jueves, 14 de diciembre de 2023

CADA JUEVES UN RELATO: ...Y SI?

 Me sumo con el siguiente relato a la particular convocatoria que esta semana nos deja Mag desde su trastienda. Dar clic aquí para leer todas las historias


EL VIEJO ARMARIO




Después de varios años regresó sola a la casa vacía. Su hermano la había mantenido casi sin cambios después que sus padres fallecieran y ella formara su propio hogar. Esa tarde, recorriendo en silencio las estancias sombrías, decidió iniciar el proceso postergado de vaciar el antiguo ropero de tres puertas, donde viejos objetos y algunas ropas de cama aún parecían conservar aromas de un tiempo lejano.

Tratando de no sumirse en el juego tramposo de nostalgias y tristezas frente a la luna empañada del espejo, intentó concentrarse en la organización de lo que decidiera o no conservar. Aún sin proponérselo, leves recuerdos de situaciones pasadas fueron despertando a medida que repasaba con sus manos los hilos de las viejas sábanas y demás reliquias olvidadas. Pese a no quererlo, al toparse con la prolija letra de su padre trazada sobre viejos papeles amarillentos y con el dobladillo a medio hilvanar de una inacabada funda de almohada doblada junto al costurero de su madre, un par de lágrimas contenidas insistieron en asomar. De repente sintió pena por el tiempo ido y por aquellos rostros que jamás volvería a contemplar.

Mientras desempolvaba y enceraba la madera reseca del viejo armario, siguiendo un impulso que no alcanzó a reflexionar, desistió de su proyecto inicial de deshacerse de todo y volvió a colocar cada cosa tal como había quedado guardada hasta ese momento.

Luchando por reacomodar cajas y telas en los profundos estantes del viejo mueble, de repente y sin que comprendiera cómo, una muy nítida visión de su infancia le fue concedida desde el fondo del añoso ropero: a modo de ventana inter dimensional, en lugar de la madera recién encerada, ante sus ojos absortos e incrédulos se reprodujo con absoluto realismo una de las habituales escenas mañaneras de su niñez en la que su padre saludaba presuroso desde la puerta mientras se iba al trabajo y su madre, atenta a todos los detalles, acomodaba el moño en la cabeza de su niña que salía para la escuela, justo antes de ponerse ella a limpiar el zaguán.

Desde esa tarde, cada vez que ella vuelve para reacomodar las cosas de su interior, el viejo armario repite su magia y sin orden aparente decide sorprenderla con alguna otra nítida y fugaz escena vivida en aquella misma estancia, frente a la mágica luna de una de sus puertas.


46 comentarios:

  1. Esa escena que describes que bien me la conozco, tengo en un armario con muchas cosas de mis padres, y cuando lo abro y lo recoloco, mi mente se llena de imágenes.Una emoción ha sido leerte. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entonces tu armario también tiene algo de esa magia... Muy afortunada! Un abrazo y muchas gracias por leer con atención Campi

      Eliminar
  2. Son recuerdos vivos, no se van, siguen impregnados y asoman cuando nos acercamos, y nos gusta, nos permite no olvidar detalles. Un abrazuco

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La memoria puede ser un tesoro importante que nos hace menos dolorosa la pérdida. Un abrazo Ester. Muchas gracias por la atenta lectura

      Eliminar
  3. Después de algún tiempo encontrarse con muebles, ropa, me refiero a cosas inanimadas que un ser querido mientras estuvo le dio vida, es un sentimiento difícil de expresar en palabras sobre todo cuando vienen esas imágenes donde te ves interactuando. Esta es la imagen que me mostró tu relato.

    ¡Ojala siempre fuera un regalo!

    Un abracito Moni :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bien lo has descrito, Cecy. Me alegra que te llegará el relato. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención y comentar con tanto sentimiento

      Eliminar
  4. Aferrarse al pasado suele no ser rcomendado, con cierta razón.
    Pero en este caso, el armario le permite conectarse con algo vivido, que sigue siendo importante para la protagonista.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces uno sueña con encontrar algo de esa magia. Gracias por leer, Demi. Un abrazo

      Eliminar
  5. Es precioso. Ojalá hubiera armarios así, que nos regresaran a ratos concretos del pasado.

