Con retraso, me sumo con este texto a la convocatoria juevera de esta semana, conducida desde su blog por la amiga Tracy. Los invito a pasar y leer todos los relatos.
ABRAZOS
El ambicioso proyecto había fracasado
pese a todas las previsiones planteadas oportunamente por la comisión de
expertos. A pesar del minucioso control de calidad realizado en todas las
etapas de la gestación y a la pormenorizada selección de material genético utilizado
para el proyecto, la supervivencia de los prototipos engendrados no fue
satisfactoria. La posibilidad de colonización humana de un planeta habitable
fuera del Sistema Solar llevada a cabo por el mejor ejército de cyborgs producidos
para tal fin debió cancelarse por causas no consideradas vitales en los inicios
del programa. Es que el rol fundamental del contacto intrauterino y la
calidez de los abrazos maternales a partir del nacimiento no fue estimada en su
verdadera dimensión para el sano desarrollo de los especímenes, futuros colonos
interplanetarios. Por tal motivo, la contención de los bebés brindada por los cyborgs especializados no
logró suplir el estrecho contacto entre madre e hijo que, al parecer, resulta
indispensable considerar para cualquier intento de reproducción de humanos por
fuera de su ciclo natural.
Un relato de ciencia ficción o no tanta ficción que trata una cuestión irrefutable, sólo el ser humano es capaz de sentir y transmitir esos sentimientos, y la importancia de ese útero de la madre y de los abrazos, la mejor demostración de cariño, no se puede sustituir por una máquina. Menos mal que sea así!
ResponderEliminarUn buen relato y una buena reafirmación de nuestra condición humana, a pesar de todos los desastres que somos capaces de provocar.
Me alegra que te gustara. Gracias
EliminarPor cierto, se me olvidaba, un abrazo.
ResponderEliminarJaja muy apropiado, muchas gracias jose Luis!
EliminarNo tengo ninguna duda de que a los cyborgs deben enseñarles a abrazar para que funcione la civilización en cualquier momento y en cualquier lugar... Son energía.
ResponderEliminarBss
Esperemos que nunca lo olvidemos Sylvia. Muchas gracias por pasar y leer. Un abrazo
EliminarNos dejas un rayito de esperanza entre tu relato de ciencia ficción, los sentimientos siempre serán nuestro patrimonio. La imagen me ha impactado y me ha preparado para leer algo novedoso, eres genial. Abrazos
ResponderEliminarTe agradezco infinitamente tus palabras Ester. Un beso y un abrazo, por supuesto.
EliminarNaturalmente que son insustituibles el contacto de la madre y el bebé intrauterino como los abrazos posteriores.
ResponderEliminarLo has resuelto de maravilla.
Son perfectas la música y la imagen para el relato. Te felicito.
Me alegra y te agradezco por tu comentario Tracy. Muchas gracias. Un fuerte abrazo
EliminarBueno es que se olvidaron lo más importante para la supervivencia humana. Seguro que el genio que tuvo la idea no había gozado de muchos abrazos. Besos.
ResponderEliminarSeguro que no. De otro modo ni siquiera lo habría intentado. Un abrazo Molí y muchas gracias por leer con atención
EliminarEspero que estemos bastante lejos de esa etapa. Aunque a veces creo que la humanidad se está dejando de usar en el mundo.
ResponderEliminarEl momento del abrazo entre la madre y el hijo es lo más mágico que existe en la vida.
Un relato que inquieta, pero a la vez deja una luz de esperanza.
Un beso
Esperemos que nunca lleguemos a ese extremo de deshumanización Karina. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer con detenimiento
EliminarInteresante lo que has planteado, un mundo sin esos abrazos y cariño no seria un mundo real. La raza humana por muchos adelantos que se lleven a cabo necesita el contacto de las personas sentir ese calor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo siempre.
