Sumándome a la propuesta de Dorotea, mi relato.
VEJEZ
Como todas las mañanas, el rumor
del sol la sacó de su ensueño anestesiado. Le pesaban los párpados, sentía
entumecidos los músculos. La boca reseca reclamaba algo de líquido para
humedecer garganta y comisuras: se sació como pudo con lo que quedaba de agua
en el vaso sobre su mesita de luz. Se incorporó con fatiga sobre las almohadas húmedas.
La brisa que entraba por la ventana aún no alcanzaba a renovar el aire pesado
de la habitación. Sus ojos se fueron acostumbrando a la luz del nuevo día,
mientras un dolor agudo en la cintura le hizo sobarse infructuosamente con sus
manos aún dormidas, luchando contra el hormigueo incesante que le subía por el
brazo derecho desde la punta de los dedos hasta el codo. La curva de su espalda
se acentuó sin contemplaciones mientras sus piernas se acomodaban sobre el
lateral de su cama buscando instintivamente `las pantuflas. Logró pararse con
esfuerzo y con inercia se observó en el espejo: se confirmó inocultablemente
vieja.
Con crudeza sintió que su reflejo
no era el de la persona que ella aún insistía ser, aquella que en los momentos
de mayor enjundia, todavía se sentía capaz de defender imposibles y construir
puentes en donde otros se empeñaban en destruir fortalezas. Esa que la miraba entregada
desde la frialdad del vidrio plateado, no podía ser ella. ¿A dónde se había ido
su añorada juventud? ¿En qué momento sus años habían logrado socavar la que
alguna vez se sintió atractiva, con la carne firme y las curvas puestas en los
lugares apropiados? Al ver que nada de aquella gastada figura se disipaba con
el paso de los minutos, se sintió abatida y desconsolada. Sintió que sus
dolores la atravesaban con impiedad por dentro y por fuera. Con matinal
angustia, se sintió infeliz.
………………
A medida que transcurre su día,
las rutinas cotidianas van diluyendo sus quejas y por momentos vuelve a
sentirse positiva y ágil. Los pensamientos se van acomodando junto con sus
quehaceres y logra repasar con balance a favor cada una de las etapas de vida
que logra evocar. A medida que recuerda sus manos ávidas van construyendo
un mundo de sabores improvisados y colores vivos equilibrados con gusto y
armonía: el almuerzo para su familia ya está preparado y los platos
dispuestos esperando sus destinatarios: cada uno de sus amores representados en
el alimento que les aguarda.
……….
Luego de una siesta y una ducha
reparadora el mundo se ve algo menos inquietante. Hasta las arrugas llegan a
verse menos agresivas si uno se dispone irreverente frente a ellas. Se sienta frente
al teclado con el aroma a limpio de su espíritu que se yergue ante la vida con
cierta inspiración, y renovada en su fe, muy suelta de cuerpo y alma, escribe…
ahora rejuvenece…
(pasar por aquí para leer el resto de las historias jueveras)
"...se dispone irreverente" Porque ella se rebela y actúa, en la ducha, en el ordenador, pensando en los suyos.... Su ánimo se va fortaleciendo y ese día "vence a la vejez". No es la arruga, ni el dolor, ni el anquilosamiento, es el desánimo lo que nos avejenta. Porque creemos que aquél del espejo somos nosotros, y no... nosotros somos los de dentro de ese cuerpo, con todo nuestro poder y voluntad.
ResponderEliminarMe ha parecido preciosa tu historia, con palabras muy acertadas para introducirnos en su sentimientos físicos y emocionales, y una evolución del personaje natural y excelente, que deja un gran sabor de boca (no como el mío...).
¡Enhorabuena, una vez más!
Un abrazo :)
Me halagan tus palabras Volarela. Valoró mucho el análisis de alguien que escribe con tu creatividad y sentimientos. Muchísimas gracias. Un fuerte abrazo
EliminarSuele pasar que como el espíritu no envejece a través de él se ve al cuerpo viejo es una envoltura que acusa el paso de los años , pero no nos reconocemos en él, nos extrañamos al verlo. A medida que nos vamos enfrascando en las múltiples actividades del día, ese hecho se nos olvida, máxime si estamos haciendo algo que es nuestra vida, como la escritura, la pintura, el deporte, cualquier cosa que nos apasione.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, como todo lo que escribes.
