Sumándome (tarde) a la propuesta de Sindel de esta semana
-Cambia…
Todo cambia-
dice la canción
tanto en lo superficial
como en lo profundo.
Es inevitable.
Y así como es lógico
que todo cambie
también cambiamos nosotros.
Más por fuera que por dentro
…aunque también por allí
-por los rincones del corazón-
con los años
también nosotros cambiamos.
No es malo el cambio, cuando es por fuera con sentido del humos se hace llevadero, cuando es por dentro es la razón la que debe tomar el timón. Abrazos como los de siempre
ResponderEliminarY justamente en uno de esos cambios estoy, a ver si logro rearmarme! Un besote.
ResponderEliminarQuizá en uno de esos cambios encontramos lo que buscamos.
ResponderEliminar"todo cambia, nada es..." Heráclito filosofaba sobre la esencia misma del ser. Te juro que estuve en los mismos los mismos lugares que tú en Roma, y no te vi, con ese sombrero que protege tus ojos del sol.
ResponderEliminarVolveré por que Roma necesita mas de una vez para beberla, esta vez estaré más al tanto por si te veo pasar por la Ciudad Eterna
Siempre agradecido por tus comentarios en mi blog
Es verdad que todo cambia con el tiempo, nada permanece estancado sino que esta en constante movimiento, aunque esos cambios a veces pueden dolor en el alma son necesarios para entender que hay cosas por las que pasar pagina.
ResponderEliminarBesos
Yo siempre he sospechado de las personas que nunca cambian...
ResponderEliminarBesos.
Me encanta esa foto del ocaso, que deja un reflejo dorado en el tiempo, Mónica...Imagino que es entrañable para ti...La vida nos va mostrando sus muchas "lecciones de cambios", que debemos aceptar y asimilar...Todo ello es bueno cuando nos deja conocimiento y sabiduría.
ResponderEliminarMi abrazo, amiga.
M.Jesús
Todo pasa y todo cambia, es ley de vida. Feliz fin de semana.
ResponderEliminarCreo sea una suerte que todo cambie, al menos tenemos la oportunidad de... con cada uno de ellos.
ResponderEliminarUn beso Mónica.
Yo a este ultimo cambio, al interior, le llamo crecer como persona. Besos.
ResponderEliminarJuraría que había comentado... No sé...
ResponderEliminarDa igual...
En realidad, lo que no cambia es porque muere... o porque, incuestionablemente ha de ser así, pero hasta la piedra más dura cambia. Nosotros pasamos, caminamos, somos juncos que el viento azota sin romper... y así seguimos.
Es lo que nos hace fuertes.
Un beso muy grande.
Verdad es, el cambio exterior es inevitable. Pero el interior está en nuestras manos hacer ese cambio? Me dejaste en que pensar.
ResponderEliminarBeso