Afortunadamente todavia la importancia del contacto humano no ha sido reemplazada Campi. Un abrazo y gracias por leer
EliminarEscuchaba hace algún tiempo de un experimento que hicieron bebés a los que se les sonreía y tuvieron que interrumpirlo porque los bebés dejaron de comer. Imagínate si a un bebé le niegas el contacto, bueno, se sabe, se muere. Me horroriza pensar que podamos llegar a trans-humanizarnos en máquinas pero parece que estamos en ello, máquinas biológicas que nos emularán, se supone, al menos eso pretenden, en todo, también en sentimientos y emociones solo que "perfectas". En fin, te leo y se me ponen los pelos de punta, muy bueno tu relato.
ResponderEliminarDesde aquí mi abrazo, Mónica, que aunque no es ni de papel, sin embargo es sentido.
Valoro tus palabras y tu calidez, Esther. Me sumo a tu inquietud y a tus deseos. Un fuerte abrazo y muchas gracias
EliminarMuy bueno, no hay brazos ni calor como el de una madre humana, se ponga uno a diseñar lo que quiera.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz día
Te agradezco por tu atenta lectura y tu atinado comentario. Un fuerte abrazo Albada
EliminarCurioso y bien desarrollado relato de ciencia ficción, o...quien sabe, tal vez en un futuro la ficción se convierta en realidad. Nada es imposible. Aunque no me gustaría nada que el componente humano pasase a ser la ficción en si.
ResponderEliminarFeliz sábado, Neogéminis
Fina
Antes que nada, bienvenida. Muy generoso tu comentario. Te agradezco por cada palabra. Buen fin de semana y muchas gracias por pasar y leer
EliminarEse gesto tan mundano pero tan necesario y afectivo como es el de un abrazo o una caricia, es el vínculo que nos hace diferentes a cualquier especie que no tenga sangre en las venas, jamás será posible reproducir ése vínculo artificialmente, pues forma parte del alma.
ResponderEliminarOtro relato estupendo Mónica. Un abrazo y buen fin de semana.
Me alegra que te haya gustado el relato Jorge. Esperemos que no lleguemos a deshumanizarnos al punto de no valorar el amor maternal. Un abrazo y muchas gracias por tu atenta lectura
Eliminaruna máquina no puede tener sentimientos, en España se ha reconocido por ley que los aniumales de compañía tienen sentimientos... Por ser seres vivos de madre y padre. Hoy por hoy los cyborg son máquinas, aunque soñemos que en un futuro cercano lleguemos a ser " Blade Runner " Un abrazo
ResponderEliminarEsperemos no avanzar en ese camino Rodolfo. El alma es lo que nos ennoblece y nos hace humanos. Un abrazo y muchas gracias por tus palabras
EliminarEs futurista, pero es certero: el piel-con-piel de los bebés y las mamás está más que demostrado que es necesario.
ResponderEliminarMe ha gustado!
Besos.
Me alegra que te gustara Noelia. Muchas gracias por tu atenta lectura y generoso comentario. Buen fin de semana!
EliminarMe halagan tus palabras Maricarmen y me estimulan para seguir intentando escribir. Muchísimas gracias. Un abrazo y buen fin de semana
ResponderEliminarAlgo fubdamental e irremplazable para tener en cuenta en un futuro que yo quisiera no fuera tan cercano pero que bien pudiera serlo. Muy bien narrado.
ResponderEliminarBesos y abrazos para ti
También a mi me gusta regresar, estaba extrañando a los amigos.
Siempre es un placer compartir tus reflexiones Myriam. Muchas gracias por tu cercanía. Un fuerte abrazo
EliminarLos abrazos tan necesarios para el contacto humano. Jamas pidra reemplazarse por máquinas artificiales. Excelente relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que te gustara María. Muchas gracias
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ResponderEliminarUn buen abrazo no lo puede sustituir nada, me gustan tanto como los necesito, se da y
recibe, es lo más...
Buen relato, Neo.
Abrazos.
Muchas gracias Maricarmen. Un abrazo
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