    Muy bien narrado. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te gustara, Albada. Seguro que sería muy reconfortante tener ese consuelo. Un abrazo y muchas gracias

      Eliminar
  6. Qué bonito y qué tierno revivir esos momentos, ojalá pudiéramos.
    Besitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sería muy gratificante, seguro. Muchas gracias por tu visita, Noelia. Un abrazo

      Eliminar
  7. A pesar de todo lo que se diga, la nostalgia no es mala compañera, cuando lo vivido solo refleja facetas luminosas.
    Hacemos lo posible, porque nuestras hijas y nietas, tengan la misma sensación que tu protagonista.
    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Es cierto Juan, de eso se trata la vida, quizás, de dejar marcado un camino de buenos recuerdos. Un fuerte abrazo y gracias por acompañarme.

    ResponderEliminar
  9. Me gusta especialmente esta frase:

    “y con el dobladillo a medio hilvanar de una inacabada funda de almohada doblada junto al costurero de su madre”.

    Nítidas y fugaces escenas de vida que se repiten en cada acceso al armario. No podía ser más evocador. Ojalá pudiese alargarse tu relato para que siguieras describiendo escenas entrañables de otra época, que se supone siempre feliz y dichosa.
    Muy buena tu aportación al reto, Moni. La mía es

    https://marcosplanet.blog/el-observador-de-mundos/

    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Marcos por hacerte eco de una frase que me resultó muy evocativa: nada tan palpable de una ausencia como el rastro de algo a medio hacer. Ya pasaré a leer tu aporte. Un abrazo

      Eliminar
  10. Tienes un don para la composicion fotográfica y otroas grande aún para sumergirnos en la nostalgia. Esta vez aderezada con un poco de magia , no sabemos si interdimesional o generada por los recuerdos escondidos, pero da igual, porque el resultado es igual de brillante.
    muchísimas gracias por la postal navideña, que en breve incorporaré al blog
    besooo, Monica

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Agradezco tu sensibilidad, Gabi. Tanto para leer como para apreciar el collage se necesita buena disposición y es por eso que valoro mucho tus impresiones y comentarios. Un fuerte abrazo

      Eliminar
  11. Has plasmado de manera tan conmovedora la nostalgia y magia que se esconde en esas memorias familiares... La descripción del viejo ropero como un portal a escenas del pasado añade un toque tan personal. Mis felicitaciones, tu relato llega al corazón.
    Un abrazo fuerte!

    ResponderEliminar
  12. Cuánto me emociona tu comentario, 712, muchísimas gracias!Celebro haber logrado conmover. Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Realmente es un desafío al que nos enfrentamos cuando pisamos un piso viejo con el olor a vivencias, a pesar de que sus ocupantes hayan desaparecido. No te digo si hay objetos, armarios con alguna ropa, muebles que no se han tocado en años. Es como si todo objeto fuera mensajero de quienes habitaron allí y al tocar o mirar cada uno se nos vinieran las imágenes de golpe de los ausentes, o las conversaciones, o los olores...en fin, y sin embargo mi percepción es siempre positiva, nada dramática, nada huidiza. Es un tema fascinante el que planteas, Neo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que parte de la gente se queda ahí, en las cosas que usaron, escribieron o disfrutaron. Y el reencuentro con ellos se logra si agudizamos nuestra percepción al tocarlos, leerlos o apreciarlos. Gracias por leer Fackel. Un abrazo

      Eliminar
  14. Qué preciosidad Mónica. Aunque te confieso que me sentí compungida pues me trajo a la mente el armario de mis padres y ese momento tan doloroso en el que no tienes más remedio que abrir sus puertas y despertar al mundo de los recuerdos. Y a pesar de ello me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Comprendo, Nuria. Casi todos hemos pasado por algo así y creo que por eso, precisamente, nos toca de cerca. Me alegra que te. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención

      Eliminar
  15. qué bonito escrito Mónica, cuanta sabiduria pones en lo animado e inanimado, cuanto amor Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me emociona que así lo sientas, Rodolfo. Nació tal cual lo sentí. Un abrazo y muchas gracias por tu constante cercanía

      Eliminar
  16. Un armario que literalmente encierra recuerdos. ¡Me encantó, Neo!
    Todo un tesoro.
    Un besazo y feliz finde

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que sería un gran consuelo hallar algo así. Gracias por leer Dafne. Un abrazo

      Eliminar
  17. Una maravilla de relato que me ha emocionado porque hace poco tuve que hacer igual que tu protagonista y como ella, cada cosa que encontraba la volvía a dejar en su sitio, En la vida hay que buscar el momento en que estés dispuesta para ese terrible desapego.
    Un texto tan real que me hizo resbalar las lágrimas.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me conmueve haberte emocionado, Tracy. A todos nos sensibilizan estos trances. Un abrazo y muchas gracias por leer

      Eliminar
  18. Que bonita historia Neo! Llena de amor y nostalgia! Quien pudiera tener un portal así para meterse de nuevo uno en sus recuerdos? Un abrazote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te gustara Marifé. Un abrazo y muchas gracias por tu atención

