martes, 31 de mayo de 2022

CONTANDO LAS SEMANAS 2022 CON SINDEL: Semana 22 MUSAS

 Me sumo después de un involuntario impase a la convocatoria semanal de Sindel con el siguiente texto



MUSAS

Surgen mundos, personajes, vidas, situaciones y sueños, esperando nacer a voluntad de quien escriba con dosis adecuadas de creatividad y estilo. La magia que estimula a largarse a componer la historia que germine depende fundamentalmente de nuestro vuelo… y de nuestras musas.  Esas chicas caprichosas. Esas que se entretienen tirándonos de los pelos -o de la calva- según sea quien trate de honrarlas, mediando entre la inspiración y su voluntad de hacerse letras. Depende también -no seamos necios- de la calidad y los atributos que tenga quien escriba. Si es nulo su talento, si es hueco lo que siente, poco y nada habrá que logre decantar más allá de la imposición de contar vocablos. En cambio, si es rico lo que adentro lleva intentando aflorar con enjundia, hallará -quien escriba- la forma de sostener con gracia, fuerza y espíritu, los hilos que sustenten los trazos de una historia que se abra con voz fecunda. Se sabe que la fórmula para narrar algo estimulante no necesariamente es escribir mucho. Incluso esa abundancia puede conspirar en contra de la virtud misma que se busca obtener. En el arte literario, el genio del buen cuentista está en el modo en que atrape desde el inicio a quien llega a curiosear, manteniéndolo en vuelo durante un inspirado desarrollo que incentive a seguir leyendo, para conducirlo luego a un final que sorprenda y gratifique, dejándolo –incluso- con más ganas de leer.


jueves, 26 de mayo de 2022

CADA JUEVES UN RELATO: Años 60

Sumándome a la convocatoria juevera que nos hace Inma desde su blog.


POR LOS SESENTA (a la niña que fui)

Entre psicodelias y hippies el flower power marca el rumbo de cambio mientras Mafalda escucha a los Beatles y se asoma al mundo interpelando lo instaurado. Mirando la luna desde el patio de su casa, aquella otra niña austral se maravilla. La siente más cerca, más real, promesa que se abre ante la humanidad que se anima a tocarla. Desde que vio a Armstrong bailoteando sobre aquel suelo de cenizas, todo le resulta diferente: El futuro, cercano. La juventud, poderosa. El pasado, lejano y la paz mundial, por fin construible. La caja boba la asombra aún en blanco y negro, mostrando lo que llega desde un norte tentador e idealizado. El american lifestyle modela con retraso un sur que apenas alcanza a imaginarlo, mientras a fuerza de alocados diseños búlgaros, colores vívidos, minifaldas y pelos largos, los más rebeldes cuestionan todo sin pudor, garabateando sueños y símbolos libertarios. Ella juega, mientras tanto, imaginando un nuevo mundo sin las ataduras que sostienen sus breves años mirando todo desde abajo. Frente a las expectativas de tecnologías futuristas y viajes interestelares, la posibilidad de sociedades más justas parecería estar mucho más cercana. En la soledad de un cuarto ingenuamente decorado, ella insiste en proclamarse afortunada por haber nacido en medio de esa prometedora realidad planetaria en donde todo le parece posible. Mientras tanto afuera -más allá de astronautas, guerras, espías, avances tecnológicos y pacifistas floribundos imaginando un cielo azul con arcoíris tornasolado- el mundo gira con continuidad parsimoniosa soportando los excesos de una humanidad irresponsable y desequilibrada.

jueves, 19 de mayo de 2022

CADA JUEVES UN RELATO: 13 Retos oníricos

 Me sumo esta semana a la propuesta del amigo Demiurgo quien desde su blog nos propone elegir una de las opciones que nos deja para inspirarnos (dar clic aqui para leer todos los aportes). 

Yo he optado por desarrollar el siguiente:

13) Al despertar, un personaje tiene la visión de una cortina roja y amarilla. Una visión que no se disipa. ¿Qué hay detrás de la cortina?



DEVELACIÓN

Haber coincidido en este mismo metro cuadrado del universo es ya una razón como para sentir que algo especial nos une. Pero si además descubrimos que ambos hemos venido teniendo el mismo sueño recurrente desde que podemos recordar, es lógico concluir que los hilos de nuestros destinos están entrelazados. ¿Por qué razón? Eso es lo que nos toca develar, amigo. Dime, ¿cómo es el telón que alcanzas a vislumbrar justo antes de despertar en tus madrugadas brumosas? ¿Es tan pesado y rojo como el que veo claramente en la penumbra apenas me atrapan las alas de Morfeo? ¿Logras apreciar su textura? ¿Intuyes el leve ondear de sus pliegues ante lo que sin dudas es el paso de alguien -o algo- deslizándose por detrás? ¿Has logrado, como yo, percibir en algún momento que no es del mismo color el otro lado del grueso cortinaje? ¿Has advertido, en el que aparenta ser su punto medio, una muy leve apertura entre los pliegues? Es por allí donde he podido llegar a apreciar que no es igual el envés del grueso paño y que cambia además su color según vaya filtrándose la poca luz que se advierte del otro lado de su espesura? Me dices que sueles escuchar una respiración detrás del cortinaje, como un suspiro leve o un palpitar sereno que busca manifestarse. Eso es nuevo para mí. Los sonidos no han sido hasta ahora parte de mis ensueños. Mis visiones han sido muy prolíferas en los detalles visuales del misterioso cortinaje y no tanto en lo que detrás lo habita. Tal vez allí esté la razón por la que los dos hemos sido convocados en este ejercicio onírico que nos enlaza: uno percibe más por sus ojos y el otro por sus oídos y entre ambos deberemos ir desenmarañando este secreto que clama por salir a la luz.

