trabajos programados para la jornada. Al día siguiente fue la electricidad la que se interrumpía constantemente. Una y otra vez saltaban los tapones del tablero principal sin que siquiera se hubiera conectado algún aparato.

Luego de esa sucesión inexplicable de desperfectos, comenzaron a ocurrir extraños accidentes que lograron perturbar a más de uno de los trabajadores intervinientes: uno de los carpinteros más avezados perdió un pulgar a causa de una maniobra muy desafortunada, cosa impensada para alguien de su experiencia. Dos peones resultaron malheridos al desprenderse un andamio que acababan de montar. Eso puso muy nerviosos al resto de los albañiles por lo que comenzaron a tejerse ciertas absurdas historias sobre casas encantadas y duendes que gozaban haciendo imposible el trabajo de quienes pretendieran alterar el sitio que habitaban. Otro día resultó ser un episodio tragicómico el que alteró la jornada, pero igual de nefasto a la hora de impedir el avance de las obras: el contenido de toda la colada de enduído cayó –sin que hubiese causa aparente- sobre el trío de yeseros que, luego de observar incrédulos el desastre provocado, decidieron inmediatamente guardar sus bártulos y abandonar la obra en forma definitiva.

Así, por boca del encargado, nos fuimos enterando de todos los increíbles episodios que se fueron sucediendo a lo largo de estos días transcurridos y que, en definitiva han hecho fracasar nuestro intento de remodelar la vieja casa… ventajosa adquisición que ahora, luego de escuchar tan extrañas historias, estamos considerando volver a vender…




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28 comentarios:

  1. Y quizás algunas otras cosas no fueron contadas...
    Un abrazo

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  2. ¡Hay que venderla, ya! que esa casa va a seguir dando muchos problemas :)
    Un abrazo.

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  3. Muy bueno, Mónica... de cine.
    Habrá que sospechar si el posible comprador es el jefe de la constructora, jajaja.

    Sí, como tu dices, hay elementos en común, (normal por otra parte)
    Besos

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  4. El motivo de precio tan asequible ya lo tienes, mejor dejarla pasar a otras manos jejeje.
    Unas reformas de cine de terror.
    Besos.

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  5. Eso se llama pasarle a otro el muerto: yo, honradamente, optaría por negociar con los fantasmas.

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  6. La escena de los tres tipos bañados por el induído es digna de Los tres chiflados ahjajajja!
    Pero! yo venía leyendo y pensando que era una historia real, la historia de su propia casa por ejemplo. No sé que haría en una situación asi, posiblemente vender y huir rauda jajaja, no soy muy valiente, cero onda con los fantasmas.
    Un beso vecina!

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  7. No meto yo un albañil en casa... ni con una pistola en la espalda.

    Saludos y un abrazo.

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  8. por las dudas no lo difundas mucho, será más difícil venderla...shhh....shhh... si se de alguien de aviso

    Me recordó una película muy divertida de cuyo nombre querría acordarme pero no he podido....

    muy buena aportación, Mónica.

    besos y abrazos

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  9. A venderla ya. Está gafada. Es una casa-bruja. Cualquiera sabe qué puede pasar allí. Hay que deshacerse de ella.
    Genial relato.
    Un beso

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  10. Mas que vender, a esa casa hay que "encajetàrsela" a alguien.


    Buen relato.


    Un abrazo.

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  11. Esto parece la película "Esta casa es una ruinaa " Vaya papelón y vaya compra. En fin espero que se pueda vender.
    Un abrazo

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  12. ¿Considerando volver a vender...? Pero ya mismo. Vamos, que ni en foto querría yo una casa así. ¡Poldios!

    Gracias por las sonrisas, a pesar del tema tan embrujado que nos has mostrado.

    Un abrazo.

