miércoles, 23 de marzo de 2022

CADA JUEVES UN RELATO: CONVERSACIONES EN UN HOTEL

 Sumándome a la convocatoria que nos deja Dorotea desde su blog, dejo aquí mi relato.


FUE EN ESE HOTEL

El Hotelito Azul, probablemente construido por los años cincuenta, estaba bastante venido a menos y eso era evidente, pero al menos se mantenía limpio y prolijo, suficiente gesto de confiabilidad para lo que se puede esperar en un pueblo como aquel, perdido en la pampa gringa.

Lejos de las pretensiones de un hotel medio pelo en alguna gran ciudad, aquel refugio tendido en las soledades terrosas del sur, tenía cinco habitaciones -dos con baño privado- y por sólo esa peculiaridad se lo recomendaban los viajantes que arribaban regularmente por el lugar buscando vender sus minucias. Además se brindaba desayuno, y si se lo encargaban, doña Isabel –solícita propietaria de aquel humilde hospedaje- se lucía en la cocina con algún plato memorable para el almuerzo o la cena, según fuese lo conveniente.

Por esa época, entre los eventuales huéspedes que caían de vez en vez a aquellos pagos, se encontraban dos particularmente solitarios y callados: una apocada maestra de ciudad que llegaba al pueblo los fines de semana para visitar a unas tías solteronas y un enjuto vendedor de repuestos de autos que surtía al único taller mecánico medianamente importante por aquellos rumbos.

Los dos viajeros comenzaron a coincidir en sus visitas en aquel alojamiento de paredes desgastadas e interiores tibios, con gran asiduidad y evidente sincronía. En más de una ocasión compartieron desayuno, almuerzo y cena, quebrándose lentamente el silencio inicial con sostenidas sonrisitas cómplices, amenizando comida y postre.

Fue una temporada de tibias tardes durante la que ambos huéspedes perdieron pudores y se atrevieron, con el apañamiento de doña Isabel, a compartir también la más coqueta de las habitaciones con baño privado, esmerándose en mantener el tono furtivo de sus encuentros como secreto a guardar entre las azules paredes de aquel hotelito de las pampas.

Hasta hoy en día, cuando uno de ellos cae por su cuenta a pasar un fin de semana por esos pagos, la solícita propietaria le cede -como por casualidad y para que revivan recuerdos- la misma coqueta habitación donde celebraron su amor en otros tiempos, siempre con baño privado.  

 

 

* pampa gringa: “Pampa” es un término de origen quechua que significa “llanura sin árboles”, “gringo” se llama en Argentina especialmente al italiano y por extensión a los europeos. Este concepto de “pampa gringa” pertenece a Alcides Greca, que en 1936 publicó una novela con ese título. La Pampa Gringa se manifiesta en un vasto territorio, que comprende la mayor parte de Santa Fe, Este de Córdoba, Oeste de Entre Ríos y Norte de Buenos Aires


32 comentarios:

  1. Si, un hotel guarda muchos secretos, tengo uno a orillas de playa que esconde más de una de mis historias... Siempre trato de ocupar la misma habitación, y el de la recepción me saluda como si nunca nos hubiéramos visto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jaja... Eso es complicidad! Muchas gracias por leer y comentar, Gustab. Un abrazo

      Eliminar
  2. Ay, Mónica, qué bien me entiendes... Para mí un hotel es eso: contadísimas habitaciones con detalles específicos como esos baños privados; dueña o dueño alrededor del cual gira la actividad del establecimiento; huéspedes que vuelven una y otra vez, se conocen y terminan como algo más que amigos. Me acordaré para siempre de tu Hotel Azul como si lo hubiese visitado yo misma, sola o con compañía. Gracias por participar y un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encanta que lo hayas sentido así de cerca, Doro. El tema se prestaba para un relato intimista y así quise armarlo. Me halaga tu comentario. Fue un gusto poder participar. Muchisimas gracias. Un fuerte abrazo

      Eliminar
  3. Tanto haber vivido en Argentina, hija de argentinos de ascendencia europea y no tenía idea de que pampa gringa aludía originalmente a los italianos y en virtud de este autor, siempre creí que aludía a las a norteamericanos. Muuuuuuuy interesante tu retazo de historia.

