miércoles, 20 de octubre de 2010

HISTORIAS CON PASADO PRESENTE Y FUTURO (parte final)


















3º Parte: LAURA Y FLORIÁN – PRESENTE CON FUTURO

La mujer se despertó con un sabor agridulce en sus labios después del sueño. Una lágrima y una sonrisa se mezclaban en su rostro y abriendo la cortina de su ventana dejó que la mirada se perdiera por unos minutos entre las pocas nubes de aquel cielo de primavera.

Pensó en Leonor, en Federico…les agradeció infinitamente que se hubieran presentado así, tan íntimamente, retribuyéndole quizás por el haber reunido otra vez aquellas ofrendas de amor intercambiadas hacía tantos años. Fue feliz al haber comprobado que ambos pudieron conocer el verdadero amor, ese al que muchos jamás encuentran.

Pensó también en qué hacer con el escarabajo y la cigarrera, cuál sería el mejor destino para ellos. Supo que deberían estar siempre juntos, por supuesto, y entendió que no sería la venta el final que ellos merecieran.

Se le ocurrió que quizás pudiese ubicar la tumba de Leonor, y allí dejarlos, como póstumo homenaje. Conocía la familia, la estancia; si había sido enterrada allí o en el cementerio del pueblo no sería difícil saberlo. No era lejos, a penas unas horas de viaje por la ruta y lograría estar cerca de quien fuera la propietaria de su bello escarabajo. Pero la idea no terminaba de convencerla. Testimonios de un amor tan grande no deberían terminar bajo tierra, en una tumba, con sólo uno de los amantes …de esa manera la ceremonia no estaría completa. Quizás las dos joyas merecerían un mejor sitio para descansar juntas. Tal vez el lugar mismo que vio nacer y crecer tan profundo sentimiento fuera el mejor marco para su posteridad…pensó entonces en Paris…en esos momentos era otoño allí…como cuando Leonor y Federico se conocieron…y la idea de la ribera del Sena, el viejo Montmartre, las plazas doradas por la alfombra de hojas, la plateada melancolía de las nubes y el agua la enternecieron aún más.

Eso terminó por decidirla: París sería entonces!
Frente al empleado del aeropuerto, mientras él chequeaba su pasaporte, fue la primera vez que tomó conciencia de la asombrosa coincidencia.

Increíblemente nunca, en tantos años desde que tenía el escarabajo, había tomado nota que las iniciales de su propio nombre coincidían con las de Leonor. Quizás contribuyó a ello el hecho que siempre decidió ignorar su segundo nombre: siempre detestó llamarse como aquella odiosa tía que amargara tanto su infancia…pero esa era otra historia…

“LMA”, decía sobre el reverso del escarabajo…”Laugra Magría Agrmas”, leyó en imperturbable intento de español el empleado de migraciones. Y aquella tan obvia declaración, cobró, de improviso, el carácter de un nuevo signo por descifrar…

¿Qué fue lo que hizo que nunca antes aquella mujer tan atenta para resolver los secretos de otros jamás se hubiese percatado de aquella extraordinaria ocurrencia del destino? ¿Qué nuevo ingrediente se agregaría al sortilegio de escarabajo y cigarrera?...Con la mente casi obnubilada por el sorpresivo descubrimiento la anticuaria recibió sin pensar sus papeles de desembarco, luego de arribar a aquel Paris otoñal, mágico y eterno, que la recibía con otra maravillosa incógnita dispuesta a ser interpretada.

El hotel era tal como lo había imaginado, los parques, como siempre los soñó, el Sena, tan increíble como en las postales, la magia, como sólo experimentándola se puede sentir…Ella, casi impensadamente, por capricho y fortuna del destino estaba allí, recién llegada desde un sur que se le antojaba de otro mundo, pretendiendo caminar como si supiera hacia dónde dirigirse, pero en realidad, eran de otros los hilos que dirigían su paseo, evocando otros pasos, lejanos ya en la historia, pero sin duda, aún presentes entre aquellas callecitas sin tiempo.

