Esta semana Dorotea nos propone meternos en la piel de algún animal para narrar una historia a través de sus ojos. Para leer todos los textos participantes, pasar por su blog.
(imagen hallada en la red)
A OJO DE PÁJARO
Chip… chip, chiiiip!
Como cada mañana lanzo mi trino
junto a su ventana esperando me responda con algún gesto mínimo que la saque de
su letargo.
No es saludo, más bien es una
verificación que le pido. La comprobación de saber que la sigue peleando pese a
lo difícil que debe ser saberse encerrado entre esos viejos muros sin poder escaparse.
No sé por qué entre tantos
enfermos ha sido ella la que más me ha conmovido desde aquel lejano día que la
internaron. Sus gritos, sus lamentos, su mirada triste sintiéndose abandonada e
indefensa. Todo me conmovía. De alguna manera quería consolarla y fue entonces
que se me ocurrió acercarme a su ventana y tratar de alegrarla con mis trinos.
Verla allí tras los cristales,
anhelantes sus ojos por sentirse libre nuevamente, me llena de congoja. Sé que
no es mucho lo que puedo hacer, tan sólo intentar alejarla por unos instantes de
esa soledad tan lastimosa en la que habita.
Chip… chip, chiiip!
Ahora se acerca y me mira. La siento
cerca pese a que nos separan cristales y barrotes. Quisiera poder lograr algún gorjeo
más elaborado. Lanzar al viento un canto más melodioso - quizás como el zorzal
o tal vez como el de la calandria- para lograr tocar su alma hasta que me
regale una sonrisa. Pero sólo son estos mínimos chistidos los que logramos cantar
los de mi especie y pese a quererlo, pese a esforzarme, tan sólo de esta manera
logro expresarme.
Chip… chip, chiiip!
Remarco el énfasis del chistido
final con todas mis fuerzas esperando ella note mi intención de conmoverla. Pareciera
que sí, de alguna manera lo he logrado. Ahora se anima y entreabre la hoja de
la ventana acercándome tímidamente su mano entre los barrotes, quizás con temor
de espantarme. Cabeceo levemente para poder verla con más detalle. Son grises
sus ojos, tan grises como la niebla mañanera. Y bella su mirada. La contemplo
detenidamente y siento que ella lo percibe. Ahora suelta las migajas que
llevaba en su mano. Las deja para que yo las coma mientras le regalo nuevos
trinos.
Chip… chip, chiiip!
Me mira complacida y al fin, me regala su sonrisa.
Qué relato tan tierno, Mónica, y la tensión monta hasta el final. La situación de la enferma solitaria y de su pequeño visitante me ha gustado mucho. Gracias por participar y con un abrazo reikiano
ResponderEliminarMe alegra que te gustara Dorotea, surgió de un tirón. Un beso, fue un gusto participar
EliminarEmocionante, has conseguido que visualicemos la situación, que maravilloso poder tienen los animales para con los enfermos. Y ademas me has recordado a mi abuela cuando me decía ¡Cállate ya pareces una calandria! Hacia años que no escuchaba-leía esa palabra. Un abrazote
ResponderEliminarJeje, me alegra haber traído lindos recuerdos! Un abrazo y gracias por pasar y leer
EliminarProduce mucha ternura tu relato, así como ese sinsabor de saber cómo nos comportamos los humanos con los bichos. Muy bueno.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias Sr oso, me alegra haber podido emocionar. Un abrazo y gracias por pasar y leer
EliminarA veces, los pequeños detalles logran las profundas sonrisas, bello y enternecedor, Neo
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Mujer Virtual, me alegra que te gustara. Un abrazo
Eliminara veces una barrera sicológica o en este caso de cristal nos separa de compartir unas migas que sin duda nos entregarán.
ResponderEliminarY es que está en la naturaleza de todo animal ese buen salvaje que Rousseau en asignaba a todo ser.
Interesante la teoría del bien salvaje. Me has dejado pensado Rodolfo. Un abrazo y gracias por pasar.