Te agradezco mucho Tracy, tanto por tu lectura como por tu ajustada reflexion. Un beso grande
EliminarUn recorrido a lo largo de una vida, ella misma se da cuenta que su imagen se transforma al igual de sus prioridades. Es muy difícil asimilar como tu cuerpo se va deteriorando pero tus emociones e ilusiones siguen aún vivas, para seguir dando mucha guerra. Un placer leerte Neo.
ResponderEliminarBesos y abrazos y muy feliz semana.
Te agradezco mucho por pasar y leer con atención Campi. Un fuerte abrazo
EliminarAvanza el dia y la aceptación se acrecienta, es la costumbre de verse, de saberse fuerte, la mañana pone luz y las ganas ponen fuerzas. Y así es un dia que simula una vida vivida. Leo paz con la vejez y eso es bueno, como tu manera de desgranar los pensamientos de la protagonista. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegra haber logrado transmitir lo que lees Ester. Muchas gracias. Un fuerte abrazo
EliminarComo en cualquier etapa siempre hay un mal que aqueja, lo interesante es como se resuelva, algunos intentan sacar alegría y felicidad a donde recuerdo haya, es una excelente estrategia que lleva hacer cosas útiles y no dejarse abatir.
ResponderEliminarImpresionante la descripción que fuiste haciendo!
Un abrazo Moni :)
Me alegra que te gustara Cecy. Coincido en que hay que hallar una real motivacion en cada etapa de la vida. Un fuerte abrazo y muchas gracias por leer con atención.
EliminarBueno si el secreto de la juventud es escribir entonces me propondre publicar un poema a diario. Gracias por el secreto
ResponderEliminarJeje creo que es más genérico que eso. Es tener un interés real, algo que motive, que inspire, creo que ahí está la clave, más allá de la calidad de lo que se produzca. Un abrazo José y muchas gracias por leer y comentar
EliminarVaya querida este relato en verdad me he identificado en cierta forma con el, por los dolores a la espalda en las mañanas que se van diluyendo a medida que pasa el día y después de un baño caliente y reparador, jajaja, si, es cierto que a veces el cuerpo no nos acompaña mucho menos cuando nos despertamos e intentamos mirarnos al espejo, no es que estemos viejas sino que el cuerpo cambia de sobre manera con los años
ResponderEliminarBuena estrategia para definirlo con cierto optimismo María 😁 muchas gracias por pasar y leer con atención. Un abrazo
EliminarRecorres una vida como una autopista con peajes. Muy buen texto, porque al final, si la mente está intacta, el cuerpo importa bastante poco.
ResponderEliminarUn abrazo grande, y feliz día
Me alegra que te haya parecido un buen texto Albada. Creo que lo importante viene z dentro. Un fuerte abrazo y gracias por tu atención.
EliminarLa interna y diaria lucha contra el paso del tiempo, que irremediable amanece con los achaques de la ancianidad. Y pasan las horas, que se comportan como un extraño elixir rejuvenecedor, y hace que las arrugas de la piel se tornen adecuadas y las del alma brillen bajo la tutela de las musas cuando llegada la tarde en negro sobre blanco se alcanza la paz escribiendo.
ResponderEliminarMe encantó leerte, una realidad apasionante.
Una abrazo.
Me alegra y estimula tu comentario Jorge. Muchas gracias por leer y comentar con atención
EliminarAquí, el tiempo ha cambiado de una forma poco recomendable, para los que los mayores, no estamos preparados.
ResponderEliminarHa bajado la temperatura y hemos tenido que volver a encender la calefacción.
Consecuencia: mis huesos se han quejado ostensiblemente durante la noche y me he levantado, echo unos zorros.
Menos mal que me he decidido a dar un paseo, a pesar de la lluvia y ahora os leo y los dolores desaparecen.