En la mano, un mapa de la ciudad que siempre quiso conocer, sobre su pecho, el escarabajo tan querido que cada vez más se enlazaba a su vida, en la cartera, la cigarrera labrada…y en su corazón, la mágica sospecha de que algo muy bueno ocurriría al final del día.

La mañana se disponía para ella con todo su esplendor. Sus ojos se esmeraban buscando entrever señales, secretos, signos que le dijeran hacia dónde, cuándo, qué… Las horas transcurrieron blandamente. Sin considerar el cansancio que podría sentir, haciendo uso de su empolvado francés y obedeciendo los letreros de las calles, pronto llegó a su inevitable destino: el Louvre…

Con sus contrastes insolentes y su promesa de eterna persistencia, el museo se le presentaba como el sitio ideal para terminar de compaginar y darle un marco adecuado a la ceremonia de reencuentro del escarabajo y la cigarrera. Sabría por fin dónde culminar aquella historia de amor inconcluso y eso la hacía sentir feliz.

Si bien siempre quiso recorrer detenidamente cada una de las galerías de aquel templo del arte y de la historia (para ella, amante de las antigüedades, estar allí era como estar en el corazón del paraíso) sin dudarlo se dirigió directamente al Departamento de Antigüedades Egipcias.

Egipto Copto, Faraónico o Romano…tres posibilidades en que se abría su búsqueda y a las que decidió responder comenzando por Egipto Faraónico, supuso que sería allí donde estaba el original de su escarabajo.

Recorrió varias salas entre estatuillas, utensilios y amuletos. Encontró varios escarabajos de cuarzo pero no eran como el que lucía sobre su pecho. Aquellas maravillas la hipnotizaban y la iban sumergiendo poco a poco en un mar de ensoñación que la fue poblando de un íntimo bienestar. Aquél mundo de reliquias la atrapaba, haciéndole volar la imaginación y la sensibilidad hasta llegar a sentir que podía casi tocar a quienes habían labrado aquellas piedras y pintado aquellos trazos.

De repente, en una vitrina con muchas otras joyas y amuletos, allí estaba, entre las pertenencias del Rey Amenemhat III, hecho de oro, vidrio y madera…el original de su escarabajo, que simbolizaba la reencarnación y las fuerzas del movimiento del sol. Sintió una profunda emoción y una extraordinaria conexión con aquellas dos personas que en ese mismo lugar, varias décadas atrás se habían encontrado frente a aquel mensajero de dioses iniciando juntos la que ya era parte de su propia historia.

Contempló extasiada aquella pieza por largos momentos, buscando atravesar, si hubiera sido posible, el cristal que separaba sus manos de aquellas texturas. Mientras la observaba, acariciaba, en compensación, la lisura de “su” propio escarabajo, que, desde su solapa competía en belleza con su gemelo.

Entre la semipenumbra de la sala, recién advertido por la anticuaria que se despertaba suavemente del encantamiento, un hombre alto, de ojos amables, claros y penetrantes le sonreía como celebrando también por un reencuentro.

- Hermosa y mágica coincidencia – dijo…mientras a Laura le subía imprudente y delatora la sangre hasta sus mejillas.

- Son prácticamente idénticos – se apuró a aclarar el hombre para justificar con inocencia su intromisión.

Con acento claramente compatriota, aquel extraño de aspecto afable y algo entrado en años decidió presentarse sin más trámites, buscando diluir con su simpatía la sorpresa de la mujer.

- Florián Dálman Suárez – dijo, extendiendo al mismo tiempo su mano - es una alegría encontrar a alguien a quien le entusiasmen como a mí estas antigüedades. Y además, una satisfacción extra que hable el mismo idioma…el francés no es muy fuerte y para comunicarme aquí, realmente tengo que hacer un gran esfuerzo – agregó con muestras de gran sinceridad.

