Acercándose la fecha del aniversario de la muerte de mi mamá, quise reeditar, como aporte juevero que nos proponen las chicas de Artesanos de la Palabra esta semana, este breve poema que escribí hace un tiempo en su memoria. Dar clic aquí para leer todos los relatos participantes del evento.
Aromado
a café
aún
persiste
en mi
mente
tu
recuerdo
por las
tardes,
cuando
después
de la
pausa breve
de una
siesta
apenas
dormitada
apareces,
leve
en la
penumbra,
ofreciendo
compartir
aquel
momento
por
siempre
inigualado.
Madre,
en ese
instante
tu
presencia adquiere
-otra
vez-
la
consistencia íntima
de un
aroma
tan
real
como añorado.
Boa noite de Paz, querida amiga Mônica!
ResponderEliminarUma memória muito terna que me encantou ler e sentir.
Parabéns!
Tenha dias abençoados!
Beijinhos fraternos de paz
Muchas gracias Roselia. Un abrazo
EliminarOlá, Mônica!
EliminarHoje venho lhe convidar para participar da confraternização de aniversário do meu primeiro blog.
Está aqui:
https://www.idade-espiritual.com.br/2025/08/mascaras-sociais-16-anos-do-blog.html
Seja bem-vindo!
Tenha uma nova semana abençoada!
Beijinhos fraternos
Los aromas pueden llevar a conectar con emotivos momentos del pasado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, demi. Pueden tener ese poder. Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarPrecioso y sentido poema que nos demuestra que los aromas también se impregnan en el alama.
ResponderEliminarUn saludo.
Por suerte es así. Nos acercan los momentos vívidos. Un abrazo Luferura. Muchas gracias por leer con atención
EliminarLos aromas queda fijados en la pituitaria y en la memoria. Se convierten en poesía.
ResponderEliminarAbrazos.
Sirven para recordarnos esos momentos especiales. Un abrazo y muchas gracias por tu visita Francesc
EliminarPues si era así el aroma cafetero vespertino, no podemos imaginar como sería el matutino, que te despertaba los días festivos.
ResponderEliminarMuy buen homenaje y recuerdo
Abrazoo
Durante las tardes visitaba la casa de mis padres estando ya casada. De esos momentos y su aroma nostálgico me queda nítido el recuerdo. Gracias por tu visita, Gabi. Abrazo
EliminarHola Mónica, hermoso poema dedicado a tu madre, me ha encantado.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar, un abrazo.
PATRICIA F.
Siempre es un gusto. Gracias a ustedes por conducirnos. Besos
EliminarUna maravilla de las que tú haces, pero está vez llena de sentimiento, amor y añoranza.
ResponderEliminarNo sabes cómo te entiendo y me uno al homenaje hecho a tu madre.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias Tracy. Agradezco tu cercanía. Un abrazo
EliminarEs precioso tu poema está lleno de amor. Una dedicatoria preciosa a tu madre. Mi madre también falleció en agosto, este mes me resulta nostálgico y todo me huele a ella.
ResponderEliminarUn abrazo.
La mía falleció el 3 de septiembre, pero la cercanía de la fecha me conmueve aún antes. Un abrazo, María. Gracias por compartir
EliminarPues sí que conmueven tan sinceros versos...
ResponderEliminarAbrazo hasta vos!!
Gracias por tu cercanía, Carlos. Valoro tus palabras. Abrazos
EliminarPrecioso y emotivo Mónica. Cómo hecho de menos el aroma del café que hacía mi madre con una mezcla de achicoria, que bonito te quedó, un abrazo
ResponderEliminarNo se iguala, aunque intentemos hacerlo. Beso, Nuria. Gracias por tus palabras
Eliminarsi, hay una fragancia que no se olvida y que sólo un hijo , a veces, puede superar... Aún viven mis padres, ya frisando los noventa, pero, creo que en mis hijos esta el más fuerte... serán los años , no sé.
ResponderEliminarLos años nos hacen sentir las cosas diferentes, muy cierto. Pero pese a ello seguimos siendo niños en la nostalgia. Un abrazo, Gustab. Gracias por tu comentario
EliminarAmiga Mônica, venho lhe trazer um convite especial:
ResponderEliminarhttps://www.idade-espiritual.com.br/2025/08/mascaras-sociais-16-anos-do-blog.html
Espero você com carinho fraterno.
Beijinhos
Gracias Roselia. Intentaré visitarte.
EliminarEs lo que tienen el aroma de cafe...nos acompaña en el silencio a charlar sin hablar..nos acompaña a acompañar los recuerdos, las memorias ausentes pero que se hacen presentes en cada sorbo de un oloroso café..hoy no quería llorar, pero al leerte ya no pude..como duelen las ausencias---un beso enorme..
ResponderEliminarDiva, lamento esas lágrimas. Pero las entiendo. Un abrazo y muchas gracias por tu cercanía
EliminarYo es oler a mar y me acuerdo de mi padre, que era un marinero en tierra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Suerte que tenemos esa forma de acercarnos. Un abrazo y gracias por leer, José Antonio
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