Alfons Mucha, (1860 – 1939)
Artista de origen moravo con gran afición a las mujeres hechiceras, cabellos al viento y vaporosos atavíos. Todo un genio y figura del Art Nouveau. La fama mundial de Mucha tiene su origen en París, donde pintó muchísimos carteles, anuncios y dibujos publicitarios para diferentes eventos teatrales, culturales y públicos. Muy conocidos son, por ejemplo, sus carteles sobre las actuaciones teatrales de la famosa actriz francesa, Sarah Bernhardt. En el período final de su vida realiza obras totalmente distintas al estilo que realiza en su etapa más famosa.
No voy a tomar aquí una de sus fantásticas y floridas obras, tan llena de colores y alegorías de la vida. Voy a dedicarme, en cambio a un cuadro de este pintor que llamó mi atención precisamente por ser muy distinto a los que más se han difundido de su obra.
Noche de invierno 1920
Ruedan lágrimas
sin sollozos
por ese rostro
sin tiempo y sin rencor.
Tan sólo lleva
la resignación como manto
hecho de angustia
y de dolor.
Los gritos
los pone el silencio,
ese que ahoga
su voz interior.
De repente
ha muerto su hijo.
Se ha quedado
Genial Neo, has interpretado el cuadro con un gran sentimiento, dudo que la interpretación sea otra, fijo, que tú poema ha dado en el clavo, seguro que era lo que pensaba cuando pincelaba tan bella obra.
ResponderEliminarPetons y gracias
El eterno sufrir femenino, silencioso pero permanente y cotidiano.
ResponderEliminarMe encantó el poema, tierno y duro.
No conocia este autor y esta imagen de mujer interiorizando sus sentimientos.
ResponderEliminarGracias por la aportación.
Mónica, esta acuarela de Mucha sale, como dices, de sus características obras "decó", estilizadas muchachas, carteles...
ResponderEliminarTiene una intensidad dramática, en el rostro de la mujer, y luego esa coloración en tonos granates y delicadas pinceladas blancas, envuelven el sentimiento y lo hacen único, la mirada se nos va a la cara. Fondo exquisito, difuso.
Acompañas esta obra sensible con un poema que nos adentra en el sufrimiento, callado indescriptible de una mujer en su instante interno e íntimo.
Me sumo mañana a Tésalo, buena propuesta.
Hola, ola de mar..
ResponderEliminarLa verdad es que el relato es desgarrador. Lo asocio con el mundo arabe, las guerras, la resignación como dices.
Gracias por darmelo a conocer
Un beso, del Aire
Helado hasta el sol... Realmente estupendo...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Desconocía al autor. Tremendo el dramatismo que ha perfilado y que tan bien has descrito tú.
ResponderEliminarBesos.
Salud y República
No es su estilo pero aún así se aprecia la calidad del dibujo debajo del dramatismo del cuadro.
ResponderEliminarUn beso
hola Mónica. He tenido la suerte de ver casi en solitario ( por lo inusual de la hora en que la vi) una mágnífica y grandiosa exposicion de Mucha y Gustav Klimt, que Mafre hizo en Madrid, con unos magníficos audiovisuales y una generosa exposición de sus obras. Quedé impresionado por su obra, por las dimensiones de tus telas y el realismo modernista que impregna su obra. Aún ahora recordándole se me pone el vello de punta..Mucha impacta en directo tanto que es de los pocos pintores que dejaron una huella perenne en mi
ResponderEliminarque helado queda el corazón, entonces.
ResponderEliminarRealmente refleja ese dolor intenso que puede llegar a sentir en este caso una mujer.
ResponderEliminarEl poema junto con la imagen resulta desgarrador.
Un abrazo Neo.
Si, la pintura impacta con el dolor y la poesía lo acompaña muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo!
HOLA NEOOOOO,DE NUEVO YO POR ACA DISFRUTANDO DE ESTE POEMA CON MUCHO SENTIMIENTO, COMO YA NOS TIENES ACOSTUMBRADOS.
