Capítulo 1: AJUSTICIAMIENTO PERFECTO Cuando cerró por fin la puerta de su habitación sintió que la sangre bombeando en sus sienes comenzaba a provocarle fuertes dolores de cabeza. Los latidos de su corazón parecían alentar un galope de caballos desbocados y la sequedad de su boca llegaba a hacerle sentir la lengua pegada al paladar. Bebió ávido lo primero que encontró en aquel cuarto, tan inhóspito como sus recuerdos. Llenó una y otra vez el vaso hasta el tope con el whisky barato que había comprado el día anterior en un boliche de los arrabales del puerto. Desde hacía más de un mes se había mudado a ese hotelucho de cuarta y desde allí intentaba ser menos que una sombra para pasar lo más desapercibido posible. Era parte fundamental para el éxito de sus planes que nadie supiera su verdadera identidad ni pusiera atención a sus movimientos. Había preparado con mucha antelación cada detalle de la intrincada trama de la que sería su venganza y cuya conclusión, acababa de concretar. Siempre pensó que cuando llegara el momento crucial, algo de los escrúpulos sobrevivientes de lo que fuera su vieja vida podría impedir que llevara a cabo su ansiado desquite. Movido acaso por la compasión humana o algún resabio de la moralina mamada en sus años de infancia, temía no tener, llegado el momento, el coraje y la frialdad necesaria para llevar a cabo lo que durante sus eternas noches de internación forzada e inacabable calvario elucubró con meritorio celo. Por suerte y para la satisfacción de su denostado ego, no fue así. Llegado el punto en que viera su propio reflejo en los ojos aterrados de aquel inmundo ser que alguna vez le destruyera el alma y las entrañas, nada de compasión detuvo o hizo titubear siquiera el puñal verdugo mientras se hundía, una y otra vez, en el pecho flácido y encanecido de su antiguo tutor. Tampoco ahora, aliviados ya su ansiedad y miedos, algún rastro de arrepentimiento se hacía presente para disminuir el placer dulce que sobreviene a la venganza. Si bien sabía que nunca podría borrar ni cicatrizar lo sufrido, la sensación íntima de satisfacción al haber logrado consumar su tan premeditado desquite con quien fuera su más temible fantasma, lograba por fin compensar en algo su perenne angustia existencial. Ya más calmo, recuperándose de la lógica agitación que cualquier momento culminante provoca, su naturaleza racional se iba abriendo paso poco a poco entre las nubes de la complacencia y la sed de venganza ya apaciguada. Consideró imprescindible no dejarse tentar aún por el placentero paladeo de la victoria. Era muy conciente que quedaban pendientes los últimos detalles de su plan de fuga, meticulosamente estudiados durante meses de fría meditación. Sin más dilaciones procedió a juntar sus pocas pertenencias, saldar la cuenta del hotel y dirigirse, como usualmente lo venía haciendo, hacia su rutina de aparente soledad y agobio en los bares del muelle. Nadie notó nada especial en su rostro. Ningún nerviosismo, tampoco excesiva tranquilidad. Tan sólo se dejó llevar por el ya ensayado rito de dilución en aquella apática masa de mortales que dejaban pasar su tiempo frente a una botella de alcohol. Nadie podía sospechar que por sus adentros, algo parecido a la felicidad pretendía iluminar los rincones de sus espesas telarañas. Debió contenerse para que su rostro no lo traicionara trasuntando algún rictus de gozo delator. Sin prisa pero sin pausa iba verificando mentalmente una y otra vez cada uno de los pasos previos y posteriores a la consumación de su venganza, arribando invariablemente a la tranquilizadora conclusión que todo había salido tal cual lo previera. Sin complicaciones. Sin que quedaran rastros que pudieran relacionarlo con el final sangriento de aquel desgraciado. Mirando de reojo su reloj, disimulando lo que en realidad era una gran impaciencia, dejó pasar las horas que oportunamente había estimado como prudentes para ponerse, por fin, en rumbo hacia el que sería su definitivo exilio.
(continuará)
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Espero impaciente ese continuará!! Neo, te ha quedado fantástico, es un placer venir a visitarte
ResponderEliminarbesos y abrazos desde el otro lado del charco
Sara
Genial, tengo un chocolate caliente delante y has conseguido que se me relaje la mandíbula de abajo (casi parecía tonta).
