miércoles, 6 de septiembre de 2023

CADA JUEVES UN RELATO: FIESTAS PATRONALES

 Esta semana la querida Campirela nos propone hablar de las tradiciones de cada pueblo a la hora de celebrar un dia especial a nivel colectivo. Tengo que decir que lamentablemente por aquí no contamos con algo tan especial como sé que cuentan en otros lugares, y lo poco que podría contar de algún recuerdo lejano, no me inspira nada relevante. Pero como igualmente quiero sumarme al Encuentro Juevero de esta semana, les pido que sean tolerantes y me permitan aportar un relato totalmente ficticio y ajeno a mi lugar. Espero no resulte inconveniente.

Dar clic para leer todos los relatos participantes de la convocatoria



FIESTAS PATRONALES

En aquel pueblo de aisladas geografías, tanto los pecados como las desdichas se escondían bajo el manto de hipocresía que cobijaba a todos con resignada igualdad. Desde el alcalde hasta la panadera, desde el borracho hasta el cura, desde la maestra hasta el jornalero, todos vivían entremezclados en sus miserias a sabiendas del resto, que jugaba a disimular.

Del desapego que padecía la esposa del alcalde por parte de su marido ninguno dudaba. De las andanzas de la joven viuda casquivana que usufructuaba a sus fogosos amantes para montarse con lujo su casita, todos sabían. Que entre esos fogosos se hallaban el cura y el alcalde, también. Pero de cara al sol, todos aparentaban mantener su dignidad, siguiendo el rol que las buenas costumbres le asignaban a cada uno.

Lo que nadie se imaginaba era que aquel domingo tórrido, justo cuando se llevaban a cabo las Fiestas Patronales de aquel pueblo sosegado, ocurriría una desgracia difícil de olvidar.

Sin duda fue la mirada aterciopelada que el alcalde le dispensara sin pudores a la viudita casquivana, durante su discurso en la plaza principal, lo que actuó como disparador de la ira de su legítima esposa. La proximidad de los fuegos de artificios preparados para esa noche después de la kermese, justo al lado de la sacristía donde el cura solía recibir a la viudita al culminar cada fiesta de guardar, quizás le hiciera nacer la idea del supuesto accidente. Quizás la ocurrencia se le presentara doblemente útil ya que como presidenta de la Comisión de Damas del Sagrado, desde hacía mucho consideraba que el señor cura -tanto como la impía viuda- merecía una reprimenda ejemplar.

Lo cierto es que la señora se ocupó esa tarde de adobar con el mejor vino de misa al encargado de encender los dichosos fuegos para que el borrachín no se percatara del cambio de curso que una de las bengalas tomaría apenas prender la mecha. Que el cura y la viuda en cuestión estuvieran en el lugar indicado para recibir el fogonazo artero no sería difícil, ya que el impiadoso vejete solía aprovechar los momentos de mayor distracción para  desahogar sus demonios.

Con la sincronía de un ajustado mecanismo de relojería funcionó el maquiavélico plan de la señora Presidenta de la Comisión de Damas: a la hora indicada en que el cura se escabullía hacia la sacristía con la viuda descarada dispuesta a “expiar” sus culpas, la respetable dama discretamente trababa la puerta de la sacristía desde afuera, coincidiendo con el momento en que el adormilado encargado encendía las bengalas culminándose así oficialmente  los festejos de la jornada.

 


33 comentarios:

  1. Una venganza extrema, que pudo haberse vuelto contra la vengativa esposa. Ya que la ebriedad del encargado de la pirotecnia, podría haber hecho que cayeron en otro lugar equivocado, sobre la vengativa mujer, en lugar de los destinatarios de su ira.

    Me gusta como llevaste el tema de esta semana a ua clase de terror, muy para adaptar al cine o televisión.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin recursos que uno inventa cuando no tiene algo propio que contar! Jajaja gracias por leer Demi. Un abrazo

      Eliminar
  2. Brillante, porque nos ubicas en el pueblo, y cómo esas cosas poco éticas son disimuladas, pero no desconocidas. Muy beuna estreagia para pagar porlos pecados ¿eh?.

    un abrazo, y por bonito jueves

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy generosa en tu comentario Albada. Me alegra que te gustara. Te mando un fuerte abrazo y muchas gracias por leer con atención

      Eliminar
  3. y el alcalde, que? En el supuesto caso de que el cura resulte perjudicado la viudita queda en exclusiva para el alcalde. ¿ o esto es solo la primera parte de la venganza?
    Un bien trazado plan. Entre los disimulos hipocritas ¿ alguien sabe ya que la comisionada de damas es vengativa?
    Besoss Monica

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguro que alguien sospecha de qué es capaz la señora, que, en su venganza, obvió dañar a su esposo, el que le puso cuernos, porque en el radica la fuente de su poder! Jaja. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención Gabi

      Eliminar
  4. Ay, esos pueblitos pequeños con doble moral la de historias que esconden!!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No tengo dudas que hay muchas de esas! Gracias por leer Noelia. Un abrazo

