Hacía bastante que las musas no aparecían más allá de los encuentros jueveros. Hoy lo hicieron, casi sin buscarlas. Les agradezco por haberme inspirado esta historia.
Pedirle perdón. Contarle cómo fueron las cosas, cuáles
fueron en realidad las razones por lo que hice lo que hice y explicarle –ya sin
temor a que no me crea- cuánto la quise siempre y por qué motivo aquella mañana
cenicienta y fría –jamás podré olvidar el nudo de angustia que me cerraba el
pecho- decidí marcharme sin decir palabra para no volver.
Pedirle perdón. Lograr que ella
comprenda por qué tuve que hacerlo, que sepa que de ninguna manera busqué
dañarla, que en aquel momento preferí que pensara lo peor de mí, alejándome y
dejándola sola porque quería protegerla, para que no tuviera que ser testigo de
lo que después ocurrió. Me arrepiento ahora –mis lágrimas son la prueba- de
haber cubierto tan bien mi retirada, de no haber dejado ningún cabo suelto para
que después con el tiempo, cuando el desenlace fatal ya hubiese transcurrido, ella,
repasando en soledad uno a uno los hechos, pudiera ser capaz de hallar el
motivo de mi decisión, porque pese a quererla con el alma debí marcharme para
preservarla de todo daño, de cualquier venganza que aquellos infames pudieran
tramar involucrándola, ya que sabían lo que ella significaba para mí.
¡Si pudiera liberarme de esta
culpa! ¡Si lograra que comprendiera cuáles fueron las verdaderas razones de lo
que hice y dejara de odiarme! Mi alma se sentiría redimida por gracia de su compasión
y podría entonces seguir viaje sin que este inmenso dolor me ate a nuestro
pasado.
Pero no es así. Nada de lo que he
hecho hasta ahora – ni siquiera tengo ya en claro cuánto tiempo llevo intentándolo-
logra suavizar el resentimiento que anida en su corazón y que los malos recuerdos
y los interrogantes a los que la pobre nunca pudo responder van desorientándola
cada día más, sumiéndola en esa profunda tristeza que la ahoga desde entonces.
Cuando la observo –obviamente sin
que ella note mi presencia- siento que todo lo bueno que alguna vez nos unió va
disgregándose impiadosamente, como si nunca hubiese existido. El dolor de
saberlo me atraviesa como un tajo haciéndome retorcer con mi culpa y mis
remordimientos. Mientras ella no me perdone no tendré jamás descanso ni
consuelo. Siento que vago de aquí para allá, sin sentido ni destino. He llegado
al punto de creer que mi conciencia busca refugiarse en algo parecido a la
locura, y eso me atormenta aún más, porque lo único bueno que me queda son sus
recuerdos, los gratos, los que compartimos alguna vez y hoy parecen tan lejanos.
Temo quedar enredado en esta trama de irresoluciones en forma indefinida, anclada
mi esencia apenas por el hilo de mis pecados que suplican por clemencia.
Pero de repente apareciste y un
rayo de luz ha hecho vibrar mi alma con ilusión. ¿Puedes verme? ¿De veras
puedes verme? Cuando sentí que tus ojos límpidos lograban ubicarme con
precisión y detenimiento sin que tu mirada atravesase mi levedad sin ignorarme -como
sucede cada vez que alguien roza mi cercanía- no podía creerlo. ¿De veras puede
verme? ¡Y me escuchas! ¡Milagrosamente también me escuchas! ¡Bendita sea la Eternidad
que se ha compadecido al fin de esta triste alma en pena y te ha cruzado en mi
camino! ¿Podrás contactarla? ¿Podrás hacerlo sin asustarla, sin que piense que
estás allí para burlarte y engañarla? Eres muy joven y tu imagen inocente
seguramente hará que te abra las puertas de su casa, pero quizás no halles las
palabras precisas para contarle todo, los pormenores, mi versión de nuestro
drama, mis verdaderos sentimientos.
Siempre fue muy descreída y
escéptica, totalmente contraria a considerar posible este tipo de contactos. No
será fácil la tarea pero supongo que hallarás la manera de convencerla. Si has
sido dotado con este tipo de sensibilidad y percepción extraordinaria, se te
habrá otorgado –quiero creer- la capacidad de persuasión que se requiere para hacer
posible estos trámites. No me imagino a alguien titubeante y poco convincente llevando
los mensajes que nos apremian a quienes atravesamos este indefinido trance de no
ser ya parte de este mundo pero que igualmente seguimos aferrados a él mientras
nuestra estado de conciencia nos lo permita, rogando por saldar -antes de
partir disolviéndonos del todo- las deudas y los asuntos que dejamos sin
resolver y aún nos aquejan.
Que historia tan intrigante, ¿de que tuvo que escapar cuando estaba vivo? ¿De que quiso proteger a su hija alejandose de ella?
ResponderEliminarAl menos tendrá una oportunidad de contarselo.
Besos
No pensé que fuera su hija, en todo momento tuve la idea que se trataba de una pareja, pero vaya a saber porqué pensaste que así fue! Quizás la verdad la tenga todavía que desentrañar el pobre fantasma y seguramente será ese joven mediador el encargado de hacérnoslo saber 😊😁 me alegra mucho que te haya intrigado la historia, Demi, muchas gracias por leerla con atención.bun abrazo 😊
EliminarUna hermosa historia llena de posibles desenlaces, y de algunas incognitas (como las mencionadas por Demiurgo) que merecerían una continuación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Ibso, me alegra que te haya gustado. Se me ocurrió también intentar continuarla. Veremos si las musas me siguen acompañarnos. Un abrazo
EliminarMe alegro que tu musa esté revoloteando por aquí...
ResponderEliminarFenomenal el relato... ese caminar entre el acá y el más allá ¿quién sabe lo que las almas viajan, verdad?
Bss
Muchas gracias Sylvia, hacia bastante que no escribía un relato más allá de los jueves. Veremos si retorna la inspiración. Un abrazo
EliminarUn literario relato de intriga, que deja al lector con la conciencia de que algo se le ha escapado, pero que al volver a leer, la intensidad del mismo no resuelve las incógnitas y nos deja un desenlace abierto a múltiples posibilidades.
ResponderEliminarNo dejes a la musa que se escape. Viene preñada de buenas letras.
Besos.
La idea era esa, arrancar con el relato dejando de lado los detalles previos para concentrarnos en la desesperación del protagonistas que teme quedar sin redencion. Te agradezco por tu generoso comentario. Un abrazo
EliminarNos has dejado un texto donde lo sobrenatural los entes que andan vagando con alguna pena y muchas dudas sin resolver ven en alguien esa sensibilidad para poder acercarse a la persona que deseamos saldar cuentas con ella , me has recordado a la peli de Ghost..en este caso él se aleja por otros motivos para no dañarla de sus perseguidores es un acto de amor pero quizás ella al no saberlo le dejo un dolor que él es su otra dimensión quiere subsanar ..me ha parecido muy buen texto y mira las musas te llegaron muy bien .
ResponderEliminarUn abrazo y nos leemos el jueves muakk.
Muchas gracias Campirela, me alegra que te gustara el texto. Un abrazo 😊
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