A LAS PUERTAS DEL UNIVERSO
Ante sí, conservando rancio el aire que fuera fresco alguna vez, se hallaba lo que adivinó era una enorme biblioteca. Preservada del eco de violencias y tragedias, aquella enorme sala, subdividida en otras por arcadas curvas que sostenían el techo en magnificencia aún recordada, parecía estar dispuesta para ella, aguardando desde siempre su llegada. El relieve de una silueta humana con los brazos extendidos rodeada por un círculo flameante se destacaba en la parte superior de uno de los muros de la estancia.
Luego de encender todos los candelabros que halló a la vista, la mujer se dejó llevar por la emoción de tener ante sus ojos el que consideró el mayor tesoro que podía imaginar: ordenados en estanterías, guardados en exhibidores, ubicados en sus correspondientes anaqueles, por todos los rincones, en cada una de las numerosas salas fue encontrando más y más testimonios de todo lo que la humanidad fuera alguna vez y de lo que ella apenas tenía referencias, capturadas al azar, de boca de algún anciano memorioso que se abandonara al calor de sus recuerdos.
Nada en toda su vida había logrado conmoverla tanto. Se hallaban ante sí los registros invaluables de tantos años ya olvidados, generosos escritos de glorias y sueños pasados, descripciones de realidades borradas ya de la faz de la tierra, geografías de antaño, ilustradas crónicas de viajes y aventuras. Un universo fascinante, como jamás su mente ansiosa se animó imaginar…a su entera disposición!
Alguna caprichosa mediación desconocida había hecho que sus pensamientos, sus deseos, su espíritu, se conjugaran para hallar el camino que la condujo hasta allí…frente a aquel único y colosal tesoro…que, paradójicamente, ella no sabía dilucidar!...Jamás quiso la suerte que alguno de aquellos pocos ilustrados que quedaban en ese entonces con vida, se cruzara en su camino para que le enseñara la extraña técnica de trazar e interpretar líneas de la que los antiguos solían disponer.
Profundamente conmovida por el inimaginable designio en el que el destino la había colocado, la sufrida mujer confió una vez más en sus instintos y tomando uno a uno los volúmenes que sabía no lograría nunca comprender, comenzó a recorrer aquellas magníficas páginas, algunas plagadas de coloridas ilustraciones, otras con regularidad de signos y prolijamente encuadernadas. Hasta las más añejas y menos conservadas se dejaban hojear con sumisión y entrega.
La compleja mezcla de sensaciones que atravesaban su mente y corazón la fue haciendo caer en un inusual sopor mientras acariciaba con impotencia y resignación las tapas magníficamente decoradas de un pequeño libro que encontró guardado dentro de una caja.
Con el precioso libro entre sus manos se dejó dominar por el sueño que la fue envolviendo. Recostada en el mesón que se hallaba en el centro del salón principal de la biblioteca, casi apoyando la cabeza sobre él, la mujer fue penetrando poco a poco, con delicadeza inaudita, dentro de la realidad que el libro guardaba.
Se dejó llevar, blandamente… hacia un bosque frondoso…donde el sol se filtraba cálido y curioso haciendo dorar con su oro las hojarascas que cubrían el suelo por donde ella iba pisando.
Lograba sentir la brisa, un sugestivo aroma a pinos y hierbas fragantes…alcanzaba a ver a los pájaros en sus nidos…los polluelos temblorosos clamando a sus padres por su alimento… logró acariciar las flores extrañas y bellas que poblaban el sendero…se embriagó con el rumor del agua de un arroyo cristalino…se dejó llevar por la emoción al ver correr un zorro tras una liebre que casi rozó su pie en la huida…Fue mágico…pero real el andar por esas sendas, contenidas todas dentro de aquel libro…fue real su alegría, fue intenso y real el palpitar en su pecho al ver jugar unos niños, felices, agitando sus manos al viento!...
En medio de su ensoñación, sin haber salido aún de ese limbo, la mujer se preguntaba si el hechizo que estaba haciendo realidad lo que alguien alguna vez había descripto sería parte del delirio final de una enferma que, con ingenuidad, buscaba engañarse a sí misma.
Sin quererlo, más bien esforzándose por no hacerlo, la mujer despertó en medio de un leve resplandor. Con el libro aún entre sus brazos, acodada sobre el antiguo mesón de la biblioteca decidió que no debía esperar para comprobar el alcance del mágico embrujo que de ella se había apoderado.
