A modo de conmemoración del 33º aniversario del golpe de estado en Argentina (fecha que se cumplirá mañana, 24 de marzo) voy a ir publicando sucesivamente algunos textos que fui escribiendo a lo largo de mi no muy extensa experiencia en la blogósfera. Todos tienen una gran carga emotiva que me impulsaron, en su momento, a intentar transmitir algo de lo que significaron aquellos dolorosos años para quienes tuvimos el desafortunado privilegio de ser testigos de esa parte tan negra de la historia argentina. Ya sean testimoniales o ficticios, en prosa o en verso, con mayor o menor vuelo poético, intentaré mostrar desde aquí un trocito más del complejo período desgarrador denominado “Proceso de Reorganización Nacional”, eufemismo urdido por la dictadura para intentar justificar lo que fue un salvaje e impune genocidio.
UN POCO DE HISTORIA Y ALGUNOS NÚMEROS
24 de marzo Día Nacional de la Memoria - Por la verdad y la justicia
Todo comenzó a la una de la madrugada del 24 de marzo de 1976 cuando el general José Rogelio Villarreal le dijo a Isabel Martínez de Perón: “Señora, las fuerzas armadas han decidido tomar el control político del país, y usted queda arrestada”. El día Nacional de la Memoria por la Verdad y la justicia es la fecha en la que se conmemora en la Argentina a las víctimas políticas de la autoproclamado Proceso de Reorganización Nacional.
Centros clandestinos de detención
Existieron 340 centros en todo el país. Allí se detenía, torturaba y asesinaba a personas. Funcionaban en locales civiles, dependencias policiales o de las propias fuerzas armadas. Casi todos tenían una estructura similar: una zona para interrogatorios y torturas y otra para alojar a los detenidos. La Escuela de Mecánica de la Armada fue el centro más emblemático de todos. Ubicada en Buenos Aires, ocupaba 17 hectáreas y funcionó desde antes del golpe militar hasta fines de 1983. Allí había una maternidad clandestina donde se apropiaban de los niños dados a luz por las prisioneras embarazadas.
Desaparecidos
Es el nombre con que se conoce a las víctimas de la desaparición forzada durante la dictadura militar. Es considerado un delito de lesa humanidad. Este método fue utilizado por todas las dictaduras militares latinoamericanas en el marco del Plan Cóndor en Sudamérica y el Plan Charli en América Central.
Números de la memoria
30.000 desaparecidos fueron los que hubo durante el proceso, según organismos de derechos humanos, según Conadep, la mayoría eran jóvenes menores de 35 años, obreros y estudiantes.
62 % de los desaparecidos fueron detenidos en sus domicilios particulares ante testigos presenciales.
70 % de los desaparecidos eran varones
30 % mujeres, el 3 % de ellas estaban embarazadas
62 % desaparecieron de noche
32 % a la luz del día
Mujeres en la resistencia
Cuando la sociedad aún no había comprendido en su real magnitud el accionar de la dictadura más dura y represiva de la historia argentina, fueron un grupo de mujeres silenciosas y desesperadas quienes comenzaron a reunirse todos los jueves en la Plaza de Mayo de la ciudad de Buenos Aires aliadas entre sí frente al dolor de haber sufrido el arrebato de sus hijos, estudiantes y obreros que sin orden judicial alguna, fueron secuestrados por los grupos de tareas de las fuerzas de seguridad y mantenidos en cautiverio en forma ilegal y secreta. El ejemplo de lucha y perseverancia de aquel primer grupo de madres se fue extendiendo hacia las distintas ciudades del interior del país, llegando con el correr del tiempo a trascender las fronteras consiguiendo que sus emblemáticos pañuelos blancos se reconocieran en todo el mundo como símbolo de lucha y reclamo de justicia.
Madres de plaza de mayo
Asociación formada durante la dictadura para recuperar con vida a los detenidos desaparecidos, inicialmente, y luego establecer quienes fueron los responsables de los actos de lesa humanidad y promover su enjuiciamiento. Están divididas en dos grupos: el mayoritario presidido por Hebe de Bonafini y denominado Madres de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, presidido por Lola Morales de Cortiñas.
Abuelas de Plaza de Mayo
Tiene como finalidad localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños secuestrados desaparecidos durante la última dictadura, crear las condiciones para prevenir la comisión de ese crimen de lesa humanidad y obtener el castigo correspondiente para los responsables. Está presidido por Estela Barnes de Carlotto.
ese ejercicio que acabas de hacer, es lo mejor para la memoria histórica. además, es lo más les duele. que se recuerde, que se sepa, que se escriba, que se lea...
ResponderEliminarHola Moni!
ResponderEliminarNo olvidar, es uno de los preceptos que debemos mantener e inculcar a las generaciones venideras, para que nuestra querida patria no vuelva NUNCA MAS a repetir lo sucedido.
Un beso grande!
No quiero pensar en el dolor tan tremendo que padeció el pueblo argentino. Tremendo.
ResponderEliminarAquí me tendrás Mónica. Nada como que sea una propia argentina la que lo cuente.
Por cierto, anoche conseguí ver Australia. Con subtítulos, pero la pude ver online.
Besos
Cosas así creo que jamás se olvidan, pero no está de más recordarlas y hacer saber a todo el mundo la historia tal y como fue.
ResponderEliminarQue las generaciones jóvenes sepan que pasó en su país, y que todos nosotros, que miramos desde afuera, también lo sepamos.
Buen trabajo el que haces.
Un beso
P
...Con frecuencia, el olvido es el mayor aliado de las injusticias... Y la memoria, la mejor manera de luchar contra ellas!. Gracias por ayudarnos a no olvidar. Javier
ResponderEliminar...Con frecuencia, el olvido es el mayor aliado de las injusticias... Y la memoria, la mejor manera de luchar contra ellas!. Gracias por ayudarnos a no olvidar. Javier
ResponderEliminarHello. And Bye.
ResponderEliminar