BONETES
Bonetes. ¿A quién se le ocurre pensar que esto es divertido para festejar un cumpleaños? Aunque uno tenga cinco años juntarse a celebrar con sus amigos llevando estos aparatos sobre las cabezas es ridículo. Conos de cartón sujetados con elásticos debiluchos que se rompen apenas se los ajusta bajo la barbilla. Encima, decorados con monigotes de colores que ni se sabe de dónde los han sacado. Nada original, nunca una reproducción artística de nivel, algo interesante como para conservar como souvenir. Si al poco rato que los reparten la mitad de los dichosos bonetes terminan aplastados bajo la mesa o baboseados por el perro de la casa que acostumbra a meter el hocico en todo lo que encuentra. ¿Para qué gastarán dinero en estas tontas cosas que nada tienen de útiles ni elegantes y ni llegan enteros a la hora de soplar las velas y sacar las fotos? Los únicos que se divierten mirándonos con ellos son los adultos. Se ve que les resultamos chistosos pavoneándonos con esos adminículos aparatosos, apuntando al cielo con esos sombreros puntiagudos mientras nos embadurnamos las caras con crema o con la insalubre grasa de los saladitos baratos que nos sirven con gaseosas como si esa fuera la única merienda disponible para una fiesta cumpleañera de menores. ¡Por favor! ¡sean más coherentes! ¡Se lo pasan insistiendo para que comamos verduras en las comidas y después, cuando llegan las fiestas de cumpleaños nos atosigan con porquerías y encima, asquerosas, nada saludable o rico! Sólo sodio y grasa saborizada. ¡Un horror! Suerte que se cumple años sólo una vez en el año y el mal trago suele resumirse en un par de horas, porque nadie aguanta más que eso en una de estas fiestitas que con tan poco criterio preparan los grandes para nosotros.
Que insólito personaje infantil protestando por esas comidas de cumpleaños.
ResponderEliminarBien contado.
Un abrazo.
Quise darle una vuelta al tema de los bonetes, artículo que siempre encontré bastante zonzo. Otro abrazo
EliminarJa, ja, ¡Y qué razón tiene!
ResponderEliminar¡Bravo con ese niño con sentido crítico!
¡Y bravo por ti, la creadora que piensa! :)
Besotes
Jeje.. me alegra no haberme topado alguna vez con un niño así jaja... Pero bueno, si lo he hecho con algunos bastante negativos! Me alegra que te divirtiera Volarela
EliminarPues tu redacción, precisa y exacta, no va descaminada. Los adultos tratamos a los niños en muchos aspectos como a los animales de compañía, y hala vestirlos o ponerles aditamentos que nos hagan gracia a nosotros, aunque a ellos les moleste soberanamente. Entre los niños hay de todo, conozco niños a los que les encanta les pongan gorros o bonetes, como dices, y otros que se rebelan y los tiran lejos. Los mayores, a sacar la foto o el vídeo para la posteridad. ¡Como si un cumpleaños no se pudiera celebrar sin tanta parafernalia! Un abrazo.
ResponderEliminarJaja, intentó ser un texto irónico y algo exagerado de una situación de disconformidad experimentada por un niño muy particular que imaginé a partir de mis lejanas experiencias como organizadora y asistente a los cumples de mis hijas y sus compañeros. Algunas situaciones se parecían bastante a las que cuestiona este chico ,😃😀. Muchas gracias por leer y comentar Fackel. Buen fin de semana!
EliminarNos has sorprendido, no con el final que es lo suyo, nos has descubierto otra mirada de una historia en la que descubres que no siempre las buenas intenciones son las que gustan. Un abrazo
ResponderEliminarSiempre me gusta sorprender Ester, para eso tiene que estar quien lee ,😃. Gracias Ester
EliminarToda una lección de nutrición nos ha dado ese muchacho y muy coherente, es cierto las madres siempre que coman verduras y pescado y llegan los cumples y a la bollería industrial y mil golosinas más ajjaja . Muy bueno Neo , además los bonetes no están mal son divertidos para destejar no solo niños sino mayores en las cenas de Navidad ajja . Un besazo.
ResponderEliminarJaja por supuesto Campi... Afortunadamente hay gusto para todo
EliminarUn niño más que original y es verdad que hay niños así, yo lo he vivido. Besos.
ResponderEliminarYo me he encontrado con alguno parecido... No tan ácido y amargado, por suerte! Jaja. Muchas gracias Molí
EliminarFantástica perspectiva desde los ojos de un niño. YO también me he preguntado muchas veces: "¿Para qué gastarán dinero en estas tontas cosas que nada tienen de útiles ni elegantes y ni llegan enteros a la hora de soplar las velas y sacar las fotos?".
ResponderEliminarTendré presente esto en los próximos cumpleaños de mis nietas.
Besotes
Mí papá se tomaba el trabajo de hacer el cotillón de mis cumples artesanalmente. Eso los hacía más simpáticos 😁. Los bonetes siempre me parecieron bastante tontos jaja. Gracias Myriam.
EliminarBuena reflexion
ResponderEliminarYo diria que la costumbre de usar gorritos en las celebraciones ... algun significado esoterico medio masonico debe haber, solo que la gente ya no lo recuerda.
Recuerdo en una fierta el anfitrion un dia aparecio con una caja llena de sombreros, gafas y bufandas....diversos, y para que todo el mundo se los pusiera por un ratito en una celebracion....
pero en fin de donde vendra esa costumbre?
Seguro algo de esotérico hay. Sobre todo en los bonetes. Por algo los magos y brujos también los usaban(?). Muchas gracias José por tu atenta lectura. Otro abrazo
EliminarNo estoy nada de acuerdo. Sólo hay que mirar al niño de la foto para ver cómo se enfada porque no le han puesto su gorrito. El único inconveniente que les veo,es que entre las gomitas, la cuerda de las gafas de vista cansada (que llevan algunos niños muy mirones), y las gomas de las mascarillas, alguno se puede hacer un lío y ahorcarse sin querer😜
ResponderEliminarBesoss
Jajaja muy cierto Gabiliante! Ese es otro problema que pueden acarrear los dichosos bonetes! Gracias por aportar tu cuota de humor 😃👍
EliminarEs verdad, esos bonetes sirven solo en un par de cumpleaños de muy pequeños porque ni nos damos cuenta que los tenemos puestos jaja. Se siguen usando? que miedito.... saludos!
ResponderEliminarSe siguen usando, José Luis, para los más chicos al menos jaja. Gracias por pasar y leer, y llegado el caso, preguntale a Gael si le gusta usarlos antes de comprar!
ResponderEliminar=)
Qué niño más protestón y sabihondo pero un poquito (mucho) de razón, jajaja, si que lleva, al menos en lo que a la comida se refiere. Un placer leerte. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegra que te divirtiera la historia Esther. Muchas gracias
EliminarPues te salió un texto original y bien narrado. No pude participar pero fue un gozo, ¿eh?
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegra que te gustara y que te hayas divertido. Muchas gracias Albada. Un abrazo
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