Bajo la conducción de Myriam, me sumo -a las apuradas- a la convocatoria juevera de esta semana, con una ficción rebuscada que, espero, jamás se parezca a la realidad que nos toque vivir. Pasar por aquí para leer todos los textos.
LA FÁBRICA
Se había propuesto cambiar el
mundo. Así, tan simple y concisa la idea, que desde el inicio le pareció
indiscutible. ¿Quién podría pensar que no fuera ese un objetivo loable y bien intencionado al que todos,
llegado el momento, desearían sumarse? Creía firmemente que cuando se visualiza
con claridad una meta a la que entusiasma llegar, gran parte del trecho inicial
será allanado con facilidad por quien decida transitarlo con constancia y
determinación, de ahí que esa mañana cuando contempló su reluciente fábrica
abriendo sus puertas justo en la cúspide de la colina y los flamantes operarios
aguardando ansiosos su discurso inaugural, sintió que todos sus esfuerzos para
materializar su preciado sueño no habían sido en vano y que el éxito estaba, al
fin, al alcance de lo que quedaba del mundo civilizado.
Su corazón latía acelerado al
comprender que cada una de sus entusiastas palabras era seguida por una
espontánea catarata de aplausos nacida de la sincera convicción de toda aquella
gente reunida allí, aguardando recibir la orden de apertura. Se sintió
estimulado. Supo que el camino era el correcto. Aquella multitud se sentía partícipe
de la gran transformación que estaba por iniciarse. Ésta era la fórmula
superadora que su mente de avanzada había pergeñado para cambiar el futuro de
una sociedad atormentada por la violencia, el odio y el caos, males que habían
llevado a la humanidad al borde de su extinción. Esa mañana gris y somnolienta -al
fin- todos los males comenzarían a revertirse.
Chips de resocialización: aquello
sería lo que de ahora en más producirían. Sofisticados implantes destinados a
modificar las conductas de los inadaptados que no se sometieran a las estrictas
normas establecidas para permitir la convivencia en sociedad. Totalmente
indoloros, por lo que ningún cuestionamiento en cuanto a crueldad innecesaria había
debido enfrentar antes que su ambicioso proyecto resultara aprobado. Sólo un
puñado insignificante de humanistas antediluvianos levantó sus voces de
protesta en un principio, cuestionando algunas aristas supuestamente poco
éticas en relación a arbitrariedades, derechos naturales vulnerados y otras
diatribas menores, pero rápidamente los más alborotadores fueron incluidos en
la lista de individuos a resocializar y de inmediato terminaron las quejas.
¡Escalofriante futuro!. Espero, sinceramente, que no suceda.
ResponderEliminarUn millón de gracias, querida Mónica, por haberte sumado a mi convocatoria aún contando con tan poco tiempo. Besos y abrazos.
Más allá de las eventuales complicaciones, siempre es un gusto participar de nuestros encuentros jueveros, Myriam, más cuando la inspiración no se niega. Un abrazo
EliminarMagnífico; y no muy desencaminado de un posible futuro. Al final, todo lo considerado como progreso, de alguna manera deshumaniza…
ResponderEliminarBuenísimo, Mónica. Pone el vello de punta, porque no se aleja de una posible realidad.
Como siempre, impecable en forma y fondo.
Abrazo grande 💙
Te agradezco tus palabras Ginebra. Me alegra que te gustara el relato. Un abrazo
EliminarMadre mía la primera parte todo parece idílico lo cual es bonito pensar que una nueva sociedad en armonía y con buenos fines, pero el giro que le das es sorprendente es controlación absoluta, ojalá no sea cierto , aunque nunca se sabe el futuro que se nos presenta.
ResponderEliminarUn placer leerte , feliz semana y por supuesto mi abrazo para ti.
La verdad es que el futuro tiene un color algo opaco. No es ser pesimista pero los toques de realidad dan unas tremendas bofetadas.
ResponderEliminarEn ocasiones, adelantar es dar un paso o dos hacia atrás. Dejamos de ser muchas cosas para no sentirnos como somos.
