Me sumo con la siguiente historia a mi propia convocatoria. Pasar por el post anterior para leer todos los relatos.
RINCONES: Candilejas
-Ya pasará, sólo un minuto más y
se irá sin más trámite, como acostumbra-
Se concentra en las ajadas fotos
montadas en el borde de la marquesina mientras las torpes sacudidas hacen
crujir el descascarado tocador. El olor acre del sudor ajeno la asfixia y le
repugna, pero lucha contra ello. No quiere mostrarse vencida. Ella es fuerte,
sabe a lo que se expone y sólo se concentra en una eventual venganza. Cuando sea
famosa y logre salir de aquel agujero podrá tomar revancha. Pero mientras
tanto, debe pagar su precio. Lo sabe y lo consciente aunque quisiera huir. Escapar.
Salir corriendo de aquel hediondo camerino mientras el baboso gusano se saca
las ganas. Pero no puede. Si de verdad desea triunfar en ese mundo de bailantas
y varietés tiene que ceder. Eso ha aprendido y a duras penas ha logrado abrirse
paso en medio de tanta mugre. De oscura bailarina del fondo ha conseguido en
poco tiempo tener su propio número. Un pequeño sainete de dudosa gracia
ambientado entre toreros y gitanos en donde logra desplegar su arte. Es poco, según
se mire, pero a ella le basta por ahora. Más adelante verá, tal vez logre
convencer al vejete de armar un cuadro más digno, con escenografía propia y
luces que la sigan por el escenario mientras asombra al público con su voz de terciopelo
y poses de diva.
Listo, por fin acabó. Siempre lo
remarca con un gangoso resoplido. Ahora se va, apurado por ir a contar la
recaudación del día. Se aleja del camarín ajustándose el cinturón con una mano y
sosteniendo con la otra su chaqueta percudida. Lamentablemente queda su olor. Turbio
y repulsivo impregnando todo lo que toca.
A falta de aire fresco que lo disipe ella apela a su colonia floral,
excesivamente dulce quizás, pero efectiva para diluir rastros que la perturban.
Mientras retoca resignada su
rouge frente al espejo se deja llevar por el recuerdo de lo que fue su
despertar escénico, cuando la niñez le rondaba y su cantar aún brotaba diáfano en
su garganta.
Que pena que no siempre las cosas sean como se sueñan, un relato que nos va impregnando no del olor descrito, si de la tristeza que existe entre bambalinas. El que sea triste no le resta calidad a tu aporte, que es magnifico. Un abrazo
ResponderEliminarAgradezco mucho tu amable comentario Ester. Un abrazo
EliminarPerfecta descripción de un antro, donde muchas mujeres se ganan la vida, el espacio y el querer hacer una carrera que ese olor a mala gente se impregna de tal manera que si sale vida, es un milagro.
ResponderEliminarCuando un texto transporta hasta el olor al lector es porque es sublime.
Un abrazo Moni :)
Me alegra que te haya gustado Cecy. Surgió casi sin quererlo al concentrarme en esa imagen. Un abrazo
EliminarTu relato refleja la perra vida que llevaba aquellas mujeres que se venían del pueblo con fantasïas de llegar a ser grandes artistas, que luego quedaban en nada..
ResponderEliminarun abrazo
Historias universales que reflejan los viejos sometimientos. Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarUn texto que esta muy en boca de documentos de actrices con cierta edad que se han decidido hablar de sus comienzos.
ResponderEliminarTodo lo que describes ellas de propia voz lo han hecho, muchas han llegado a ser estrellas, pero para ello han tenido que pagar un coste, su cuerpo de hombres babosos y repugnantes.
A día de hoy espero que una actriz sea cual sea su papel en él las artes escénicas , creo que no debería pasar por esas manos, hay que valorar el trabajo ,y estos mamarrachos liquidarlos de una vez por todas. Un texto real cien por cien.
Besotes.
Una lacra con la que se viene avanzando mucho, pese a los excesos que pudieron darse. Un abrazo, Campi y muchas gracias por leer con atención
EliminarLa vida de una de las tantas mujeres que sueñan con triunfar en el espectáculo y mientras sueñan con ello deben ceder a los deseos de quienes con su poder fingen poder ayudarlas.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu historia y como la contaste, felicitaciones.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Te agradezco y celebro que te haya gustado, Patricia. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarQué descarnado texto. Esa artista, ante el mugriento espejo, prepara un futuro que no sabe si llegará. Tal vez la voz ya no le permita llegar a sus aspiraciones.
ResponderEliminarMuy triste, con un buen ritmo. Un abrazo, anfitriona.
Me alegra que el texto logrará su cometido: llegar descarnadamente. Te agradezco por la amabilidad y la atenta lectura. Un abrazo
EliminarAfortunadamente, ya hay mujeres que han dicho ¡basta!, y estos mugrientos y asquerosos personajes están llamados a desaparecer.
ResponderEliminarA pesar de los palos en la rueda, algo se ha conseguido.
Brillante y pedagógica entrada.
Besos.
Muchísimas gracias Juan por tu visita y comentario. Coincido. Algo se ha avanzado en esto de cortar lo que en secreto se callaba. Un abrazo
EliminarUn relato muy triste que deja patente el machismo. Cuántas mujeres han tenido que soportar estos abusos, terrible.
ResponderEliminarBesos.
Soportar y consentir. Muchas veces las mujeres optaban conscientemente por aguantar para avanzar en su carrera. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención Noelia
Eliminarla cutrez ya se respira antes de empezar, viendo la foto. luego se ven hasta los descasacarillados del esmalte del mueble, y alcanza la superlativez cuando se revela lo que no refleja el espejo. Un contraste terrible con lo que sale en escenario.
ResponderEliminarbrillante decadencia.
besosss monica
EliminarMe gusta eso de brillante decadencia. Coincide con lo que intenté transmitir. Un abrazo gabiliante y muchas gracias por leer con atención
Tremendo relato de una íntima confesión! Su sueño es su objeto y hará lo que haga falta para conseguirlo! No pierde la fuerza ni la esperanza! Aunque el triste tono y el entorno tan sórdido no auguran un buen final! Excelente relato! Me ha encantado Mónica! Un abrazote!
ResponderEliminarMe alegra y te agradezco por tu atenta lectura Marifé. Un abrazo
EliminarHola Mónica, qué buen relato porque dices mucho sin tener que expresar abiertamente lo que tu protagonista está viviendo, genial escrito, utilizas las palabras exactas, no te recreas en la acción repugnante del baboso, solo cuentas cómo se siente ella. Muy bien escrito. Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Me alegra que te guste y no te haya parecido demasiado evidente la parte desagradable. Uno se siente cohibida con la manera de encarar ciertos temas. Un abrazo
EliminarMuy bien descrito ese rincón y el camerino en general, sobre todos los olores que parecen llegar hasta aquí. Una historia dura pero por desgracia cercana a la realidad. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Agradezco tu visita y comentario, lady, como así tu participación juevera. Un abrazo
Eliminarese olor que persiste aún cuando ya no este su propietario, dice tanto de la persona, hace años alguien me dijo que el perfume que usaba es aquel que te das cuenta que le lleva cuando ya no esta a tu lado.
ResponderEliminarUn abrazo
y...que hoy Dios reparta suerte en tu pais
Acertada reflexión. Muchas gracias por los buenos deseos y tu cercanía, Rodolfo. Los necesitamos! Abrazos y gracias por la atenta lectura
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