Los hombres necios gustan de sojuzgar, aparentando ser dioses, amos y señores de todo lo fundado.
En su insana utopía los infelices simulan saber y entender lo que sin duda alguna ignoran y reniegan:
no sólo se es Dios para decidir y juzgar, más bien se lo es para inspirar y escuchar,
para responder y contener, para aliviar y perdonar, para sostener y bendecir.
Supone a la vez comprender y confortar con toda intensidad hasta en la pequeña gota del llanto derramado.
Implica ser y perdurar ahondar y consagrar como hálito perenne en la partícula nimia que integra lo creado.
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Neo, me gustan tu reflexiones... vengo leyendo varias entradas que tenía atrasadas... Vaya si eres fecunda mujer... me quedé sin palabras pero será mejor no decir nada porque no podría en este momento estar a la altura de tus palabras.
ResponderEliminarHermosos escritos
Por allí, no recuerdo ahora dónde, he leído lo siguiente:
ResponderEliminar"El Hombre, en su arrogancia, creó a Dios, a su imágen y semejanza"
Felices utopías¡¡ =)
Moni,como siempre dando en el clavo con las palabras justas y adecuadas¿has pensado alguna vez en publicar un libro de poemas y relatos?Tienes el don de saber tocar el punto exacto.
ResponderEliminarBesazo.MJ
Hola Neo, me hiciste pensar enseguida a estas redondillas de Sor Juana:
ResponderEliminarHombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
A parte los hombres, me gusta más el dios que propones tú, me parece un Dios femenino...
¡Saludos!
Creo en las femeninas diosas del ayer o las posibles de hoy, Neo, existen demasiados dioses endiosados, seamos incrédulas, ateas, démosles el olvido y ninguna oración.
ResponderEliminarSiempre me haces reflexionar, bsito en lunes.
Estoy de acuerdo con todo lo que aqui se ha dicho, que ha sugerido tu entrada. El endiosamiento mal levado procura la destrucción, debemos seguir desde la humiladad de nuestra condicion humana aspiarndo a ser mejores hombres, nunca dioses. Estoy del Olimpo hasta las narices...jaja
ResponderEliminarfeliz lunes monica
Neo, muchas veces cuando practicaba un credo religioso, creí estar en la época de la inquisición, donde todo era pecar contra Dios, sólo esos seudo-humanos endiosados podian pecar a lo grande en nombre de Dios. Estoy leyendo la gesta del marrano, que trata sobre este tema.
ResponderEliminarSaludos.
La prepotencia es un mal mayor.
ResponderEliminarYo no soy creyente pero todavía creo menos que alguien que es dios, padre de la humanidad, esté ahí para castigar a su propia obra. Eso es sadismo. Un dios sádico?? No.
Y sí, hay gente endiosada, prepotente, que piensa que puede y debe predominar.
Con lo humana, lo amable, lo agradecida que es la humildad y otras virtudes...
La prepotencia es síntoma de desigualdad, siempre.
Un beso
Lala
Espectacular reflexión sobre la arrogancia humana. Como siempre un gusto leerte amiga.
ResponderEliminarPróspera semana Neo.
Besitossssssssssssssssssssssss.
juzgando se es menos dios
ResponderEliminarQue complicado es librarse del juicio de la razón.... que complicado es encontrar el verdadero sentido de lo que implica "ser"....
ResponderEliminarQue complicado es no sentirse Dios en tantas ocasiones... una veces en forma de superioridad moral, otras en forma de una tiranía basada en la fuerza bruta, y la mayoría de las veces simplemente ejerciendo el poder que el dinero otorga....
Quizá llegue un día en el que realmente comprendamos lo que significa eso que tan elocuentemente planteas el último párrafo...
...Implica ser y perdurar
ahondar y consagrar
como hálito perenne
en la partícula nimia
que integra lo creado.
Un bsín.
Difícil ser dios, aún no conozco a ninguno que lo haya hecho bien.
ResponderEliminarSaludos
Y no solo insana: también perversa y nociva.
ResponderEliminarMe encantó este post...!
Besos enormes.
Ojalá diciendo amén fuese suficiente pero...
ResponderEliminarUn saludo
Ya veo que te debo dos entradas, m´s, jeje.
ResponderEliminarDudo que exista aquello que inspira y perdona,fuera de nosotros, si existe, entonces somos dios, una parte o un todo cuando sentimos eso, igual que cuando juzgamos. Si Dios es todo, también es bien y mal, o eso sólo es una forma de percepción y lo que llamamos Dios un grito asustado de soledad, la búsqueda de una madre más o la certeza de de que no comprendemos casi nada, tan sólo lo atisbamos. Y sobre todo un deseo, para descansar, para no tener que luchar.
Y con esto yo me como después una madalena, tu comentario de hoy para mí, Neo, ha supuesto un auténtico regalo.
Te envio un abrazo por correo postal
Difícil bastante es ser ya humano como para querer encima ser dios... me bates bien las neuronas jajaja.
ResponderEliminarUna nube de abrazotes