jueves, 1 de junio de 2023

CADA JUEVES, UN RELATO: Trampas, engaños e impostores

 


EL IMPOSTOR

A estas alturas ya no le cabía ninguna duda: ése que estaba frente a ella  simulando leer y beber café no era él, su marido desde hacía cuarenta años.

Alguien o algo había tomado su lugar sin previo aviso, mimetizándose en su cuerpo con sutileza, sin evidenciar ninguna anomalía que lo delatara más allá de esas nimias alteraciones que la pusieron en alerta y por las que ya podía confirmar la impensada mutación. El leve declinar del tono de voz al final de cada sentencia, la inusual curvatura de la comisura de la boca justo después de dar el primer bocado, la extraña posición que asumía su meñique izquierdo al tomar la cuchara, su gesto de desaprobación inclinando la cabeza hacia atrás cuando algún comentario extravagante surgía en algún programa de televisión… todas pequeñas sutilezas que sólo alguien como ella -perceptiva al extremo y sostenida por la larga convivencia- podía evidenciar.

Tenía que reconocer que en los trazos gruesos, la simulación que el impostor había logrado era casi perfecta. Se movía y hablaba, en líneas generales, como su marido, pero en los detalles mínimos, en esos leves gestos en los que la subyacente personalidad surge sin filtros y en forma espontánea, se notaba que algo estaba mal, que había dejado de ser él para convertirse en algo siniestro y peligroso.

Su proximidad le hacía erizar los vellos de la nuca y el más leve roce la alteraba al punto que su corazón latía a mil por hora. Entre el miedo y el rechazo sentía que nada bueno había en aquel extraño, por lo que su estabilidad emocional iba perdiéndose cada día mientras la extraña metamorfosis avanzaba sin que nadie más la notara.

La causa de semejante transformación no había podido descubrirla. Tal vez fuera un virus, una invasión alienígena o alguna fuerza demoníaca aflorando desde lo profundo. Cualquier razón era lo suficientemente preocupante como para hacerle suponer un sinfín de efectos indeseables que solo ella estaba en condiciones de detener. Debía hacer algo. Algo radical y efectivo. Y debía hacerlo pronto.

La oportunidad se le dio cuando el impostor rompió el silencio del desayuno pidiéndole la manteca con mueca inocente. El destello antinatural que advirtió en su ojo derecho fue el detonante. El viejo cuchillo para untar, el arma mortal que ella utilizó con la velocidad de un rayo.


Para leer todos los relatos, pasar por el post anterior.

26 comentarios:

  1. Perceptiva y agil, que conocía cada pequeño gesto o rasgo de su marido.
    Me ha gustado, entre otras cosas, por la agilidad y montaje psicológico con trazas alienígenas que has armado en está interesante historia.
    Un abrazo, Mónica.

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    1. A veces la locura domina las mentes --en apariencia equilibradas- precipitando las tragedias más impensadas! Gracias por leer José Luis. Y gracias también por sumarte a la propuesta. Un abrazo

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  2. Pareciera estar leyendo la antesala de una invasión alienígena. Muy bien como lo has trazado, una esposa conoce esos pequeños detalles y ella se dio cuenta muy rápidamente que el de enfrente no era su marido.
    Ahora la rapidez con la que le ejecuto es una obra maestra.
    ¿Quién sabe si en realidad no estemos en ese proceso ? Un besote, feliz noche.

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  3. Quisiera creer que no!jaja más bien apuesto a que todo resulta ser producto del delirio de este personaje que cree ver en gestos inocentes, la prueba de que su marido ha sido suplantado por algo extraño y peligroso. Gracias por leer Campi. Un abrazo

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  4. Tiene para mi entender varias interpretaciones, si quiero ser mas surrealista le vamos a dar la mano a cualquier espíritu de procedencia extraña que se metió en el cuerpo de su marido que ella tanto conoce. O sin ninguna culpa lo conoce tanto que fue una buena oportunidad para alegar eso y simplemente deshacerse de el. Puede que el pobre hombre solo haya sido victima de una locura demasiado avanzada....

    Por lo pronto yo me he entretenido un rato :)

    Un abrazo Moni.

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    1. Jeje ya con eso me doy más que satisfecha Cecy! Un abrazo y muchas gracias por leer

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  5. Puede ser cualquier ente,nos dejas con varias opciones, entre alguien de fuera, el sueño del personaje o la imaginación de su autora, nos queda suponer que el cuchillo pone punto y final y el personaje se esconderá por los siglos... o no. Un abrazo

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    1. Cualquier opción es válida Ester jaja. Gracias por leer. Un abrazo

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  6. Quedan abiertas diversas opciones. Me encantó cómo emprendes el reto.

