Con bastante demora, me sumo a la convocatoria juevera que Tracy nos hace desde su blog.
A la ladrona de malvones:
Nunca supe bien por qué decías
que remabas en San Ignacio. A qué hacías referencia, a un remanso ficticio, a
un lugar real, a un momento del pasado o quizás, al dulce de leche? Me hacías reír,
sin dudas. Eran muy gráficas tus descripciones, muy divertidas las situaciones
con las que te topabas, muy perspicaces las interpretaciones de lo que pensaban
tus interlocutores. Me identifiqué con muchas de las sensaciones que tus letras
contaban desde tu blog llano y autorreferencial. Nos acercaban modismos,
experiencias cotidianas, presencias, historias y geografías urbanas. Éramos vecinas,
y así me llamabas. Agradecí desde el inicio ese sustantivo tan personal que
remarcaba el hecho que reclamaba la casi obligatoriedad de encontrarnos un día cara
a cara, más allá de la virtualidad en la que coincidíamos. Lo hicimos en varias
ocasiones y nos sentimos más que cómodas, al menos yo así lo sentí. Te imaginé
alta desde el comienzo, aun sin haberte visto, cosa que después confirmé. Al lado
de mi metro cincuenta escaso, la tuya era una estatura más que respetable. Detrás
de esa rutilante manera de contar tu mundo que tanto me divertía, descubrí en
tus ojos cierto velo de tristeza. No lo disimulaste nunca, gesto honesto que
valoré por su sinceridad y lamenté por lo que sentí que te pesaba. Después fueron
menguando tus ganas de escribir. Te faltaba inspiración, decías y yo temí que
fuera cierto. Pero no exagerabas. Nunca más retomaste el blog que tanto
disfruté cuando con regularidad y gracia volcabas tus anécdotas sin más
pretensiones que dejar fluir las palabras que quisieran nacerte. Y por supuesto
respeté esa decisión de la que nada te hizo volver. Aun esa alegría que te noté
la última vez que compartimos tarde con quien se decidió a cruzar el charco
para visitarte. Espero que lo hayan pasado bien. Que las ilusiones no se hayan
marchitado y que no haya sido la pena la que después te hizo borrar del mapa
para siempre. No respondiste a las últimas salutaciones por whatsapp que te mandé
durante la pandemia y no quise insistir. Espero que donde sea que estés, sigas riéndote
igual, achinando sin filtro los ojitos mientras tus espontáneas carcajadas contagian
a todo el que está cerca. Te recuerdo siempre, Any.
Un recuerdo bonito el que guardas siempre se desea que esa persona que nos hizo reír sea feliz allá donde haya elegido estar. Lo importante son los momentos que vivistéis sin más pretensión que compartir tiempo y momentos de compañía.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Neo.
Así lo entiendo y espero que no haya sido algo penoso el motivo de su alejamiento. Un abrazo Campi, gracias por leer
EliminarPor lo que contás, hubo buenos momentos. Que está bien recordar.
ResponderEliminarAunque a esas personas se las extraña tanto.
Un abrazo.
Es cierto. Los buenos momentos es lo que debemos valorar. Un abrazo y gracias por leer
EliminarBella y sincera misiva que refleja, además de las vivencias, esa nívea emoción que se deja entrever…
ResponderEliminarMuy hermoso y sentido, Mónica.
Momentos y experiencias que quedarán en el recuerdo para siempre, y que ojalá volviesen… o al menos que se pudiese saber si todo está bien...
Abrazo grande 💙
Eso es lo que uno quisiera, saber que está bien. Por lo demás, comprendo que hay momentos en los que una actividad tiene sentido y más tarde deja de tenerlo. Es muy válido y debe respetarse. Un abrazo Ginebra. Muchas gracias
EliminarBueno, parece que relatas una experiencia real dentro de la relación virtual que en este mundo de blogs solemos mantener. A todos nos pasa -sobre todo a quienes llevamos cierto tiempo- que han desaparecido unos cuantos amigos, unos simplemente por haberse cansado o perdido sentido respecto al blog, otros porque su abandono lo fue de todo vivir. Pero este ámbito es así, como tantos otros más de verse las caras. A veces también pienso: qué habrá sido de fulanito o de menganita, qué vida harán, escribirán o no. Es lo que tiene este mundo de intercambios y de dar rienda suelta a nuestras ocurrencias.