Creo que vamos a tener que cambiar el dosel de los cubículos del laboratorio, doctor Xvn. Estos que están ahora son demasiado densos y dificultan la observación del experimento. La droga onírica tiene buenos efectos para disparar las neurosis de los especímenes humanos, pero muchas de sus reacciones no resultan observables detrás del grueso cortinaje.


jueves, 12 de mayo de 2022

CADA JUEVES UN RELATO: Condominio

 Me sumo a la propuesta de Myriam con una historia bastante loca pero demostrativa de lo complicada que a veces se hace la convivencia dentro de un consorcio de vecinos. Pasar por aqui para leer todos los textos participantes.

(foto tomada de la red)


CONDOMINIO

Hasta antes de aquella álgida reunión de consorcio, la vida en el condominio De la Merced venía siendo armoniosa y agradable.

Desde sus inicios, aquella variopinta tropa de personas coincidió en su legítima aspiración de adquirir la casa propia transitando sin mayores conflictos el largo proceso de adjudicación y posesión de sus respectivas unidades.

Debatiendo civilizadamente en asambleas, los entusiastas propietarios organizaran su convivencia vecinal sin mayores traumas, hasta que imprevistamente surgió una irreconciliable fractura entre ella - ocupante del quinto- y el resto de los consorcistas.

El tema por el que habían sido convocados resultaba ser el paisajismo del ingreso, hasta ese momento totalmente postergado. Luego de considerar diversas propuestas acordaron ubicar una fuente decorativa en el sitio más visible de la entrada, para cuyo diseño se planteó evaluar dos opciones bien diferentes: un minimalista dispositivo de chorros de agua vertiendo hacia una discreta pileta rectangular ubicada contra la medianera y otra –a la que ella se opuso terminantemente- compuesta por un montón de piedras desordenadas arrumbadas sin ton ni son en un rincón, con la desatinada pretensión de simular una “cascada natural en medio de la selva”.

Pese a su fervorosa defensa del proyecto más discreto, llegado el momento de contar los votos, la propuesta de la cascada ganó por amplio margen. Para su desgracia y -paradójicamente- el regocijo de la mayoría de los consorcistas, el absurdo esperpento de piedras y ramajes pronto se concretó en el jardín del ingreso, acentuándose su exuberancia con un inverosímil juego de luces a modo de árbol navideño.

La tortura cotidiana de tener que contemplar aquella monstruosidad cada vez que salía o entraba de su casa iba taladrando su ejercitada cordialidad irritándola en forma indisimulable.

Pero una tarde de otoño en la que la selva caprichosa de la cascada había disminuido su follaje, descubrió otro horroroso detalle desapercibido hasta ese momento: un cuarteto de faunos de cemento provisto de sendos instrumentos musicales cuidadosamente dispuesto entre el cursi arreglo paisajístico de la fuente. Fue ese el momento en que su inestable equilibrio emocional definitivamente colapsó. Al tiempo que piedras, ramas y faunos iban siendo arrojados por la desaforada mujer sin un destino determinado, un grito agudo –como llamada de guerra- nació de su garganta y cruzó los aires haciendo que todos los ocupantes de los departamentos del frente se asomaran a sus balcones sorprendidos y alarmados.

Esa misma noche luego que la vecina del quinto fuera internada en una clínica psiquiátrica, mientras se desmontaban los restos de plantas, cables, cañerías y trozos de rocas desperdigados, el consorcio decidió convocar a una reunión de emergencia. El temario contemplaba replantear el arreglo paisajístico de la entrada, esta vez exigiendo que se instalara uno que requiriera mucho menos mantenimiento.


miércoles, 4 de mayo de 2022

CADA JUEVES, UN RELATO: EN EL MES DE LAS FLORES

Me sumo a la propuesta juevera que nos deja Tracy desde su blog, con un texto ya publicado y una foto de mi autoría



PEQUEÑA FLOR

Regada de sol se abre la flor entre la grieta. Extiende su tallo con timidez: apenas sugerente, sin aspavientos, sin exuberancias, con la simplicidad de una única hilera de pétalos amarillos coronando un verde e ingenuo botón sin fragancias.

La acidez de sus hojas ásperas y salvajes desprende un rastro casi imperceptible, tan sólo registrado por uno o dos insectos que aletean a su alrededor, ávidos por beber sus mínimos jugos silvestres. La rústica flor no anhela mucho más. Leve destello de color creciendo aprisionado entre lo que alguna vez fue tierra y hoy en cambio subsiste como ladrillo de un muro centenario.

Su gesto de persistencia sin mayores aspiraciones, no deja de ser virtuoso. Para el visitante que llega desde lejos agrandando sus ojos ante cada sorpresa del camino, aquel pequeño manojo de vida caprichosa surgiendo sin mayor estímulo que las bondades de una lluvia caída en primavera, no pasa totalmente desapercibido. Acariciada por la brisa que se enreda entre los tallos, la pequeña flor cobra mayor protagonismo junto a sus congéneres: se destaca su color, se asimila al de los naranjos frescos que crecen más atrás, en la callecita cercana. Y estratégicamente ubicada desde incierta perspectiva se transforma de repente en sujeto de atención, pasa a ser protagonista para el ojo avizor, inquieto cazador de formas y colores detrás de la lente fotográfica.

Impensada forma de pasar a la posteridad: atrapada para siempre en la imagen instantánea capturada en aquel bello rincón del planeta, ahora vuela, aquí y allá, enterneciendo a quien la ve en cálida postal, sugerente y sugerida como leiv motiv para un escrito.