Acorde a la premisa -bastante apurada- paso a dejar mi aporte para la convocatoria de este jueves. L@s invito a pasar por el blog de Campirela, que reemplaza con generosidad a nuestra querida Dorotea quien no ha podido anfitrionarnos por razones familiares. Aprovecho para dejarles a ambas un saludo y agradecimiento muy especial.
PRISAS
Corres. Presientes
que no llegas,
que vives retrasado,
que debes imponerte,
que todo se te escapa
y el tiempo te sumerge.
Te lanzas de la cama en
un brinco que te impulsa.
Te urge lo acuciante.
Ni sientes donde pisas.
No miras el espejo y
te agitas excitado.
Corres. Vislumbras la
debacle
que a veces se diluye
si luchas por moverte.
Resoplas cuando
puedes, sorbiendo de ese aire
que sabes que rodea
tu apuro omnipresente.
No adviertes cómo
huele. No aspiras una rosa
ni sabes de
fragancias. Tampoco de colores.
Corres. Te afanas por
lo urgente.
No miras otros ojos.
No palpas y no sientes.
No atiendes ni los
trinos ni el canto de otra gente.
No sabes lo que
buscas. Tan sólo que está enfrente.
No escuchas ni
meditas. Reaccionas programado:
distingues sólo agujas
de relojes en tu mente.
Llegas. O así lo has
consignado.
Se aquietan tus
histerias. Se calman ansiedades.
Adviertes en el mundo,
registro de otras ritmos
contrarios al apuro con que te has guiado.
Después de tanta
urgencia, es tiempo de pensarlo.
¿Qué fue lo que
aprendiste?
¿Qué adviertes en tus
manos?
¿Qué causa
defendiste?
¿Qué bienes has logrado?
¿Qué tiempo te es más
rico:
El que inviertes en
lo bueno
o el que pierdes
apurado?
Sin duda alguna el tiempo que inviertes en lo bueno el otro no nos ha servido nada más que para levantarnos dolor de cabeza y un estrés exagerado. Muchas gracias por sumarte.Un abrazo, feliz resto de semana.
ResponderEliminarFue un placer poder sumarme, Campi, me alegra haber podido llegar a tiempo! Jeje. Un abrazo y muchas gracias otra vez por hacerte cargo de la conducción.
Eliminaraplica la maxima que dice, del afan no queda sino el cansancio.... las prisas han sido causantes de accidentes en fabricas.
ResponderEliminary la prisa es eso: afan de hacer dinero.
Ya no tenemos prisa para escapar de un leon.... tenemos prisa por pagar algo....
Siii! No apuro por llegar a una meta, sino a poder cubrir lis gastos que nos genera esta vida sin sentido! Muchas gracias por leer, José. Te mando un fuerte abrazo
EliminarLo bueno es lo único importante. De los apuros nada bueno se saca, por lo que correr no sirve de nada, pues no nos damos cuenta de lo importante. Pocas veces aprendemos y casi siempre tropezamos en lo mismo, en la misma piedra.
ResponderEliminarBuen relato-reflexión.
Saludos.
Después del apuro, cuando nos sentamos a evaluar, llegamos a la misma y sana conclusión: lo importante es lo que construye y nos hace felices, todo lo demás pasa y se diluye con el tiempo. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención, José Luis
EliminarPues he de decirte que, pese a la brillante cadencia que imprimiste a tu texto, que hace que la lectura se deslice ágil y con gran premura, me fui relajando mientras te leía, ya que quise que el tiempo no fuera importante, y fuesen tus letras las que caminasen por delante...
ResponderEliminarPerdemos el tiempo corriendo sin sentido, haciendo y deshaciendo a toda prisa. Y olvidamos con frecuencia que en el trayecto está la recompensa.
Por eso yo siempre me paro a leerte con atención, pues el tiempo con tu lectura se detiene por completo.
Un abrazo estimada amiga.
Qué hermoso y elogioso comentario, Jorge. Lo valoro y agradezco mucho. Siempre es un gusto recibirte por este rincón de mis letras. Un abrazo
Eliminar¿hacer muchas cosas o hacerlas bien?, tanto correr, tanto luchar... hemos perdido la cabeza con "tanto hacer cosas".. has construido el texto con un ritmo que casi agobia :)
ResponderEliminarJeje era esa mí intención! Gracias por leer, Beauseant
EliminarSi es que con tantas prisas y a estos ritmos frenéticos, nos dejamos lo más importante por el camino. Un abrazo!
ResponderEliminarTal cual, y es triste. Gracias por leer marife. Un abrazo
EliminarEs una buena pregunta.
ResponderEliminarAunque no siempre se capta la diferencia.
Un abrazo.
Será cuestión de pensarlo con más detenimiento. Un abrazo y muchas gracias por leer Demiurgo
EliminarEn esta actualidad de mostrar(se) haciendo, conociendo, probando, visitando, corriendo, empresariando, ganando... es que te lleva a correr porque si no, la vida no alcanza. Y perdemos en el camino un montón de cosas más sustanciales (obvio que no superan el filtro de insta) y así nos vamos marchitando.
ResponderEliminarComo dijeron por ahí arriba, tiene un ritmo y una actualidad que agobia!
Te dejo besos!
Te agradezco por leer y comentar Etienne, muchas gracias
EliminarPues me ha agradado mucho el estilo del poema, Neo. Esas frases cortas que encajan y armonizan pensamiento y forma. Las leo y las recito; lo leo y lo medito. Gracias.
ResponderEliminarTe agradezco desde un aeropuerto, Fackel, descansando de las prisas propias del viaje ☺️. Me alegra que te gustara. Un abrazo
Eliminartodo un alegato en verso contra las prisas y además lo has hecho sin perder el tiempo Un abrazo
ResponderEliminarSiii... Nació a las corridas jaja. Un abrazo y muchas gracias por leer Rodolfo. Te mando un soplo de aire del Atlántico
EliminarBuenas preguntas las que haces al final. Las prisas suelen causar problemas en nuestra salud y deberíamos evitarlas al menos de una forma de vivir siempre corriendo.
ResponderEliminarBesos
Totalmente de acuerdo Tracy. Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarSi las prisas no conllevarán el Stress, por ejemplo, la prisa por llegar a la meta de un corredor, no estarían tan mal. El Stress es lo wue nos mata y nos soltera el ánimo. Realmente no es lo mismo aunque se confunde.
ResponderEliminarBesooo, Monica
Es cierto, todo depende de cómo se asuma el apuro. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención Gabi.
EliminarLa lectura, una charla o un paseo alargan el tiempo. Es el mejor antídoto contra la prisa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sabía estrategia José Antonio. Muchas gracias por leer y comentar. Un abrazo
EliminarAy, me siento tan identificada con esta lectura. A veces uno es la víctima del ritmo de vida que se ha impuesto, en nombre de beneficios que no siempre son los que más nos llenan. Las preguntas del final son las que todos deberíamos hacernos. Un gusto pasar por acá, como siempre. Un abrazo.
ResponderEliminarUn gusto recibirte, Cyn. Te agradezco por la visita y el cálido comentario. Un abrazo
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