      Eliminar
  5. Gracias, Neo leerte ha sido ver la España oculta que todavía anda por algunos pueblos , aquí se llama la falda hipocresia.
    Lo que cuentas no creas que es tan raro, todavía sigue habiendo viudas, curas y alcaldes jajaj.
    Un besazo y muchas gracias por tu aporte de realidad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al contrario Campi. Siempre es un gusto participar de tus propuestas. Un fuerte abrazo y muchas gracias por conducirnos

      Eliminar
  6. Vaya historia, los pueblos son como libros con protagonistas vivos, con vidas complicadas y tramposas, mentiras y dobleces con saludos amables para disimular. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así los imagino aún hoy, Ester. Me alegra que te. Un abrazo enorme y muchas gracias por pasar a leer

      Eliminar
  7. Hola Mónica, genial tu historia, pude imaginarme ese pueblo con su gente, sabiendo todos la vida de cada quién. Que como bien dice el dicho "pueblo chico infierno grande", sin dudas así es, La reprimenda de la señora realmente ejemplar.
    Un placer leerte, lo disfruté mucho.
    Un abrazo grande.
    PATRICIA F.

    Te comento que el saludo va de parte de Susana y mío que no ha podido comentarte, porque ha tenido un problema con su computadora, besitos

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias a ambas, chicas, tanto por leer y comentar, como por participar. El intercambio de puntos de vista siempre enriquece y entusiasma. Abrazos dobles!

    ResponderEliminar
  9. Qué bueno Mónica, no creo que nadie se atreva a provocar la ira de la esposa que no tiene ningún pudor en vengarse. Me gustó mucho. Un placer leerte. Abrazos y ya soy oficialmente una juevera más de esta excelente convocatoria. Seguimos creando. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra y te doy la bienvenida cordial. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención, Nuria

      Eliminar
  10. No nos conviene para nada hacer enfadar a la Presidenta de la Comisión de Damas! Ja, ja! Ni el señor cura, ni el marido ni nadie del pueblo está a salvo de esta señora cuando está despechada! Que maquiavélica, como tu bien has dicho! Ja, ja! Tremendas fiestas patronales les esperan a todos! Un abrazote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pueblo pequeño, infierno grande, dicen ...y así lo quise reflejar jajaja. Un abrazo marife y muchas gracias por leer con atención

      Eliminar
  11. Dejé de ser creyente de las fiestas populares hace mucho. Tanta masa y tanto money me aturden.

    De volver a una fiesta sería a alguna kermese de Brueghel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En cambio yo, envidio a quienes mantienen viva estás costumbres consiguiendo una excusa para compartir una tradición colectivamente. Me parece muy valioso más allá de la pureza de sus creencias. Será que nunca tuve esa suerte! Gracias por leer. Un abrazo Fackel

      Eliminar
  12. La justicia divina, (aunque sea auspiciada), anda también entre los pirotécnicos.
    Solo falta, en ese agradable "pastiche", el boticario y el cabo de la Guardia Civil.
    (Cambia este último, poa autoridad militar de tu tierra).
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jaja si, Juan! Faltan pocos y están todos! Me alegra tenerte nuevamente dejando huella por aquí, amigo. Sabes que tus visitas son celebrada y muy agradecidas! Un abrazo enorme y muchas gracias por pasar

      Eliminar
  13. El relato es genial. Muy humorístico por un lado, y por otro, una buena crítica social de lo que podría pasar en cualquier pueblo pequeño. ¿Y vaya si este no fue un castigo ejemplar! jajajaja.

    Besotes, Moni.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabemos en si las consecuencias, pero como mínimo, los "pecadores" reconsiderando -si pueden- sus faltas y mentiras! Muchas gracias por leer con atención Myriam. Siempre es gratificante tu compañía. Besotes!

      Eliminar
  14. ¡Hola, Mónica! ¡Me ha encantado! Qué maravilla de relato, efectivamente las fiestas disimulan la hipocresía del pueblo durante todo el año, en estas, la despechada esposa no puede más y enciende la mecha y nunca mejor dicho, muy bueno, muy, muy bueno. Te felicito por él.
    Un abrazo. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy generoso de tu parte, Merche. Me alegra mucho que te haya gustado el relato. Un abrazo y muchas gracias otra vez

      Eliminar
  15. Sin duda un plan maquiavélico que demuestra la realidad que describiste al principio con sólo la frase de que todo se escondía bajo el manto de la hipocresía.
    Me ha gustado mucho el relato.

    ResponderEliminar
  16. un pueblo que no le faltaba de nada, la autoridad eclesiastica y la civil corruptos en sus responsabilidades, siempre que una manzana cae del árbol hay un Adan dispuesto a darla un mordisco. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encantó lo de Adán y la manzana! Así por lo menos deja de culparse siempre a Eva!. Un abrazo y muchas gracias por leer Rodolfo

      Eliminar
  17. En las fiestas de los pueblos pasa de todo y cada quién es cada cual...Tal como si fuera en carnaval donde se derrochan esos sentimientos tan escondidos.

    Felicidades Buscador

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es como sintieran excusa para dar rienda suelta a sus intenciones reprimidas jeje. Un abrazo y gracias por leer y comentar, Buscador

      Eliminar