Esta semana Inma, nos propone juevear con LOS COLORES DE NOVIEMBRE. Para leer todos los relatos, pasar por su blog.
Mi texto
COLORES DE NOVIEMBRE
Para ella, noviembre siempre fue
color violeta. Los jacarandás en flor de su ribera natal, a gritos lo
proclamaban al viento fresco, bajo un cielo que insistía en reflejar –aunque
sin lograrlo- su azul sobre el agua marrón del rio enorme que baja en silencio.
Noviembre también siempre fue allí humedad, lluvia de renovación, perfume
intenso. Fue libertad de sueños, campos verdes con promesas de horizontes
nuevos.
Y se decidió a viajar, por fin,
un ansiado noviembre, dispuesta a ampliar la paleta de colores que la vida,
desde otros horizontes quisiera mostrarle.
Fue así que disfrutó y se dejó
llevar por los impensados ocres y dorados de un otoño septentrional extendido
bajo el blanco grisáceo de inconstantes nubarrones pasajeros. Conoció entonces
la magia irreal de otros noviembres, tan diferentes -en apariencia- al suyo,
pero semejantes en su promesa de renuevo frente a la inminencia de otro año que
culmina.
Aportando su cuota vital de
violetas en aquel marco boreal que a la nostalgia invita, ella se detiene a soñar,
pensativa, junto a otras aguas menos barrosas que las suyas. Desde la otra
orilla de ese lago cristalino que la seduce, un señor de sienes canas, mirada
clara y chaqueta oscura a su vez la observa mirar y desde lejos, su violácea melancolía
adivina.
No es de locos suponer que junto
a esos dos que sobre el espejo de agua ahora se reflejan, se renueven y se entremezclen
los colores que hasta la fecha, vienen teniendo -por separado- sus noviembres.
Bonitos matices para este noviembre que nos describes… así como aquellos que se visten diferentes, pero con un fin común…
ResponderEliminarEvocador y de muy bonitas imágenes, como las que nos dejas acompañando tus letras.
Y es que… no hay orilla que no destile, en estos tiempos que corren, esa violácea melancolía…
Un placer leerte, Mónica.
Abrazos, y feliz día 💙
Te agradezco y valoró mucho tu comentario Ginebra. Me alegra que te gustara. Un abrazo
EliminarMe ha transportado tu escrito. Porque, claro, los colores son tan diferentes ahí respecto a aquí. Los colores, las humedades, los olores, los vientos...Llevo unos días que me levanto con niebla y que me sumerjo en ella.
ResponderEliminarHaberte transportado es un gran logró que me alegra y emociona jeje. Te agradezco por pasar y leer Fackel. Un abrazo desde este noviembre tan violeta 😊
EliminarEs increíble lo que cambia una estación dependiendo donde estemos tú la vives con colores alegres y vivos y nosotros aquí son ocres y marrones y verdes. Ambos lindo y bellos los dos.Me ha gustado leer otra perspectiva. Un fuerte abrazo !!
ResponderEliminarAsí es, según el lugar, los meses transcurren de forma diferente. Me alegra compartir colores jeje. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarMuchos colores para un mes pero parece que Noviembre se lo merece y el violeta es uno mis preferidos. Saludos.
ResponderEliminarTodo depende del ánimo con el que queramos verlo JLO. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarNo es de locos, para nada...
ResponderEliminar¡Una preciosidad!
Exquisito y original, narrado con sutileza y redondeado muy bien. Lo he visto como una pintura.
Por cierto, adoro las jacarandas (aquí son importadas de tu tierra :)
Besos
Me alegra mucho Volarela. Te agradezco tu comentario. Y si, los jacarandas son preciosos en esta época. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarEsta estacion en particular es muy especial por los tonos que aparecen, pero si es violeta como ocurre en este caso es basicamente sorprendente.