Enhorabuena por tu texto, Moni.
Un beso muy grande.
No nos juntamos en el pesimismo, Mag. Esperemos que nunca se llegue a tal extremo. Beso grande y muchas gracias por pasar y leer
EliminarSin ánimo de poner pesimismo, me temo que estas cosas no tardarán mucho en suceder. Solo espero no verlo. Buen relato y tema. Saludos
ResponderEliminarSuscribo. Muchas gracias Mascab. Hasta cada rato
EliminarEl futuro debería ser prometedor, no asustarnos, nos has dado mucho que pensar con tu relato. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es Ester. Es claro que el fin no justifica los medios, que pueden ser terriblemente drásticos y contradictorios. Un abrazo y muchas gracias
EliminarMuy buen relato sin duda. Duro pero como siempre digo, necesario.
ResponderEliminarBesos.
Te agradezco por leer y comentar Noelia. Me alegra que te gustara. Un abrazo y gracias otra vez
EliminarLlegamos a un punto donde el futuro es más incierto que el pasado muchas veces.
ResponderEliminarUn placer leerte
Besos
Siempre lo es. Gracias Charly! Un abrazo
Eliminarinteresante propuesta la tuya, aunque le veo algún pero. Todos socialmente adaptados? todos dentro del sistema, me suena a totalitarismo y a "Pink Floy" cantando y dirigiendo miriadas de obreros. Bromas aparte nos has llevado a un "Mundo feliz" de Aldous Huxley.
ResponderEliminarUn abrazo
Mi ficción no pretende ser idílica ni inspiradora, Rodolfo. Sólo ponernos al filo de la reflexión en cuanto si es cierto eso de que el fin justifica los medios. Un abrazo y muchas gracias por leer
ResponderEliminarGenial!!!.... simplemente , genial.
ResponderEliminarTe agradezco mucho, Gustab. Un abrazo
Eliminar¡Qué bueno! Me pido un lote de chips...
ResponderEliminarBss
Jeje, uno se tienta... Un abrazo, Sylvia! Muchas gracias por leer
EliminarUff! Se me han puesto los pelos de punta. Historia discopita pero que podría llegar a ser verdad. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarEsperemos que nunca lo sea Moli
EliminarUn abrazo y muchas gracias por leer
Si ya casi llegamos a ello Elon Musk y Neurolink se trata de eso..... pronto todos seremos iguales!!
ResponderEliminarMiedo me da leerte, en la sociedad que vivimos todo se puede esperar, Dios quiera que no seas una visionaria, sólo que te quedes en una gran escribidora.
ResponderEliminarEsperemos que sí. Un abrazo y muchas gracias, Tracy
EliminarUn tema que se ha planteado en la ciencia ficción, en las historietas de superhéroes. Como el crossover Spiderman 6 Batman. En que una terapeuta conductista tiene la idea de implantar un chip que reprime tendencias violentas en criminales, como Carnage y Joker. Que termina en un gran fracaso.
ResponderEliminarDe fabricarse esa clase de tecnología seguro que habría voces a favor, con el argumento de proteger a la sociedad de los más peligrosos. Y es probable que las voces en contra no serían tenidas en cuentas, incluso descalificadas.
Por suerte, todavía es una una cuestión de imaginación, como la tuya. Por lo que te felicito.
Un abrazo.
Viniendo de todo un experto, considero este comentario super interesante. Lo valoro y agradezco mucho. Un abrazo
EliminarComo eso sea el futuro, pediré que pare el tren ¿Eh?
ResponderEliminar:-). Muy bueno
Un abrazo
Jaja síii esperemos que así nunca sea. Un beso, Albada y muchas gracias
EliminarUf!!! Lo que describes me imagino que pudiera ser un sueño más de los transhumanistas, ¿por qué no? si es que los humanos somos tan imperfectos, tan necios y ese sueño de perfección es tan tentador ... qué horror. Muy inquietante tu relato. Y qué bueno tenerte por aquí de vuelta.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Esther, me alegra que te haya gustado esta historia distópica. un abrazo
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