Tomó otro libro, esta vez uno más voluminoso, con pequeñas figuras terribles y coloridas decorando los laterales del escrito…se dejó llevar por la tersura de una bruma irisada y cayó nuevamente en la magia envolvente…”soy el alfa y la omega”…”el principio y el fin”…escuchó claramente una voz intacta y primordial pronunciando esas palabras a la vez que algo que nunca había experimentado le confortaba por dentro… tuvo esta vez la certeza que el destino le estaba regalando un presente infinito: por alguna razón que no comprendía –quizás por pura piedad ante su soledad inmensa – se le estaba dando la facultad de revivir y conocer lo conocido y vivido por otros muchos, todos seres como ella, que desde épocas inmemoriales, habían amado, habían construido, habían enunciado, habían descubierto…
Un universo paralelo existía a través de los testimonios dejados por sus semejantes, preservados en forma latente, vívida y palpable en cada volumen de aquella biblioteca.
Abrumada por la inmensidad de aquella maravillosa oportunidad que se le ofrecía llegó a pensar que quizás el poder que se le estaba otorgando no acabara allí…quizás lo que tenía ante sí no fuera solo un alimento para su infinita sed de conocimiento o una salida mágica para su propia realidad truncada. Quizás ante sus ojos tuviera la puerta de entrada hacia otra dimensión desde donde pudiera advertir a sus pasados congéneres sobre el final hacia el que se estaban dirigiendo…quizás tuviera la extraordinaria misión de intentar cambiar el rumbo de lo que terminó en destrucción…un acceso hacia los márgenes del tiempo enlazados a través de los testimonios que la humanidad fuera dejándose a sí misma a lo largo de los siglos…
Conmovida a tal punto que llegaba a sentir la presencia de su propio espíritu, vertía con emoción las lágrimas que creía ya no tener… volvió a escoger otro libro al azar…lo abrió, sin ver, en una página cualquiera y rogó a los dioses que hasta allí la habían conducido, que le dieran una nueva señal…una constancia certera de lo que le estaban brindando…
Reposando su cabeza muy cerca de las páginas amarillentas de aquel otro libro, volvió a caer en el sedado sortilegio del ensueño revelador…esta vez fue de tintes dorados la niebla que la envolvía…y lo que alguna vez alguien escribió en forma profética, sintió que podría llegar a ser realidad a través de ella:
“Después de cada final habrá siempre un nuevo principio”…
(fin)
En la soledad hay dos compañías insustituibles: los signos y los sonidos.
ResponderEliminarEl libro es uno de los caminos por los que abrazamos el tiempo, que la humanidad ha vivido.
Yo tengo algunos rescatados de las ruinas de la que fue, pequeña escuela de mi aldea y son casi un tesoro.
Un fuerte abrazo Mónica.
¡Que bello relato! Reconozco que me ha impactado. Todo final tiene un principio. No siempre es así, pero muchas veces se produce. Para que algo empiece tiene que acabar lo anterior.
ResponderEliminarEs un relato triste, fantasmagórico, elegiaco, pero lleno de esperanza y de renovación. Su secreto cósmico y su pretendido fin teleológico me han recordado al maestro Borges. Y no exagero.
Un beso.
Salud y República
En efecto, todo final tiene un principio dentro. He podido leer todo el texto ahora. Enhorabuena.
ResponderEliminarHermoso!
ResponderEliminarY sencillamente por suerte ante un final siempre hay un buen principio, la vida espiralada.
Que buen relato Neo.
Un abrazo y buena semana.
Repito lo dicho en los otros capítulos. Eres una magnífica narradora. Me ha encantado todo el relato y genial su parte final.
ResponderEliminarEspero ansiosa próximos relatos. Gracias por compartirlos
Un beso
Muy bueno, sobre todo el final. Te imaginas que el tiempo se parase cada vez que algo termina? Sería terrible!
ResponderEliminarBesos. De veras, bravo.
Un millón de besos y ...gracias.
ResponderEliminarMorgana
Madre mía Moni, que pedazo de relato¡¡ Adictivo desde la primera palabra hasta la última. Que facilidad tienes para convertir las letras en imágenes y además, con un vocabulario tan exquisito como el que nos tienes acostumbrados. Esta historia tiene todos los ingredientes para convertirla en una buena novela. Si te soy sincero, los tres capítulos me saben a poco y pagaría para poder continuar con ella por lo menos una semanita más, jeje
ResponderEliminarBueno, que me ha gustado muchísimo, aparte de tratar temas que me apasionan como son los del apocalipsis, los libros y los sueños. ¿Se puede pedir más? jeje
Y sobre el final ya no te digo nada, lo has bordado.