    Besos, Moni

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre es grato poder aportar un detalle curioso, Myriam. Me alegra haberlo conseguido. Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu atenta lectura

      Eliminar
  4. Hay "Amas de hotel" que son magníficas cómplices y no lo digo por experiencia jeje. Felicidades y un abrazote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal cual! Y supongo que son las más valoradas 😃🤭. Un abrazo Ester, y muchas gracias por leer

      Eliminar
  5. Qué bonito! Un relato con duende… De hermosas imágenes que amenizan la historia con una dulce y peculiar complicidad…

    Me ha encantado, Mónica.
    Siempre un placer leerte…

    Abrazo grande 💙

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Ginebra, me alegra mucho que te gustara el relato. Un abrazo y gracias por leer con atención

      Eliminar
  6. Cómo me ha gustado ese coqueteo en ese coqueto hotel... un encantador relato.
    Me voy con una sonrisilla de complicidad.
    Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida sea esa complicidad que celebro encontrar, Sylvia. Muchas gracias y un abrazo

      Eliminar
  7. Un inesperado amorío, que dejo recuerdos inolvidables.
    Con una cómplice.
    Bien contado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Demiurgo. Ese tipo de encuentros dejan huella. Un abrazo

      Eliminar
  8. Linda historia la que nos dejas en ese pequeño hotel con pocos inquilinos, clientes o huéspedes, pero sobre todo donde se forja esa historia de amor o coqueteo que la propia dueña se inmiscuye en ellos ajjaja. Toda una aventura., Y gracias por esa aclaración así pues soy una gringa ajjajajaj ,me encanta. Un besazo con alegría.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te agradezco Campi. Pensé que la expresión merecía una explicación, para ubicar al lector que no es de acá. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención

      Eliminar
  9. Ni te imaginas las ganas que de diste de visitarlo, parece un lugar lleno de encanto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Una romántica historia que tuvo como alcahueta a la dueña del hotel y todos sacaron ventaja en el presente y en el futuro.
    Tantas cosas pasan em los hoteles...
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo diría que alcahueta suena muy fuerte, jeje... Digamos que facilitó la ocasión 😃. Un abrazo Tracy. Muchas gracias

      Eliminar
  11. En los sitios más insospechados suceden cosas, amores y vivencias para recordar toda la vida.
    Un placer leerte
    Beso

    ResponderEliminar
  12. Qué mal sentaría a las tías solteronas que la sobrina se fuera a un hotel, aunque creo que era parte de la complicidad de la que gozaba la maestra. Las complicidades son una ayuda útil para los encuentros clandestinos. Qué tendrán los hoteles, qué tendrán. No sé los de la pampa gringa, pero los moteles de la ruta 66...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jaja... Imagino que a las tías le importaría mucho que la gente del pueblo no se enterara, dejando de lado eso, creo que algo de envidia les habría dado! Jaja. Muchas gracias por leer, Fackel. Un abrazo

      Eliminar
  13. Un amor fogoso, aunque secreto.... que les impediria vivir juntos, abiertamente como pareja?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No querrían, simplemente. A veces solo así se conserva la magia, jeje. Un abrazo y muchas gracias por leer José

      Eliminar
  14. Creo que las aventuras prohibidas tienen mucho encanto, pero en la literartura tan solo, pues están sometidas a mucho estrés.

    Un abrazo, y buen finde

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es así, Albada. No todo es romanticismo en esas relaciones. Un abrazo y muchas gracias por leer

      Eliminar
  15. Bueno, creo que es cierto que hay hoteles que si hablaran...pero si, mejor que sepan callar. Abrazo

    ResponderEliminar
  16. No siempre se nace en el lugar deseado,pero siempre existirá otro el cuál estará esperando a los desubicados para propiciar bonitos encuentros.
    Besos Mónica...un Historia preciosa 💖

    ResponderEliminar