Vencer a los miedos
-quizás-
de entre los aprendizajes
sea el de mayor implicancia.
Conforme van surgiendo
uno experimenta
su gran alcance
e impensado poderío.
Nacen sin aviso
aún cuando peinemos
canas y los sueños
se perfilen definidos.
No es la experiencia
ni remedio ni garantía
para que de raíz un día
podamos extirparlos.
Creo que a medida
que asoma en su sombra
cada miedo muestra
resumido de sí mismo
-como los venenos-
su propio antídoto.
Aprender a elaborarlo
a partir de su propia esencia
resulta entonces
el gran desafío.
Muy bién definido ese miedo que ,en ocasiones,nos paraliza y agota nuestros recursos de poder continuar adelante.
ResponderEliminarUn besote.
sin el miedo, erraríamos mucho más,
ResponderEliminarsaludos, filosófico poema
El miedo nos salva. Sin él, seríamos temerarios y excesivamente arriesgados.
ResponderEliminarVencer el miedo es un maravilloso reto, sí.
Elmiedo es la conciencia de la propia finitud.
ResponderEliminarTodo se reduce a eso.
Cuando lo aceptamos, somos valientes.
Buen escrito.
Un abrazo.
A veces son tan fuertes, que para superarlos hay que ser inconciete.Un abrazo.
ResponderEliminarSon un gran desafió, a veces y según sea que los trae, es una tarea nada fácil. Pero el intento lo vale, aunque muchas veces no resulte.
ResponderEliminarUn abrazo!
el miedo es un mecanismo defensivo que arrastramos de nuestros antepasados. Temer lo inconcreto lo diferente nos ha valido para subsistir como especie. Luego al civilizarnos " deberíamos " haber conseguido dominarle
ResponderEliminarEl miedo bien controlado es una buena defensa para los seres human@s, el problema surge cuando nos puede, suele paralizarnos, y con miedo, no somos capaces de enfrentar el más pequeño tropiezo,soportamos situaciones insostenibles, cuando el miedo invade nuestra vida.
ResponderEliminarBesos y gracias...Por tan bonito poema lleno de realidades.Tambien por tu presencia tan grata en mi Alma.
El miedo también evoluciona. De joven tienes miedo por tí mismo. Ya con la madurez empezas a temer por los que te rodean.
ResponderEliminarUn abrazo
Crear un antídoto a partir de uno mismo... buena y sabia elección, Neo.
ResponderEliminarBella manera de describir nuestros miedos.
Un abrazo.
es difícil encontrar remedio porque el miedo es el que mejor nos conoce... Un beso enooooormeee y sin antídoto jajajaja
ResponderEliminarA medida que avanzamos en la vida, más miedos nos surgen y no se pueden controlar.
ResponderEliminarAbrazos.
Que pena que el miedo consiga destruir tantos sueños, hasta el amor, hay que luchar para que no se apodere y no podamos disfrutar de la vida, de todo lo que nos rodea sin el miedo a nada...
ResponderEliminarBesos
Huummm... esa mirada me resulta familiar.
ResponderEliminarhe luchado contra mis miedos desde que estaba pequeño, le tenía miedo a todo, principalmente a la oscuridad, que no me atrapara, hasta que de pronto simplemente fui atrapado, succionado, arrastrado, mezclado con la oscuridad, que hoy no puedo vivir sin ella, es tan hermosa, cálida, envolvente, misteriosa, mágica...
ResponderEliminartambién le tenía miedo a la soledad, estar solo era lo peor que me podía pasar, buscaba compañía en cada rincón de la casa, hasta tenía pesadillas de estar solo en el mundo, corría desesperado buscando a alguien con quién hablar, hasta que fui comido, devorado, engullido por la soledad, hoy creo que es la mejor parte de estar vivo, que nadie te moleste, que el silencio sea tu mejor amigo, acompañado unicamente de tus propios pensamientos...
creo que los humanos le tenemos miedo a lo que no conocemos, y creo que en el fondo sólo hace falta dar el primer paso y darnos cuenta que no es tan malo, que estabamos equivocados, y mientras tengamos miedo no lo intentaremos, y seguiremos allí esperando a que ocurra un milagro y nos salve... creo que la mayoría de la gente le tiene miedo al mañana y a la muerte, cosas que al final de cuentas siempre vendrá, nadie escapa, pero nuestro miedo es tan grande que preferimos soñar con que nunca llegará, quizás sea tan hermoso como todo lo que nos rodea, quizás no sea tan malo, pero no lo sabremos hasta que crucemos, allí acabará nuestro miedo...
El miedo salvó a nuestros "abuelos" y vencerlos forma parte de nuestro aprendizaje; lástima que algunos de esos temores nunca los superemos.
ResponderEliminarUn besote nada temeroso.