miércoles, 20 de julio de 2022

CADA JUEVES, UN RELATO: Contrastes

 Me sumo a la propuesta juevera de esta semana con un texto ya publicado que espero no recuerden jeje. Para leer todos los aportes, pasar por la Trastienda de Mag.



BLANCO Y NEGRO

Él tiene la piel tan negra que llega a ser invisible durante la noche. Ella, luce un cutis tan níveo que aparenta no tener sangre circulando por sus venas.

Él gusta de vestir vaporosas ropas blancas, sueltas e informales cubriendo sus músculos definidos. Ella suele enfundarse en ajustadísimos e insinuantes vestidos negros, al más puro fifties style.

Él acostumbra llevar oscurísimos anteojos negros de sol a toda hora. Ella también lleva gafas oscuras, pero las prefiere con gruesos marcos blancos y puntiagudos.

Él deja volar sus sueños de músico de jazz todas las noches frente a las teclas albinegras en un sonado pub de moda cerca del centro. Ella suele pavonear sus curvaturas frente a las vidrieras de ese mismo pub luego de sus usuales prácticas de ajedrez.

Él tiene como capricho no pisar las baldosas oscuras cuando cruza la plaza frente al río, esa que luce vistosas lajas en damero, negras y blancas, en sus diagonales. Ella acostumbra entretenerse con imaginarias partidas ajedrecísticas cada vez que cruza despreocupada esa misma plaza.

Él es adicto al cine monocromático de los años gloriosos del Hollywood de los cincuenta. Ella, aficionada a la fotografía urbana, idolatra a los fotógrafos clásicos de los sesenta.

Él suele dar de comer a un pequeño gatito negro que visita su ventana cada mañana. Ella lleva todo el tiempo entre sus brazos un precioso caniche blanco que parece un peluche de juguete.

Una noche, antes de su acostumbrada sesión de jazz, salteando las baldosas negras de la plaza que da justo en frente del río, él divisó desde lejos a la seductora dueña de ese precioso caniche blanco.

El caniche, de repente, saltó de los brazos de su dueña y comenzó a juguetear alrededor del músico de jazz. La cuerda del caniche se enredó entre los blanquísimos pantalones de él. Ella, enfundada en uno de sus más atrevidos vestidos negros, le pidió disculpas.

Él reconoció en las travesuras del caniche el mismo espíritu divertido de su gatito negro. Ella sonrío por ello y  quedó prendada de la sonrisa franca de él, que se dibujaba como la luna blanca sobre el cielo oscuro de esa noche.

Comenzaron hablando sobre sus mascotas. Siguieron haciéndolo sobre la plaza, el rio, el capricho de no querer pisar las baldosas negras, las partidas imaginarias ajedrecísticas… luego siguieron charlando de jazz, del cine de los años gloriosos, de las fotografías en blanco y negro de los sesentas…

Él luego la invitó a escuchar su piano en el pub cercano. Ella le hizo prometer que la acompañaría más tarde a ver la muestra de fotografías que exponía muy cerca.

Él se olvidó de no pisar las baldosas negras. Ella dejó de concentrarse en imaginarias partidas de ajedrez.

Sobre el damero de baldosas de la plaza junto al rio, él y ella se alejaron dibujándose sobre el cielo de esa noche en equilibrada sintonía. 


28 comentarios:

  1. Qué lindísimo. Como un ajedrez en blanco y negro. Me ha encantado tu idea.

    Un abrazo

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    1. Me alegra mucho Albada. Es un texto reeditado pero creí que se adaptaba a la consigna. Un abrazo y muchas gracias

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  2. Interesante y divertida descripción en blanco y negro. ¿Habría jaque mate? Muy imaginativa tú.

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    1. Apostaría a que si, Fackel! Jeje me alegra que te gustara. Un abrazo y muchas gracias por leer

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  3. Qué bonito has plasmado los contrastes de principio a fin en esta aventura romántica.
    Besos.

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  4. ¡Ay, me ha encantado! No estoy segura de haberla leído antes. Me quiere sonar pero tengo mis dudas...
    Es una historia llena de contrastes, sin duda alguna, y con la belleza de que las diferencias, en vez de separar, acercan. Conforme iba leyendo, me imaginaba una película en blanco y negro con tonalidades sepias para marcar ciertas diferencias pero formando una línea perfecta.

    Te felicito una vez más, Moni, y agradezco de corazón tu participación en la dinámica juevera.
    Un beso enorme.

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    1. Siempre es un placer, MAG. Disfruto mucho de cada propuesta, y solas musas no acuden... Siempre es bueno contar con alguna historia para reeditar, jeje. Un abrazo y muchas gracias por tu conducción

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  5. Bonito relato, que imaginación ...mi admiración. Sea real lo que sucede o no.. es curioso cada uno de una forma y al final como de golpe...todo lo contrario.
    Además en la vida real suele pasar.

    Quizás por no intentar conocer al otro lado, centrarse en lo que ya tienes, vives.

    Saludos y mi admiración

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    1. Soy Cora, participé en los relatos..pero al comentar algo pasa que no me deja con mi cuenta de bloguer.

      Feliz día

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    2. Muy amable, anónimo. Valoro tus palabras aunque no te identifico jeje

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  6. Tu texto me ha hecho recordar a la película " Mejor imposible" que la habré visto mil veces,( un poco exagerado ajaj) pero es buenisima. Dos seres tan diferentes,pero que al unirse forman uno solo ...y de ello se dan cuenta cuando se dicen cada noche adiós ...Un besote grande me encanto.

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    1. No recuerdo esa película pero me alegra que la historia te la haya recordado, parece que tiene final feliz! Jeje. Un abrazo, Campi, y muchas gracias

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  7. Es una historia preciosa, precisamente por los contrastes y como el amor supera a estos. Besos.

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    1. Así quise mostrarlo, me alegra haberlo logrado. Un abrazo Moli, muchas gracias

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  8. ¿Buenísimo! Un juego espectacular.

    Un abrazo

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  9. Alucinante tapiz de contrastes, es una bonita historia de amor, desde sus inicios
    Un abrazo

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  10. Sera que los opuestos terminan buscandose y encontrando?

    A veces creo que hay ciertos contrastes que son buenos y otros no tanto.

    miti miti. ni tan diferente ni tan igual.

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    1. No hay reglas estrictas para la armonía de las relaciones humanas, creo. Muchas gracias por leer y comentar José. Un abrazo

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  11. Es un texto con el que he disfrutado de principio a fin, metiéndome en el juego
    ¡Qué bonitoooooooooooooooo!

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  12. Monocromática vida para un encuentro lleno de color.

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  13. Es curioso comomeste relato anticipa tu convocatoria sobre encuentros.

    Hay un constraste y su vez, una afinidad. El encuentro era inevitable. El caniche adelantó lo que iba a pasar en algún momento, frecuentando los dos el mismo lugar, teniendo gustos similares, los dos tan elegantes.
    Seguro habrá más encuentros.
    Un abrazo.

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    1. Cierto. No lo había pensado, pero podría definirse como anticipo de la convocatoria. Espero que sea un encuentro lleno de buenas letras. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención

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