jueves, 4 de febrero de 2016

ESTE JUEVES UN RELATO: Mis horas en la peluquería

Esta semana Alfredo nos propone animarnos con relatos ambientados en una peluquería. Me he tomado la libertad de desarrollar un relato totalmente de ficción con personajes inspirados en los de una película que quizás hayan visto. Saludos para tod@s!

EL BARBERO

Tenía acordada para esa tarde una importante entrevista. Visitar la casa del vizconde ameritaba una cuidadosa afeitada y fue por ello que decidió no rasurarse él mismo, como lo hacía habitualmente, sino que la ocasión sería propicia para conocer las dotes del nuevo barbero, recién llegado a la ciudad. Si bien no tenía referencia previa de la calidad del servicio, pensó que el aspecto del exterior del nuevo negocio hablaba de alguien que conocía el oficio y por lo que anunciaba en su cartel de presentación, el precio era muy aceptable.


Sin dudarlo se dirigió hacia allí con aire de suficiencia, muy propia de la jerarquía social a la que pretendía pronto acceder. Se predisponía a pasar un rato agradable mientras le recortaban la barba y le hacían un buen corte de pelo. Quizás pediría algo novedoso, al estilo de la capital.

Probablemente el barbero recién llegado haría un buen trabajo, especulando con el valor de su recomendación posterior, si salía satisfecho con su labor. Le remarcaría, eso sí, que cuide algunos detalles con ciertas protuberancias de su rostro durante la afeitada y sobre todo, que sea cauteloso con la fragancia que debería colocarle como toque final. No quería resultar para nada vulgar ni ostentoso ante su anfitrión y el tema de los aromas resultaba ser un detalle primordial entre el círculo de los nobles… aún entre los venidos a menos, como resultaba ser el aludido vizconde.

Apenas entrar en el recién inaugurado local algo particular en la mirada del barbero le impresionó en forma que no sabía explicar. Se lo veía serio y opacado, quizás por alguna pena que lastimaba su alma, pero a la vez, no le cabían dudas sobre la solvencia que tenía en el oficio: la manera en que manejaba ágilmente las tijeras y las navajas demostraban  indudable su habilidad y competencia. No se ajustaba a la imagen por demás solícita y extrovertida que suelen afamar a los barberos. Más bien se trataba de un sujeto callado y taciturno, cualidades que no le resultaron inconvenientes.


Tras las presentaciones de rigor, la charla entre ambos se fue abriendo paso luego del silencio tajante de los primeros momentos. Ciertos registros sobre el pasado de ambos fueron mostrando extrañas coincidencias. Lugares comunes que frecuentaron en sus juventudes, similares círculos sociales, algunas amistades concurrentes, hechos puntuales, aunque con diferentes ángulos de evocación y resonancia. Y de repente… un nombre. Un rememorado nombre de mujer se asomó entre las nieblas de aquella charla de compromiso compartida.


A partir de allí, destellos de indignación fueron tornando en fuego los ojos antes apagados del ignoto barbero, a medida que la distendida verborragia  de su cliente se dejaba llevar por la libertina sorna que brotaba entre risotadas, evocando aquella fémina casi olvidada. El mismo nombre que para uno sonaba apenas como recuerdo borroso y extraviado, para el otro resultaba ser una dolorosa herida aún abierta.


De repente sucedió lo inevitable: la navaja experta se dejó llevar por el indignado vengador, truncando sin piedad el cuello del otrora disoluto mujeriego. La sangre surgió a borbotones intentando expiar los antiguos traumas pendientes del recién llegado. No lo logró, pero, al menos, sirvió para amortiguar algunas amadas voces de su pasado… y sus postergados deseos de venganza.

14 comentarios:

  1. Recordé inmediantamente esta película de Tim Burton.
    Buen relato el que escribiste.

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  2. Un relato espeluznante y cuyo final se adivinaba. Se veia venir con todo el preámbulo. Muy buena historia, excelentemente redactada. Saludos cordiales.

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  3. El mundo es un pañuelo, y en este caso para peor. Un final de miedo,que se esperaba venir.
    Un abrazo

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  4. ¡Ya no vuelvo a ir al barbero! Uf vaya despiste, pero si yo no no tengo barba. un abrazo

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  5. Uffff...los caminos del destino son misteriosos y nos hablan de que todo tiene un sentido, nada es porque si...Magnífico relato, Mónica. Enhorabuena.
    Mi abrazo y mi cariño.
    M.Jesús

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  6. El impulso de lucir mejor y conocer las técnicas del nuevo barbero lo llevaron a pagar su deuda de amoríos. Ya estaba en su destino, sin escapatoria. Un relato tenebroso, con un final de impacto.
    Beso

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  7. ¡A cortar por lo sano!

    Un beso muy, muy grande.

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  8. Un relato en el que se podía entrever cual iba a ser el resultado final.
    Besos

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  9. Era logico el final, recuerdo ligeramente esta pelicula pero hace bastante que la vi. Muy buen relato. Besos.

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  10. Menudo final Mónica! Un relato muy bien escrito que poco a poco nos va llevando al trágico desenlace. Yo también me vengué en mi relato pero no de manera tan drástica ja,ja.
    Un beso

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  11. Relato negro de una categoría nueva: "Venganza en la berbería" Impecable texto y una historia para desarrollar. Varias vidas confluyen en los recuerdos resucitados de ambos.
    Gracias por participar. Besos

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  12. ¡Ay, se siente el frío de la navaja en el cuello! Decididamente, es mejor callarse cuando las historias se sirven en paralelo.
    Besos

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  13. Un relato digno de ser una película de miedo... genial Mónica.
    Te mantiene en vilo de principio a fin y yo doy gracias por ser mujer y no necesitar ir al barbero... La barbería de los horrores podría ser un título...
    Besines...

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  14. Muy bien relatado, me gustan mucho las películas de Tim Burton, y leerte no ha tenido desperdicio.

    Besotes.

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