ResponderEliminarCon tu relato se puede apreciar TODO hasta los olores que emana tan particular otoño
Te agradezco mucho por tu visita y comentario Hugo. Me alegra que te gustara. Un abrazo
EliminarTus morados son mis ocres, tus violetas que rozan el cielo son hojas de oro que alfombran el suelo. Los sentimientos florecen en la naturaleza y aquí nada es de locos. Un bonito noviembre bajo tu mirada artística. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Ester. Valoró mucho tus palabras. Un fuerte abrazo
EliminarMe recuerda mis días Rosarinos, esos árboles solo los disfruté en mi infancia.
ResponderEliminarQue lindo Moni!!
Un abrazo:)
Y son tan hermosos Cecy! Para mi son el sello de este mes. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarParecen como miradas artísticas y sensibles que se duplican a la distancia de un mar que los separa.
ResponderEliminarDos noviembres que necesitan intercambiar colores y aromas, para que no importen las estaciones.
Muy logrado.
Besos.
Me alegra que te gustara Jeje. Muchas gracias. Me halaga tu comentario. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer con atención
EliminarAdemás de bellos colores, este noviembre tambien ha traído amor :)
ResponderEliminarMe cuesta imaginar un noviembre primaveral en el sur, supongo que igual os pasará a vosotros con abril.
Bss.
Tal cual Mar por aquí nos cuesta imaginar noviembre con frío 😉😘😘
EliminarNoviembre en primavera, lleno de colores y olores!
ResponderEliminarQue distinto de lo triste que es en mi Bilbao, lleno de lluvias y fríos. He disfrutado mucho con tu relato.
Abrazos
La variedad hace a la vida Lucía jeje. Me alegra que te gustara. Un abrazo y gracias por pasar y leer
EliminarMaravilloso, Nónica. Al leerte ne has hecho viajar a Buenos Aires a los Bosques de Palermo, Barrabcas de Belgrano y Av. Liertador con los magestuosis jacarabdas en flir. Un árbol que amo te cuento que una vecina franxesa, cuando vivía en Estocolmo, habíase contrabandeado 3 semillas de Jacaranda y ne regaló una. Lo hice crecer en un macetón. Tenía 1,50 mts cuando lo regalé.
ResponderEliminarMil gracias y besos.
Qué anécdota tan linda la de las semillas contrabandeadas Myriam jaja. Si los jacarandas florecidos son hermisis y parecen ser muy propio de estas latitudes. Me alegra que te gustara el relato. Un beso enorme y muchas gracias por pasar y leer
Eliminarque diferentes otoños allá y aquí. supongo por los colores que las javarandas son los árboles de las fotos.
ResponderEliminarme encantó el final con esaezcla de los reflejos de los colores de ella y el hombre cano
Besosss, moni
Así es Gabiliante, los jacarandás son árboles que en una determinada época (en noviembre por aquí) se llenan de flores violetas sin ninguna hoja verde que disminuya ese encanto tan particular. Después, en una segunda floración más dispersa, sí se mezclan los colores. Me alegra que te haya gustado el relato. Gracias por tu visita.
ResponderEliminarAbrirse a los colores, me ha parecido un manera muy buena de atacar este reto de jueves.
ResponderEliminarUn lujazo leerte. Un abrazo
Te agradezco Albada. Valoro mucho tu comentario. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer con atención
EliminarSeguramente, como bien haces entender en tus letras, hay un noviembre para cada cual que se siente a observar su avance, sus colores sus matices.
ResponderEliminarUn placer leerte, siempre lo es.
Un abrazo y cuídate.
Te agradezco por pasar y leer Jorge. Siempre es un placer recibir tu visita. Un abrazo
Eliminar¡Qué bonitos colores y sensaciones! No puedo imaginar cómo es un noviembre en otra parte del mundo porque siempre lo he vivido en el norte, son sus fríos y sus colores marrones. A lo mejor un día me atrevo a volar hacia esos lugares violetas.
ResponderEliminarMucha poesía en lo que has escrito.
Un abrazo
Te agradezco Charo. Me alegra que te gustara el relato. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer con atención
EliminarBuenas amiga Neo: El otoño tiene mil colores a cual más hermoso. Mil que agradan y convencen a todos, y otros mil que són para echarlos al deshecho. porque a nadie les gusta y le encuentran todos los inconvenientes. Así que debe de existir un otoño hecho a la medida de cada persona. BEsosssssssssss!!!!