A estas alturas Laura estaba sonriendo, su corazón maravillosamente agitado, con la mano de Florián entre las suyas, repasando mentalmente las iniciales (F,D,S) del nombre que ya nunca más le sería extraño…mientras pensaba maravillada en los vericuetos que hizo el destino para conducirla hasta ese preciso lugar, en ese preciso momento…

(…de la misma manera que a mí me guió para narrar estas historias…)


FIN


17 comentarios:

  1. Supongo que has leído el Alquimista.
    La conclusión es la misma: vueltas y vueltas, para llegar a donde hay que llegar.
    Precioso, Neo.

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  2. Un final magnífico para esta historia tan romántica. Me has hacho palpitar el corazón al sentirme dentro de la trama. Gracias amiga por tu elocuencia y buen hacer.

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  3. Buen relato.

    lo de la tabaquera con mala suerte, te decìa, yo creo que lo leì alguna vez.

    El final, una vuelta del ciclo.

    Bien escrito.

    Un abrazo.

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  4. Cierto: a veces el azar parece predestinado...

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  5. Que bonita historia me gusto, engancha desde el principio al final, con la conclusion de que por muchas vueltas el destino nos tiene ya marcado el final.
    Primavera

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  6. la reencarnación es un tema literario hermoso, a veces también le uso. Da la oportunidad de una segunda vez, de recuperar días y noches perdidas, desaprovechadas
    Confidencialmente te confieso que Abril y yo estamos por la tercera reencarnación,y cada día más felices de habernos encontrado en la primera
    Un beso

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  7. Si bien ya lo había leído, me apeteció volver a leerlo. Muy disfrutable, sobre todo, porque tiene esos vericuetos en los que la vida a veces nos sumerge y nos hace emerger nuevamente.
    Como se dice vulgarmente, lo que es para uno, es para uno. El destino muchas veces nos sorprende.
    Besitos al vuelo!
    Gaby*

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  8. Por Dios Mónica jajajaja, esa no es la auténtica definición de pardillo, esa me la he inventado yo
    pardillo es un pájaro, muy extendido por europa, pero el doble sentido se aplica para definior a "personas ingénuas"
    un beso

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  9. Me ha gustado el final. Vibrante. Esperando tus entradas...te envío un abrazo desde Madrid.
    Saludos.

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  10. para nada Mónica lo eres, es un término que desconocías y la ingenuidad que pudieras tener no es la aplicable al término...
    no sé si he sabido explicarme adecuadamente :)

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  11. Me ha gustado mucho tanto el desarrollo como el final de la historia
    He podido seguir y sentir todas las emociones de las que has impregnado sus personajes y situaciones.
    Eres una gran narradora.
    Un besito

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  12. ¡Hola Neogeminis!
    Una historia, guiada por el corazon y el destino.
    Muy bonita.

    Saludos de J.M. Ojeda

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  13. Leer historias de amor tan maravillosas como esta es un privilegio y por mi puedes reeditarla todas las veces que te plazca. :D

    Entre joyas y grabados, me quedo con tu particular modo de contar. Eso si que es todo un tesoro.

    Abrazotess

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  14. Caminito, caminito llévame a casa despacito.

    Beso. No sé qué parte me ha gustado más, supongo que no puede dividirese NI SE DEBE! Gracias, ha sido un deleite.

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  15. Hola Moni!
    Por más que queramos manipularlo, el destino siempre tiene la última palabra...
    Bella historia.
    Besos!

    RoB

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  16. Aún sabiendo el principio y el final de una historia, lo bello y lo emocionante está en los detalles que hacen que sea única e irrepetible.
    El azar no juega a los dados con nosotros, por mucho que lo diga la teoría de juegos.
    Besotes y hermosa historia y se lles los tres pasajes con un café en las manos, sabe maravillosa.
    Besotes y formidable fin de semana.

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  17. !Qué me ha gustao Neo!, muy bonito el relato... una historia romántica donde el final es un nuevo principio: eso me ha encantao !qué genial!.
    Aquí mientras te escribo el comentario estoy viendo el comentario que te ha dejado mariajesusparadela (que por cierto, en esa foto, se parece muchísimo a mí de pequeña con el uniforme del colegio), y, tiene razón, es cierto, como en el Alquimista.
    Sí, muy muy bonito

    Mil besitos, corazón.

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