Mis aplausos una vez más.
Abrazos
Muchísimas gracias chicos!!...a todos, por sus amabilísimas palabras!...me alegra que les haya gustado.
ResponderEliminarUn abrazo y otra vez, gracias por su tiempo y comentarios!
Nos seguimos "viendo"!
Estupendo relato!
ResponderEliminarMe uno a RGAlmazán y a Pedro Ojeda.
Besos.
Admito que cuando publicas una entrada en partes, prefiero no leerlas hasta que están todas juntas y hacerlo de corrido, para no perderme nada de la esencia de cada palabra, de cada matiz y así también no verme influenciado por el día que la lea.
ResponderEliminarYo si pienso que el tiempo se para un poco cuando algo se acaba, los compañeros de la escuela los recuerdas con pelo (a los chicos, jeje), los amores perdidos son perfectos mientras en tu memoria no crecen y no cambian, en fin.
Muy hermoso Neo, como siempre, eres un placer para mis ojos y mi "celebro".
Un fuerte beso y hermosa semana.
Precioso relato. También yo, a veces solamente miro las ilustraciones y me ayudan a meterme en los libros.
ResponderEliminarY sí, pienso como Rafa y Carmen.
(En España decimos descripción y descriptivo, pero "descrito", es decir, por comodidad, en la palabra más usada, suprimimos la p intermedia.).
Me gusta cómo nos haces sentir parte del relato. Eres una fantástica cuenta cuentos.
ResponderEliminarBesos, guapa.
!AY que bonito!, qué final más inesperado... !anda que yo iba fina, figurate que te dije en el comentario de la segunda parte, que a ver si se encontraba tras el aldabón a otras personas para que no fuera ella la última superviviente!... el giro que da la historia en esta parte final es infinitamente más bonito, infinitamente más mágico, infinitamente más envolvente y cautivador, y desde luego, infinitamente más hermoso, Neo.
ResponderEliminar!Esa biblioteca maravillosa: todo un tesoro, cierto!.
Terminar con "después de cada final habrá siempre un nuevo principio" es una gran genialidad: !chapeau!, !genialísimo!. Me ha encantao... qué relato más bonito, que comienza con la angustía de la desolación y termina con la magia y la esperanza.
ME HA ENCANTAO.
Un besote, ya sabes, de esos la mar de gordos
¡Qué bella historia!
ResponderEliminarEs interesante que con los instintos ella logre "leer", como si al fin y al cabo eso no fuera parte de una cultura ajena a nuestra animalidad, sino todo lo contrario.
Me agradan las nuevas esperanzas, la humanidad sobre la sociedad...
¡Un grandísimo abrazo!
Que viaje Mónica, que poco me ha costado sentirme esa superviviente, sentir su mismo dolor, su misma inquietud, dejarme llevar por la inspiración de esos libros, de tus palabras. Un relato triste, apocalíptico pero lleno de esperanza, de sueños cumplidos... Me ha gustado muchísimo. También pagaría por poder seguir esta historia que me ha dejado atrapada hasta el final.
ResponderEliminarSabes pensaba que cuando la razón y la experiencia ya no son suficientes solo cabe entregarse a la intuición, el corazón, lo misterioso donde todo es posible. Nuestra lección pendiente.
Gracias por compartir este fantástico relato con nosotros...
Un besote enorme!
Es un placer enorme sentirme tan bien acompañada en estos viajes donde me dejo llevar por la imaginación!
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos por cada palabra que me regalan.
Besotes enormes!
Muy bueno Moni!! la mujer recrea y crea, rescata a la humanidad a través de la magia (se me ocurre que es algo mágico), el principio de una nueva chance ... Un beso, y felicitaciones por la trilogía!!
ResponderEliminarNeo... la biblioteca es un bello símbolo de la grandeza de nuestra humanidad en medio de la destrucción y el error humano... el signo de la esperanza, las claves para ese nuevo comienzo... el texto completo es, en definitiva, un gran símbolo de esas dos fuerzas que nos habitan: cosmos y caos, creación y destrucción.
ResponderEliminarSaludos cariñosos para ti
(¿no se ha logrado dilucidar el autor de la escultura?)