Haciendo una pequeña trampa (ya que los inicios sugeridos son inicios de mis propios cuentos) dejo mi aporte a esta convocatoria juevera.
TEMBLORES
Tembló el suelo y vio como la
lámpara se movía haciendo chocar unos con otros los delicados caireles de
cristal. No atinó a nada, más que esperar a ver qué hacían los otros invitados.
Los distinguidos caballeros
enfundados en sus elegantes trajes de ceremonia se esmeraban en intentar calmar
a las damas bastante turbadas por la impensada situación, justo en medio de
aquella gala que sus majestades habían ordenado preparar para agasajarlos.
Él, novel participante de estas
cuestiones del ceremonial real, intentaba no dar señales de su marcada
preocupación, pero la verdad era que hubiese deseado salir corriendo fuera de
aquella majestuosa sala en la que la que lo más granado de la sociedad pugnaba
por destacarse dentro de sus pares. Aquellos estruendos se sentían bien
próximos al palacio y aunque seguramente muchos sabían de las recientes
revueltas, nadie parecía alterado más allá del inconveniente de haber tenido
que interrumpir sus distendidas conversaciones por unos minutos. La prueba
estaba en que inmediatamente el maestro de ceremonias convocó a los músicos y al
minuto siguiente se iniciaron los valses. Los caballeros iniciaron la ronda de
invitaciones y las delicadas damas aceptaban o no con una cuidada sonrisa las
galanterías propias de quienes se alternaban a su alrededor.
La música sostenida fue
invadiendo todos los salones elevando a los invitados hacia una realidad de
fantasía que poco y nada tenía que ver con la crudeza reinante más allá de la
corte. De repente sus majestades hicieron su entrada triunfal descendiendo por
la escalera central hacia donde confluyeron todas las miradas luego que se
anunciara su ansiada llegada. Ambos sobresalían por encima del resto de los
asistentes, no sólo por su ostentoso ropaje sino fundamentalmente por su
inigualable porte. Sin dudas la nobleza resultaba ser una cuestión otorgada
desde el nacimiento. Todos los presentes demostraban su pleitesía con devoción
y reverencias.
Sin hacer caso al protocolo, dos cercanas
explosiones interrumpieron nuevamente la placidez de la fiesta. Esta vez no
sólo se escuchó el tintinear de las lámparas sino que una sarta de caireles
cayó al suelo espantando notoriamente a las invitadas. Inmediatamente entró la
guardia real con la orden de poner a resguardo al rey y a la reina que parecían
no comprender nada de la situación. Él, en cambio, confirmó ya sin dudas lo que
tanto temía: la revolución había comenzado. El pueblo sucumbía de hambre y sus
majestades morirían pronto sin siquiera haberlo advertido.
Todo tiene su tiempo, su espacio, más, cuando se ha segregado tanto.
ResponderEliminarMuy buen relato, como siempre, Neo
Abrazo
Causa, consecuencia. Todo pasa por algo, aunque muchos no quieran verlo. Muchas gracias por leer, mujer de negro. Un abrazo
EliminarLos pobres reyes, ignorantes en su atalaya de porte y distincion, de los tejemajes de los politicos y toda la corte, tan patanes cono siempre, abusones que no saben que con el hambre generalizado viene la revolucion.
ResponderEliminarBEsosss monica y gracias por el empuje
Al contrario, Gabi, muchas gracias por tu entusiasmo y compañía
EliminarLa Corte, caballero, damas... Y la revolución. Al terminar el relato me ha venido a la cabeza el trailer del videojuego Assassin's Creed Unity:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=rH634tJuwOw
Genial la convocatoria.
Un besazo, Neo
Me alegra que te gustara Dafne. Muchas gracias por leer
EliminarQue final. Me hiciste pensar en lo duro que debe haber sido vivir en esa época. Y sí, la gente pudiente se enetra última de las cosas de verdad en general ja.
ResponderEliminarNo hiciste trampa, es tu propuesta! Saludos!
Así lo creo! Gracias José Luis. Un abrazo
EliminarPues has creado todo un cuadro de ese momento tremendo en que la realeza va a pique, por mucho que suene la música (me ha recordado a la Máscara de la muerte roja de Poe). Muy bien creado, muy buena ambientación, como si lo viera.
ResponderEliminarUn abrazo!
Ah, y te dejo mi participación, algo tardía...
https://www.arteypoe.maitevolarela.com/2022/08/la-valla-historias-de-la-guerra-ii-para.html
Gracias Volarela! Te agrego en cuanto pueda. Un abrazo
EliminarCuando empiezas a leer te evoca a otra época, pero si lo lees de nuevo podria ser actual perfectamente. Ay si fuera ahora!!! Pero desgraciadamente el pueblo tiene mucho aguante en estos tiempos, demasiado y no se alza! Ay el dia que sepa que puede y debe revelarse! Como hicieron sus antepasados antes que ellos! Genial la recreación! Nos mete en plena corte, a plebeyos como nosotros!!! Besos!
ResponderEliminarMe alegra que te gustara marifelita. Muchas gracias por leer con atención. Un abrazo
EliminarHola Neogeminis.... Por lo que veo , eso paso con los Zares de Rusia ¿No?
ResponderEliminarAhora , que también podría volver a pasar no te parece , ya que el pueblo tienen
un aguante, pero cuando esto ya no da más de si , el pueblo si ve que pasa hambre llegara a revelarse contra su gobierno o rey , eso también paso con la revolución francesa.
Muy buen micro.
pd ¿ A quién le toca esta semana ser el nuevo/a anfitriona? jajajajajaj(es, broma)
asido todo un placer acudir a tus convocatorias o mejor dicho en general, me gusta mucho acudir a vuestras convocatorias siempre que puedo participar , ya que muchas veces por tiempo, por temas de médicos o por que estoy en otras diferentes no estoy.
Te deseo una feliz tarde , besos de flor.
Tal cual Flor. No sólo pasó en época de zares, lamentablemente suena actual. Un abrazo y muchas gracias por sumarte con entusiasmo cada vez que tus cosas lo permiten. No. La semana próxima conduce otro jajajaja.
EliminarHas descrito maravillosamente el tremendo abismo que existe las monarquias que es un régimen obsoleto y el pueblo, al que se la ha impuesto por el arte de la llamada sangre azul heredada.
ResponderEliminarY menos mal que se enteraron que algunos hacen como que no se enteran.
Tarde, pero les llega el aviso. Muchas gracias por leer con atención Tracy. Un beso
EliminarNo debieron subestimar los ataques.
ResponderEliminarTu relato me hace acordar a una canción de Sui Generis. La que dice Yo era el rey de este lugar.
Bien contado. Un abrazo.
Cierto. Tiene algo. Muchas gracias Demi. Que tengas un buen inicio de semana
EliminarMuy buen relato Neo, es un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades por lo bien que conduces los encuentros jueveros.
Te agradezco mucho Dakota. Otro abrazo
EliminarTembló el suelo y vio como la lámpara se movía
ResponderEliminarhaciendo chocar unos con otros
los delicados caireles de cristal.
¿Llegaba el tan esperado fin del mundo?
Lástima no alcanzar a despedirse de nadie...
No de lo veían venir jeje. Gracias por leer, Jenofonte. Un abrazo
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