miércoles, 17 de septiembre de 2025

ESTE JUEVES UN RELATO: FIN DE SEMANA ESPECIAL

 Me sumo con este relato a la convocatoria juevera de esta semana. Pasar por el blog de Artesanos de la Palabra para leer todas las historias.



CAMPING

Salir sola de campamento debió encabezar la lista de actividades más improbables en tiempos de calmas y rutinas autocomplacientes. Pero la decepción por una ruptura amorosa y la proximidad de su cuadragésimo cumpleaños debieron conspirar contra su habitual cordura haciendo que, ese fin de semana decidiera fugarse hacia las sierras.

Sin más conocimiento que lo observado en los programas de su canal de cable y aprovechando que una amiga había guardado un equipo de camping en su baulera, ese viernes por la tarde decidió dejarse llevar por un loco impulso de aventuras y partió hacia un destino que apenas se ocupó en definir.

Con la premisa absurda de ser espontánea, comenzó a tentar a la suerte improvisando recorridos alejados de la ruta segura que le recomendaba el GPS de su auto nuevo. Al poco rato se halló en medio de un paisaje tan solitario como pintoresco. Densos bosquecitos de pinos demarcaban suaves pendientes por las que corría un arroyo cristalino junto al que decidió acampar.

Lejos de todo pronóstico, el armado de la carpa le resultó sencillo. Las instrucciones que se hallaban sobre la cubierta eran concisas y claras, por lo que rápidamente logró resolver con holgura lo que -estimaba- sería el desafío más complicado en su debut al aire libre. Para la fogata recordó las recomendaciones que había visto en un muy didáctico programa de supervivencia, cavando un pequeño ¨nido¨ para los leños protegidos con piedras alrededor. Fue un acierto llevar encendedor aunque no fumara, ya que en eso de frotar palitos no se tenía mucha fe.

El fulgor de la fogata bajo el cielo estrellado le otorgó al momento una magia especial. Por la emoción y la buena fortuna con la que las cosas se venían dando, en su primera noche de campamento durmió tan serena, que apenas despuntar el alba inició su jornada de exploración.  Estaba tan entusiasmada que hasta se animó a intentar pescar algo en el arroyo, pese a no tener idea de cómo ensartar una carnada. Por supuesto nada pescó. Se contentó con el pan y el queso que le quedaba en su mochila y sin culpas los devoró sin pensar en el grosor de su cintura.

De regreso en su campamento, satisfecha por su buen hacer, observó varias nubes sospechosas arremolinándose sobre su cabeza. Un par de truenos bramaron de repente, anunciando una impensada tormenta. Bajando con turbulencia desde las cumbres, las aguas del arroyo desbordaron sin aviso, arrasando con vehemencia carpa, auto, enseres y campista.

La inexperta excursionista fue rescatada horas después aguas abajo, con el orgullo herido pero afortunadamente casi sin rasguños.  La carpa y su auto recién comprado...  no corrieron la misma suerte.   


14 comentarios:

  1. Que bueno ese viaje de aventura en camping. Me has recordado mi época en que fui con mi tienda hacer acepada libre. Era muy aventurado y arriesgado , ahí estaba la adrenalina ajajá. Y no creas las tormentas de verano, son nefastas para los montañeros, y arriesgados campistas, pero ... Y lo que se disfrtua de la naturaleza.
    Un besazo Neo, feliz semana.

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    1. Hola Campirela. El tema es que para hacerlo, alguna idea hay que tener. No puede uno lanzarse a la aventura sin saber qué precauciones hay que tomar, al menos. Un abrazo

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  2. Hoy en día, más que nunca, para disfrutar de lo natural (paisajes, vida aire libre, contanto con la naturaleza) mucho en cuenta se debe tener... Algo parecido me pasó alguna vez.
    Abrazo sin sombrero!!

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    1. Yo me declaro nula en esos términos. No tengo práctica en eso de acampar, pescar, eta. Gracias por leer, Carlos

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  3. A veces hace falta un desencadenante para tomar una decisión impensada, y todo iba muy bien, la tormenta lo estropeo, pero siempre tendrá el recuerdo de su valentía.
    Un abrazo

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    1. La prudencia siempre resulta una buena consejera, Ester, sobre todo para cuando nos metemos en asuntos que no dominamos. Un abrazo y muchas gracias

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  4. Muy buena tu historia Mónica, me huele a que tu campista desprevenida andaba por los arroyos de Córdoba, jajaja
    Me gustó mucho, disfruté de su lectura.
    Muchas gracias por participar de nuestra propuesta, un abrazo.
    PATRICIA F.

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  5. Boa noite de paz, querida amiga Mônica!
    Foi nos colocando num cenário bonito e, ao ler seu conto, se adentra no cenário, o fogo da fogueira crepitando é bonito demais... pena que ,no final, ocorreu o inusitado..
    Acampei uma só vez na vida para nunca mais...
    Gostei muito.
    Tenha dias abençoados!
    Beijinhos fraternos

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    1. En cambio yo nunca, Roselia jaja. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención

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  6. Un precioso relato que nos recuerda lo bonito y lo peligroso de esas aventuras en solitario que se emprenden sin experiencia y sin más preparación que el "a ver que pasa", y algunas veces lo que pasa no es bueno. A mi particularmente la acampada no me gusta, se pasan ratos buenos, pero el balance me resulta incómodo.
    Un saludo.

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    1. Creo que en temas como el de intentar apostar a un cambio brusco como excusa para salir de la rutina, se deben considerar precauciones que atenúan las eventuales consecuencias negativas que se pudieran dar. La experiencia es importante y no se suple con puro entusiasmo. Muchas gracias por leer con atención y comentar Luferura. Un abrazo

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  7. Me dió lastima la protagonista tanto entusiasmo y dedicación para pasar unos días de campamento que termino mal, creo que la pobre no lo vuelve a intentar. La próxima la carpa la tiene que armar en una zona alta.
    Me gustó la historia, atrapante desde el principio.

    Que tengas un hermoso día!
    Besos

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  8. Un viaje arriesgado, que le dio su momento de conexion con lo nuevo aunque al final la haya traicionado la tormenta.
    Genial Moni, besos

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