    Un abrazo

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    1. Te agradezco Albada. Me alegra que te gustara. Un fuerte abrazo

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  7. Madre mía que momentos hasta descubrirlo y gracias que por un simple ojo se dio cuenta que era una metamorfosis.
    un relato que mantiene la tensión hasta llegar al punto.
    -No te conocía te he descubierto desde el blog de Cecy.
    Un abrazo

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    1. Bienvenida Bertha. Me alegra que hallas llegado y encontrado algo que te gustó. Los encuentros jueveros están abiertos para quien quiera sumarse. Estás invitada! Un abrazo y muchas gracias

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  8. ¡wooooow y trácate, finiquitado el marido! Muy buen relato. Besos

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    1. Te agradezco, Myriam. Esta vez el relato me salió bien truculento. Pobre tipo! Jaja. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención

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  9. no se como actuaría ante un hecho tal y como narras. Cuales serían sus verdaderas intenciones?, no buenas tras la transmutación en curso. Resumiendo un tiro es más rápidp que una cuchillada Un abrazo

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    1. Jajaja cierto! El impulso no le dio tiempo a nada más efectivo que un cuchillazo... Aunque se trate de un romo cuchillo para untar! Gracias por leer Rodolfo. Un abrazo

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  10. Jajj, con el cuchillo de untar mantequilla, ese de punta redonda, tuvo que sacarle el corazón a paletadas.
    Yo creo que se trata de una invasión alienigena. Además, la mujer había visto " la invasión de los ladrones de cuerpos" el día anterior. Ah, no. Que eso sería más indicativo de un desequilibrio mental.
    En cualquier caso, como dicen Colombo y Poirot, lo importante son los detalles.
    ¿ y qué me dices de cuando ves algo diferente pero no puedes concretar exactamente qué es?
    Besoss y gracias Monica

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    1. Siiii creo que a esa pobre paranoide la locura se le fue a la cabeza y el santo del marido sufrió las consecuencias jaja. Creo que has sido quien interpretó la historia tal como intenté escribirla, un delirio surgido de la mente enferma de alguien que comenzó a ver conspiraciones y peligros donde sólo había rutina y apatía. Gracias por leer con atención Gabi. Un abrazo

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  11. ¡Vaya un desayuno accidentado! Muy inquietante tu relato! No me imagino como debe ser la experiencia de comprobar que alguien suplanta a una persona tan cercana como la propia pareja! Nos has mantenido con la intriga hasta el final! Me ha encantado tu relato! Todo un impostor el coprotagonista! Un abrazote Neo!

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  12. Me alegra que te gustara y que haya conseguido mantenerte en vilo. Un abrazo y muchas gracias por ser parte del encuentro, Marifé

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  13. Me recordó a la temática de Philip Dick, con respecto a la paranoia sobre infiltrados, invasiones extraterrestres, que a veces son alucinaciones, otra son verdaderas. Los ojos tienen la precisa, es un cuento en que un personaje cree descubrir las claves de una invasión extraterrestre. Y sucede que no capta las metáforas en un libro que lee, que encontró en una plaza-
    Tu relato tiene una ambigüedad, de no saber si la protagonista tiene un delirio o si algo de razón en lo que ella cree, que su esposo fue reemplazado por un impostor. Y si ella tiene razón, es para preocuparse.
    Y aun si fuera el esposo, podría estar ocultando algo.

    Muy bien planteado tu relato. Un abrazo.

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    1. Te agradezco este pormenorizado análisis que me honra y estimula. Esa ambigüedad de la que hablas es la quise mostrar tanto en los personajes como en la conclusión a la que llega la protagonista. Me alegra que te gustara. Un abrazo

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  14. Me ha dejado con ganas de más pistas, pero para ti con esa del desayuno fue determinante y tampoco diste mucho tiempo a la divagación para acabar con el impostor: fue fulminante-
    Me gustó este relato psicológico y rápido en su resolución.
    Besos

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    1. Celebro que te halla gustado Tracy. Muchas gracias por leer con atención. Beso grande

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  15. La aterradora pregunta que tendrá que hacerse ahora la protagonista es: ¿qué ocurrió con su marido, el de verdad? Y luego vendrán otras cuestiones, como plantearse si hay más criaturas suplantando otras identidades. ¡No podrá bajar la guardia!
    Me encantó la convocatoria, Neo.
    Un besazo

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  16. Muchas gracias Dafne. Siempre es grato anfitrionar un encuentro con participantes tan creativos y entusiastas. Un abrazo

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