      Eliminar
  19. Realmente hermoso relato, es muy triste observar los objetos que pertenecieron a los padres que ya no están, a veces uno desearía volver a tenerlos, abrazarlos, es mágico poder revivir algunos momentos de la infancia de esa manera, aunque sea solo un recuerdo vívido, me gusto mucho.
    Un abrazo Mónica.
    PATRICIA F.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto. Al menos con la posibilidad denitidez de los recuerdos uno se conforma. Un abrazo, Patricia. Me alegra que te gustara. Muchas gracias

      Eliminar
  20. Ha sido un placer leerte. Me ha emocionado porque comparto ciertas emociones.
    Esta semana no he podido participar porque tengo familia en casa y menos tiempo. Intentaré leeros hoy en un rato.
    Muchísimas gracias por la foto. Me veo bien presidiendo esa mesa. Sobre todo me gustó veros las caras aunque no sé quién es quién.
    No quiero caer en el tópico ('Feliz Navidad'), te deseo una fiestas serenas, en buena compañía y salud para poder disfrutarlas. Un abrazo!
    lady_p

    p.d. ¿Habría alguna posibilidad de abrir un espacio dónde dejar una felicitación para los miembros de 'relatos jueveros'? Estaría bien...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lady -p. Me conmueve comprobar que la historia logró emocionar. Eso quiere decir que resultó efectiva a la hora de transmitir lo que me inspiró al escribirla. Es un gran aliciente. Me alegra también que te haya gustado la tarjeta navideña. Si te fijas en la tercera foto de conjunto en la que aparecen los números, podrás identificar quién es quien. No se me ocurre cómo transmitir un mensaje de salutación general que no sea desde el blog que eventualmente organice la convocatoria semanal o desde el tuyo propio. No manejo redes sociales y el Facebook juevero que hubo en su momento creo que ya no está activo. Un abrazo y muchas gracias por tu entusiasmo

      Eliminar
  21. Hola Mónica, tu relato está escrito desde el sentimiento que, además, tenga el color rojo en sus letras lo hace todavía más intenso. Unas palabras de nostalgia, pasado y vida al mismo tiempo, creo que le has dado una vuelta al reto de Mag, te ha quedado muy bien.
    Un abrazo. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que así lo sientas, Merche. Un abrazo y muchas gracias por tu amable comentario

      Eliminar
  22. Ay!...

    El armario antiguo de tres puertas con espejo es tan parecido al de mi abuela. Cuantos recuerdos me has traído. En ese armario me escondía a veces sólo por el gusto de escuchar como me buscaban todos por la casa. Era un armario inmenso para mi tamaño y era fácil ocultarse entre los pantalones y las chaquetas de paño de mi abuelo, debajo de las mantas, o detrás de los vestidos de mi abuela. Ellos ya no están, pero el armario quedó en la casa familiar y me los recuerda.

    Como este de tu relato, que sin duda muestra su magia para que la protagonista no se desprenda de esas sábanas de hilo que seguro son hermosas.

    Precioso relato y muy emotivo. Es un gusto leerte, Monica.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuánto me alegra tu comentario, Ardilla. Pese a las distancias nuestros recuerdos no difieren mucho, más allá de los localismos. En substancia, los mismos sentimientos nos emocionan y condicionan nuestros recuerdos. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención y emoción

      Eliminar
  23. No consigo ver esos números identificativos, sólo puedo acceder a una foto. Pero gracias por el trabajo.
    Un abrazo!
    lady_p

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una foto en gris con números en rojo justo antes de las fotos individuales

      Eliminar
  24. Hola, Moni.
    Has ido tejiendo una serie de fotogramas envuelta en una magnifica sinfonía de sentimientos y emociones. Pasito a pasito, con cada pliegue de ropa, se tañe un recuerdo, una remembranza que hace que la protagonista aparte su melancolía hacia la sonrisa inocente de su niñez.
    Es fantástico :-)

    Millones de gracias por sumarte a la convocaría. Te pido disculpas por llegar tan tarde pero si llego a tiempo para desearte una Feliz Navidad .-) con todo lo que eso significa :-)
    Un besote enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nada de tarde. Lo importante es ponerle ganas tanto al escribir como al lee. Muchas gracias por tu tiempo y dedicación. Feliz navidad para vos también Mag

      Eliminar
  25. Paso pro aquí a desearte feliz Navidad . Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te agradezco el gesto y lo retribuyo, Chelo. Felices fiestas y muchas gracias por tu visita

      Eliminar