ResponderEliminarSeguro que si Montse! Todo es según el color del cristal con el que miremos el mundo 😊. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarMe has llevado a tu noviembre de primavera y de forma magistral le has dado la mano a nuestro noviembre otoñal. Me encanta esa unión de colores y estaciones tan iguales pero tan diferentes. Gracias por sumarte, besos.
ResponderEliminarAl contrario Moli, fue un placer poder participar. Me alegra que te gustara el relato. Un fuerte abrazo y gracias por pasar y leer con atención
EliminarA mí me encanta el color de tu Noviembre, esos campos verdes con promesas, una preciosa paleta de colores que has pintado. Me recuerda a mi primavera. Precioso Noviembre.
ResponderEliminarBesos enormes.
Muchísimas gracias María por tu cálido comentario
EliminarUn abrazo y muchas gracias por pasar
boreal, austral primavera otoño 180 grados de circunferencia separan estaciones costumbres. Impensables para mi unas navidades con playa pero tan naturales en vuestro hemisferio. Viajar abre mentes y experiencias aprendes a ver otros colores, otros soles otros vientos. Buen fin de semana Mónica
ResponderEliminarViajar nos hace ampliar las fronteras de nuestra mente. Tu lo has dicho Rodolfo. Muchas gracias por leer y comentar. Buen fin de semana para vos también. 😊
EliminarAl leerte he pensado en esos jardines japoneses llenos de colores otoñales que deben ser preciosos en directo! Gracias por formar esa imagen en mi mente tan bonita... Que bonitos destellos nos has dejado de noviembre!
ResponderEliminarUn saludo!
Te agradezco M por tu atenta lectura y tu amable comentario. Me alegra que te gustara el relato. Un abrazo y muchas gracias
EliminarEn ocasiones, dejándonos llevar por nuestra cortedad de miras, nos olvidamos de que existen otros noviembres, diametralmente opuestos al nuestro. . No es nada fácil, pero bien que me gustaría conocer esos otros colores, otras culturas, en mi vida, tal vez algún día.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Muy cierto Pepe, uno tiende a pensar que todo es uniforme según nuestra propia perspectiva. Pero no. Por suerte! jeje Un abrazo y muchas gracias x pasar.
ResponderEliminarLeo mi comentario arriba que te hice desde mi celular y está lleno de errores.
ResponderEliminarPerdón por eso. Sí, a la mujer que me regaló las semillas se le murieron los dos. Eso es lo curioso: EL Jacarandá no es `para nada de esas latitudes, pero a mi me creció divino. No tengo más contacto con las personas en Estocolmo a quienes se lo regalé y no sé como está ahora, si todavía viviera. A mis bebés de Argentina que di en adopción uno a uno (tenía un vergel en el piso 18 dónde vivía, en cambio, si les sigo muy bien el rastro y sé cómo están hoy en día. En Tel Aviv, ya no quise tener plantas (el apartamento da a un parque hermoso) porque viajo mucho y no quiero que sufran. Besotes
Te entiendo perfectamente Myriam. En cada una de mis mudanzas sufrí la pérdida de varias plantitas, aunque eran bien humildes y en macetas. Nos une el amor al verde también!😊. Otro abrazo. p.d errores desde el celular. .a todos nos pasa! 😂
EliminarUN texto muy poético el que nos has regalado y sobre todo ese final preconizado de mezclar sus paletas de colores para dar otra tonalidad a sus noviembre.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Te agradezco Tracy. Me reconforta saber que el texto gustó. Temí que fuera demasiado simple 😊. Un abrazo y muchas gracias por pasar
EliminarEl Otoño trae muchos colores y preciosos en sus variedades.
ResponderEliminarYo los tengo ocres , verdes y marrones. Es un lujo pasear por hayedos cuando caen las hojas.
Lo recomiendo
Un placer leerte
Beso
Es cierto. El otoño no es para nada una instancia gris. Más cuando el corazón está bien dispuesto 😊. Me alegra que te gustara el relato. Un abrazo y gracias por pasar
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