    Maat

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  13. Me has hecho poner los pelos de punta Neo! Francamente esa casa estaba endemoniada!!!
    De todas maneras, habría que hacerle una especie de exorcismo previo a venderla o... convertirla en escenario para atraer turistas ansiosos de vivir experiencias misteriosas!
    Igual, creo que dado el caso yo hubiera salido corriendo sin siquiera mirar atrás, jaja!
    Muy buen relato como ya nos tienes acostumbrados.
    Besito al vuelo:
    Gaby*

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  14. Con semejante propaganda te costará trabajo deshacerte de ella! pero uissss cuanto fantasma suelto te vendieron a precio de ganga.
    Cierra la puerta y no mires atrás.
    Un beso

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  15. Neogéminis ¿Esa casa no será la de mi Juzgado?...porque cualquier parecido, pura coincidencia...
    Abrazos

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  16. Una casa que venía con una historia callada, que difícil debe ser poder aceptar eso y saber que no se puede hacer más que dejarla.
    Yo me habría ido a las primeras muestras de rarezas surgidas, es que soy un poco miedosa jajaja
    Un abrazo.

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  17. avanzar hacia un lado del que luego hay que retroceder y dejar el lugar para otros... a veces son decisiones dificiles de sostener y es necesario tirarse atrás... :D un relato muy real amiga! un beso!

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  18. Y, que se yo: ristras de ajo, sahumerios, velas encendidas, algo!
    Probaste llamando a los Ghostbusters?

    Mas de una vez fantasee con que pasara algo asi (preferentemente a otro!)No se si fantasmas o que la casa tiene vida propia, como la casa de los Usher en el cuento de Edgar Allan Poe. Por momentos, me acrodaba de este cuento mientras leia tu relato. Al menos tu casa no se derrumbo!

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  19. Publiqué un relato en mi blog hace tiempo con este tema. Y cómo comprendo a quien sufre las obras en casa... o en las del vecino...

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  20. Te sugiero Neo que, dado que está en auge el turismo de aventura, puedes sacarle un enorme provecho como atracción turística. Ofrece sorpresas increibles a aquellos que se atrevan a modificar o intentar restaurar la misma. Seguro que habrá quien pague cifras sustanciosas por vivir experiencias como las que nos narras.
    Un abrazo.

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  21. no y no, que no, que no la vendasssss¡¡¡
    y si la vendes, me quedo con ella. quiero saber de estas casas encantadas,pero de primera mano..
    por otra parte...¿díme cómo demonios es que haces de un tema un tanto insípido, una obra enclucida? quiero sabes cómooooo...
    medio beso, mónica.

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  22. Bueno... Y eso en lo que a Blogger se refiere... Pero y si retomáramos los comentarios de aquellos Spaces... ¿Cuántos años llevamos compartiendo blogosfera?...

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  23. curiosa manera defensiva a ser alterada . Porqué no? Bueno ahora en la familia, un tío mío tiene un lio. En su parcela del campo, tras varios meses de no ir por allí,
    se encuentra que " alguien" está construyéndose una vivienda . Así, como te lo cuento. Ya veremos como termina la cosa

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  24. Yo haría lo mismo, la vendería enseguida, porque es difícil convivir con fantasmas tan determinados.

    Saludos.

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  25. Una casa viva con personalidad propia, quizas las casas tambien deban aceptar a los propietarios para tener una buena armonia, ¿verdad?

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  26. te iba leyendo y me iba acordando de cuando compramos la casa, mira si me salen con lo de que hay fenómenos paranormales la que me hubiera convertido en un fenómeno habría sido yo jajajaj que de hecho algo si me convertí. Vade retro! Obrassssss jajaja
    Un besote NeO

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  27. Estoy con alguna de las sospechas que te han dejado, seguro que la constructora quiso comprarla más barata y fastidiasteis su compra a la baja, jeje.
    Un besote.

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  28. ¡Ay Mónica! habrá que untar al encargado con algo más que dulce de leche para que cierre la boca antes de venderla, ja!, era todo muy bueno para ser verdad
    Te dejo un fuerte abrazo

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