¡¡¡Mientras la mente funcione y los sentimientos pervivan, no está todo perdido!!!
Besos.
Así lo creo Juan! Lo importante para sobrellevar el natural proceso de envejecer es mantenerse entusiasmado por alguna actividad. Es el motor que estimula. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
Eliminar"... todavía se sentía capaz de defender imposibles y construir puentes en donde otros se empeñaban en destruir fortalezas". Esa idea bellísima da el valor de la propia existencia, de un código moral intachable. Sin embargo la edad, la salud, el cuerpo, todo eso que se disloca con los años, no entienden más allá de su biología. Los órganos tienen su ritmo y su camino, y no entienden de ideas, de opiniones, de emociones, de razonamientos. Por supuesto que la manera de enfrentar un tanto la caída del cuerpo es mantener al menos una serie de prácticas, tener interés en ellas. Ejercicio de pensamiento, manifestación de emociones, procurar afectos, dar entretenimiento a las neuronas que van yéndose...No lo digo por decir, por poner algo en tu entrada, me lo digo a mí mismo, porque todo, salvo sorpresa de la noche a la mañana, va llegando lentamente, como el ladrón de haciendas. El precio de la vida larga es eso complicado e imprevisible llamado vejez, que se manifiesta en cada cual de nodo diferente. Habrá que arrear y no decir só! antes de tiempo. Un abrazo, Neo.
ResponderEliminarMe emocionan y acompañan tus palabras Fackel. Viniendo de un lúcido pensador, tal como te tengo catalogado, me siento sumamente complacida por generar tan sabías reflexiones que, por supuesto, comparto y ratifico. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarEnvejece el cuerpo, no la mente. La escritura es prueba de ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Comparto! Gracias José Antonio. Un abrazo
EliminarMajestuoso tu relato, me ha encantado la manera de describir esa sensación de dolor, y sentir el cuerpo mayor, con esos achaques del tiempo, pero el interior se sigue sintiendo jovial. Me ha encantado.
ResponderEliminarBesos.
Te agradezco María. Me alegra que te gustara el relato. Un fuerte abrazo
EliminarQuerer ser a pesar de todo pero ya se sabe uno con sus limitaciones. En cambio, desea seguir. Envejecer no es fácil y ya no es cuestión de arrugas o de carnes flojas, es el alma, el pensamiento que no va acorde a lo que pesa la piel y al desgaste rutinario. Y, en ocasiones, eso cuesta darle equilibrio. Viejos son los muebles y con una capa de restauración, son vintage :-) Los seres humanos somos metas que vamos alcanzando solo que, llegados a un punto, esos pasos son más quedos.
ResponderEliminarLo bueno de la vejez es poder llegar. Lo complicado es que cabeza y cuerpo lleven el mismo ritmo pero cuando eso coincide el alma es brillante.
Un beso enorme, Moni.
Feliz finde.
Jaja aplaudo y suscribo cada una de tus palabras Mag. Lo de la capa de restauración para ser vintage es BRILLANTE!😁 te agradezco y valoro mucho tu comentario. Un fuerte abrazo 🤗
EliminarUn nuevo día que se va abriendo para bien con sus momentos bajos que se remontan porque lo más importante de todo es que la vida sigue. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Moli. Un beso
EliminarHola Neo! Una historia preciosa, cómo todo lo que escribes. Un enorme abrazo desde donde se encuentran las letras.
ResponderEliminarLyria
Gracias Lyria. Celebro que te gusten mis relatos. 😏
Eliminarme parece maravilloso el ultimo parrafo, como apuesta de futuro inmediato, pero me parece mas maravilloso aun el almuerzo para su familia ya está preparado y los platos dispuestos esperando sus destinatarios: cada uno de sus amores representados en el alimento que les aguarda. Un poco de amor diario ahi representado
ResponderEliminarbesosss monica
Me alegra que hayas seleccionado esos párrafos. Son los que considero valiosos en cuanto a los elementos fundamentales para asumir cualquier etapa de la vida: afectos y proyectos. Esenciales para hacer que la vida tenga sentido. Un abrazo Gabiliante y muchas gracias por tu atenta lectura
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