ResponderEliminarAsí es. He tenido la suerte de conocer personalmente a varios blogueros. Con algunos sigue la relación. Con otros, por distintas razones, dejamos de contactarnos. Pero como en toda relación sana, no deben predominar las presiones ni las obligaciones. La cosa debe fluir naturalmente como se de, sin exigencias, disfrutando lo que se pueda. Y así ha sido con Any mientras se dio. Me siento feliz por ello. Un abrazo y muchas gracias por leer, Fackel
EliminarHola Mónica, que bonito te ha quedado, siempre quedan los buenos recuerdos de todo lo que se ha compartido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Dakota. Me alegra que te gustara. Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarMe gustaría haber conocido a Any, porque sería una gozada leerla.
ResponderEliminarEspero que con las vivencias que habéis gozado juntas, algún día lleguéis a retomar esa amistad que se perdió, sin saber muy bien porqué..
Un beso Neo y gracias por participar.
Si quieres leerla, en mi texto enlace su blog. Lo disfrutarás seguro. Un abrazo Tracy. Fue un gusto poder sumarme a tu propuesta
EliminarRecuerdo blogs que me hicieron compañía y que desaparecieron sin despedirse. Esta propuesta ha conseguido recuperar recuerdos. Un abrazo
ResponderEliminarMuy cierto Ester. Muchos se fueron por fuerza mayor, otros por decisiones personajes complejas. Lo bueno es valorar el intercambio que se produjo mientras duró. Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarNos quedan los hermosos recuerdos y el deseo que se encuentren bien. Sentida misiva, amiga
ResponderEliminarUn abrazo, Neo
Así es. Gracias por leer mujer de Negro. Un abrazo
EliminarPrecioso recuerdo. Me ha encantado tu texto, rezuma sentimiento de amistad.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegra que te gustara albada. Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarCuanto cariño destilan tus palabras. No es frecuente tener contacto físico con los que intercambios nuestras confidencias blogueras. Por ello, entiendo ese sentimiento de pérdida, por una persona con la que tuviste la oportunidad de leer más allá de sus letras.
ResponderEliminarUn abrazo querida Mujer de Negro...✔❤🌹
Así fue, así lo siento. Muchas gracias Berta. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención y sentimiento
EliminarP.d te equivocaste de destinatario jeje
Eliminary es que nada permanece que todo y todos cambiamos, que nunca pasa el mismo agua por junto a ese árbol de la orilla. Al menos nos queda el recuerdo, " la sombra proyectada en la caverna de Platón" Hacemos nuestros a " nuestros " amigos hasta que por alguna circustancia todo cambia
ResponderEliminarEn este mundo es tan fácil volatilizarse tan fácil como nos fue entrar en él. Un abrazo
Lo siento tal cual lo describes, Rodolfo. Ambos hemos sido cultivadores de amistades virtuales_ reales muy enriquecedoras. Brindo por conservar tu cercanía después de tantos años. Un fuerte abrazo
EliminarMónica, unos recuerdos y un texto muy lindos pero me da pena pensarlos.
ResponderEliminarBesos
Y si, uno se sienta con la tristeza. Pero no hay que dejarle que gane. Un abrazo, Esther y muchas gracias
EliminarRecuerdos que siempre perdurarán y al recordar no olvidamos.
ResponderEliminarBellísima y tierna entrada.
Lo bueno es haber podido compartirlos. Gracias Musa, por leer y comentar. Un abrazo
EliminarMe gustó que enlZsras s su blog, así todos pueden ver.
ResponderEliminarMe gustó como desarrollarte la relación, y queda el misterio de quie era el que cruzó el charco (que si no es bloguero tampoco nos incumbe).
No me gustó tanto el comportamiento de ella con los wasaps wue le mandaste, pero en fin...
Abrazoo, Monica
Quise enlazar su blog para que puedan comprobar su estilo y buen humor. Quién la visitó también es bloguero, español para más datos, pude conocerlo. Sé que viajaron juntos, por Argentina y por Italia. No sé, después de eso, como culminó la relación y no supe nada después, durante la pandemia. Puede haber habido mil causas, por eso, no la juzgo. Me encantaría saber dónde y cómo está. Ojalá, feliz y sana. Un abrazo y muchas gracias por leer con interés
EliminarQué bonita tu carta, hay mucha comprensión, cariño, y se nota que te dejó huella lo compartido. Está escrito como uno de tus cuentos, con el mismo mimo.
ResponderEliminarUn abrazo!
Asi lo intenté. Me alegra haberlo transmitido. Un fuerte abrazo, Maite. Muchas gracias
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