ResponderEliminarSigue con el relato porque yo espero.... espero..... espero.... espero.....
Besitos, Mónica.
Bueno... esto se presta para generar impaciencia! Como siempre nos sabes atrapar con tus relatos Neo... Creo que quien planifica una venganza, debe llevar un odio fermentado en sus entrañas tal, que más impaciente que yo, por saber cómo continuará la historia. Cada minuto, cada situación, cada detalle... ayyyy! ya me tienes totalmente atrapada!
ResponderEliminarBesitos Neo. Ya vendré por más...
Gaby*
Intriga, suspense, estupendo aunque tenga que esperar.
ResponderEliminarYa veremos si todo sale como lo tenía planeado.
Abrazos Neo.
Hola Moni!!
ResponderEliminarComo dice Enrique Bunbury, en una canción de Héroes del Silencio: "La venganza es un trasto tan inútil"...
Aunque algunos disfruten el hacer daño...
Besos!!
RoB
Aquí estaré para la segunda parte.
ResponderEliminarVas derechito al infierno... andá a cagar.. te pregunto de verdad.. hay alguien que lee estas pelotudeces???
ResponderEliminarAy Neo, hay un continuará... como yo he puesto en mi entrada (la mia, solo a dos partes, a mí, me cuesta ésto de hacer continuidades), ¿y sabes? te he contestado a tu comentario dandote las gracias por tus palabras, máxime por venir de vos, maestra de los relatos a tres partes... aunque la verdad, no se si éste tendrá tres partes, o cuatro, o más o menos... lo que sí que es cierto es que eres una maestra en esto de relatar por capítulos Neo. Este me gusta: la venganza, un tema muy dificil de tratar creo yo, pero, estoy segura de que nos sorprenderás con los acontecimientos, estoy segurísima fíjate... espero el siguiente.
ResponderEliminarUn besote, por supuestisimo de esos que son bien gordos y sonoros
¿Que será, será?
ResponderEliminarQue gozada de introducción, al tiempo que leía, inconscientemente hacía muecas con la boca para ver como se disimula la felicidad, poniendo cara de circunstancias.
Muy bueno, ¡¡Esperaré!!
Besos
HOLAAAAAAAAAAA NEOOO ESTA MUY LINDA LA ENTRADAA,QUE TENGAS UNA GENIAL SEMANAAA ABRAZOS Y QUE ESTES BIEN, CHRISTIANNNNNN
ResponderEliminarNeo, Neo, Neo, mirá mirá quién vino :P
ResponderEliminarEstoy algo así como apurada (haciendo lo de inglés con Agustina ¬¬) por eso no leí tu capítulo, pero prometo leerlo después con tranquilidad.
Lo que sí noté es que participas en muchos blogs D:, felicitaciones, a mí ya me cuesta mantener uno x)
Nos vemos =D
Cuidate
Vecina, sabe que me quedé pensando que después de haberla conocido no la imagino escribiendo este tipo de relatos medio sangrientos je. Pero bueno, supongo que ahí está la gracia.
ResponderEliminarCuantas veces tengo ganas de ahorcar a alguien! pero claro, de ahi a planearlo y animarse ... jajaj!
Aqui me quedo esperando ver como sigue.
abrazos y buena semana
IMPRESIONANTE!!!!, vaya cielo, cada vez tus escritos vuelan a una categoria envolvente, de suspence, de querer leer mas, ME ENCANTO!, me atrapaste en la historia, me has dejado sin palabras....continua, dan ganas de querer navegar en tu historia, MAGNIFICO ESCRITO!!!.
ResponderEliminarAdemas quiero agradecer tus continuas palabras en mis poemas, millones de gracias, me es tan grato encontrar tus palabras que llenan el alma. Milllones de besos y volvere a seguir esta historia. :-)
La venganza dicen que es un plato que se sirve frío, pero sirve un buen trago y ver pasar el cadáver de tu enemigo.
ResponderEliminarEsto promete Mónica, has convocado a Némesis, ¿a ver qué pasa?, te sigo, me tienes, como siempre, atrapada. Bsitooo de lunes con pereza incorporada.
Por suerte esta vez, la ansiedad no me va a desesperar.
ResponderEliminarjajaja
Sigo.
Empiezo a leer esta trilogía y de momento me siento atrapada en su lectura, así que sigo con la segunda entrega sin perder un minuto.
ResponderEliminarUn abrazo Mónica.