ResponderEliminarUN BESOTEEEEEEEE
!Vaya, el poema deja sin aliento!... efectivamente Neo, si miras a la mujer de ese cuadro, sin duda sientes tus versos, desde luego lo has clavao... !Si Mucha levantara la cabeza, segurisimo te felicitaba efusivamente, vaya que sí, estoy segura!.
ResponderEliminarEste cuadro sobrecoge ¿verdad?, y me ha sorprendido que sea de Mucha, porque yo lo hacía solo cartelista... hay un cartel muy famoso de él y muy bonito de la Dama de las Camelias, nada que ver con este cuadro, nada.
Me ha encantao tu poema, Neo, y que escogieras este cuadro impactante y no un cartel de teatro, por ejemplo.
Y hablando de otra cosa: no puedo publicar comentarios en Lady, no me deja el blogger o el google o una mano negra saboteadora, que ya no sé que pasa, porque es que ni en mi propio blog puedo publicar comentarios... cuando en el blog (en el mío) escribo el comentario y le doy a "publicar comentarios", el blog me manda a la cuenta de google, allí pongo mis datos, y cuando otra vez estoy en el comentario y le doy a publicar, otra vez me manda a la cuenta del google, y así sucesivamente una y ota vez, sin solución !desesperaita estoy, fíjate!, y así llevo ya cuatro días, pero es que lo más increible del tema, es que en algunos blogs de amig@s sí que puedo publicar comentarios, no en todos, pero en algunos sí que me deja !y en el mío no, ¿no es como para matar al blogger?!, o, a lo mejor soy yo -que ya no sé que pensar-, porfa Neo ¿qué tengo que hacer para poder publicar comentarios en mi propio blog?, ¿soy yo que no le doy a alguna teclita o algo, o es el servidor, el sistema, el blogger, o la mano negra saboteadora?... una ayudita te pido, por fa.
Millonazos de besitos gordotes, y también millonazos de gracias
Hay una imagen que recogí en Grecia que representa el mismo dolor. Es una chica que aprieta contra su corazón la fotografía de alguien que ha fallecido, no se ve el rostro de la foto pero las lágrimas no llegan a salir, tal es el sufrimiento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bien interpretada esa sinfonía de dolor.
ResponderEliminarUsualmente se sostiene que la melancolía no tiene objetos de duelo. Ahora es posible pensar que todo lo convierte el duelo hasta el punto que el desplazamiento del evento (el hijo muerto) de causa a ser otro efecto habla de un dolor tan inexpresable que solo puede ser descrito como el más frio de los astros. No era un sol negro sino un témpano.
ResponderEliminarSaludos desde la Olla
Creo que nadie lo hubiese podido definir mejor que tú.Mucho sentimiento en tus palabras.
ResponderEliminarCuídate mucho.
besos.
Me encanta Mucha, también muy bueno el poema, con esa dosis de aspereza. Cordiales saludos desde ArteTorreherberos.
ResponderEliminarBellísimos y elocuentes versos que habrían hecho las delicias del mismísimo Maxim Gorki.
ResponderEliminarExcelente entrada, Neogéminis. Valió la pena volver por aquí.Eres arquitecta, y arquitecta de la palabra.
Mi más cordial saludo desde Andalucía.
Nos traes a tu blog hermosa cultura adornada de las palabras más sentidas. Gracias por seguir existiendo Neo, y por demostrarlo siempre que puedes a través de nuestros blogs.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, que se te quiere mucho!!
Manu UC.
Hola, Mónica.
ResponderEliminarPues sí que es diferente esta obra de la más conocida de Mucha, con sus bellas jóvenes y sus floridos y vegetales fondos. No sé si la hubiera reconocido...
Triste belleza la que emana de tus versos. Creo que no puede haber mayor dolor en este mundo que la de una madre al perder a su hijo.
Un fuerte abrazo!
Lidia
Impresionante el cuadro y tu poema que tan bien describe el dolor de esa madre. Insuperable, amiga.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maravilloso tu talento Mónica para transformar una pintura en palabras. Si no viera ese rostro, lo imaginaría a la perfección a través de tu poema!
ResponderEliminarUn abrazo ((:))
Le has puesto letra al cuadro divinamente, eres una virtuosa.
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