EliminarEmocionante tu relato y veo tienes ese don para ello
ResponderEliminares de admirar
Un abrazo
Muy amable Precious, muchísimas gracias. Un abrazo y gracias por leer con atención
EliminarQue lindo Neo te salio el relato , es tan tierno que emociona al leerlo .y te diré más yo diría que es verdadero .Quien en alguna ocasión estando triste en su casa , mirando a través de una ventana no ha visto un pajarillo chispear con su sonido como mirándote , diciéndote ¡hola que estoy aquí!..podría ser cierto que él la viera desamparada entre esas rejas y fuera a despertarla de ese letargo que la tenía encerrada ..no sé ya me he metido tanto en tu historia que lo veo bien clarito ajjaja , bueno que me ha encantado .
ResponderEliminarMil besos por dejarnos tan bello relato .
Me alegra mucho que te haya gustado el relato, Campirela. Te agradezco tus palabras. Un abrazo y Muchas gracias
ResponderEliminarCuanta ternura y belleza, en este relato. Nada trascendente, pero con la inmensa verdad de que lo pequeño, es importante para la felicidad y la sonrisa.
ResponderEliminarBesos de admiración.
Muchísimas gracias Juan, me superan tus generosos calificativos. Un fuerte abrazo
Eliminar:)
ResponderEliminarHay mucha belleza en los pequeños detalles de cada dia, más en el.significado que en el detalle en si pues arrancar una sonrisa es todo un logro muchas ocasiones.
ResponderEliminarMuy tierno tu lado animal.
Bss.
Muchas gracias Mar! Un abrazo
EliminarQue belleza y que ternura!! Como un pequeño pajarillo puede traspasar el alma. Precioso, besos.
ResponderEliminarMe alegra que te gustara Moli, muchas gracias. Un abrazo
EliminarAAawwww que ternura de texto. Lo has descrito bellamente plasmando la sutil circunstancia. La soledad es tentada por la insistencia del pajarito que al fin logra su cometido.
ResponderEliminarAbrazo!
Me alegra que te gustara, Yessy, muchas gracias. Un beso
Eliminar
ResponderEliminarHola, soy la "nueva", es una preciosa y tierna entrada, lo que voy viendo me encanta.
Gracias.
Un abrazo.
Hola Mari Carmen, bienvenida! Me alegra que te entusiasme participar de nuestros encuentros jueveros. Es un evento que cobra mayor riqueza mientras todos participamos aportando y leyendo. Muchas gracias
EliminarMuy tierno este canto a un pajarillo humilde que con su canto nos alienta.
ResponderEliminarUna gozada leerte. Un abrazo grande y feliz finde
Muy amable tu comentario, Albada, muchísimas gracias y feliz finde
EliminarHola Neogénesis , muy tierno relato al final consiguió la sonrisa
ResponderEliminardespués de tanto insistir , que triste tiene que ser ver como pasa la vida y no
poder disfrutar de un rato en libertad , sin tener esos barrotes que te apresen.
Te deseo una feliz tarde , besos de flor.
Muy triste, por cierto. Me alegra que te gustara el relato. Muchas gracias por pasar y leer. Un abrazo Flor
EliminarUn relato precioso, Neo. Al principio pensé que se estaba refiriendo a otro pájaro que estaría encerrado en una jaula dentro de la casa, así que me sorprendió cuando entendí que se trataba de la humana (o humano) de ojos grises.
ResponderEliminar¡Me encantó!
Un besazo
Hola Neo: Menos mal que tu como buena narradora que eres, has escogido un pajarito dulce y ennamoradizo.
ResponderEliminarES siempre un lujazo leerte amaiga. Un beso y feliz fin de semana.
Muchas gracias Dafne, me alegra haberte sorprendido. Un abrazo
ResponderEliminarNo daba para halcón, Montse, jajaja. Te agradezco tus conceptos, muchas gracias!
ResponderEliminarUn abrazo