A propuesta de la querida Cass, este jueves, cargado de onomatopeyas e imágenes sensoriales, traigo mi texto juevero.
¡Clap clap clap! Los aplausos brotan, espontáneos y sinceros
entre el numeroso público que ha venido a ver el debut de la obra.
¡Cha chán cha chán! Las notas finales del tema musical central
aún repercuten en los oídos de todos los presentes, marcando fielmente el
compás que acelera el latir de los corazones. Pom pom pom… parecen querer salírseles
del pecho, de pura emoción.
La gente se pone de pie, para acentuar el halago y las
felicitaciones para los actores que ahora, se adelantan hasta el borde del
escenario y alzan sus brazos, todos al unísono, entrelazadas sus manos en signo
fraternal y de agradecimiento.
“Tac tac tac” algunos de los espectadores remarcan con los
tacos de sus zapatos en rítmico énfasis, buscando obtener algún “bis” como
recompensa a sus aclamaciones.
“lalará rara ra la lararaleeeeeeeroo…” La orquesta arranca
al fin con la repetición del último número musical haciendo emerger, sin
retaceos ya, la complicidad del público, que en esta nueva versión del tema,
parece querer animarse con un coro.
Las luces multicolores vuelven a mecerse en sincronía con
los pasos elegantes de los actores danzantes, haciendo que los rostros pierdan
las contundencias de sus humanos rasgos para fundirse otra vez como pinceladas
del bello cuadro en el que se transforma mágicamente el escenario.
“lalará rara ra la lararaleeeeeeeroo…” la gente de las
primeras butacas se va poniendo de pie a medida que la melodía va impregnando
la atmósfera teatral de esa belleza impalpable que diluye la realidad de la
ficción y ya sin pudores y con franca complacencia, público y actores van
compartiendo con alegría ese momento tan especial que pocas veces se logra y
que bien merece disfrutarse cuando llega: las mieles del éxito… después de
tantos meses de trabajo y aprendizaje, después de muchas frustraciones y complicaciones
superadas, al fin el esfuerzo colectivo da sus frutos y finalmente todo se conjuga
pudiendo con júbilo, acariciar el éxtasis.
¡Bravooooo,
bravooooo! ¡Clap clap clap!
No es de sorprender ni de extrañar que te haya quedado "pintado". Tu suegra puede seguir viniendo que aun en el apuro, no perdes tu calidad y gracia para escribir.... CLAP, CLAP, CLAP
ResponderEliminarMuchos chuick, todos dobles!!!!
gracias por participar en días tan complicados....
(cuando la estrenan en Montevideo?)
Me gustaron tus onomatopeyas.
ResponderEliminarNos has conducido al teatro y nos has hecho vibrar con el publico y contigo. Gracias preciosa ( he leído, por cotilla, que tienes unos días complicados, si puedo darte un abrazo especial tómalo.)
ResponderEliminarMe pareció estar adentro de un recital de música (suelo ir a los de mis hijos) y me hiciste poner en el lugar del intérprete,el público y sus emociones!!
ResponderEliminarSonido hasta en las palabras...Besos.
ResponderEliminarSoy complice de esa sensación de júbilo y felicidad. El otro dia fui a ver el musical SISTER ACT. Disfruté como pocas veces había disfrutado y fui feliz por dos horas, así que estoy por completo de acuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo
Una verdadera función! Tu relato tiene toda la emoción de un espectáculo digno de ser alabado. Merece un clap, clap, clap! de pie y me sumo a los: ¡Bravoooo! ¡Bravoooo! finales.
ResponderEliminarUn relato propicio para el uso de onomatopeyas entusiastas!
Besos!
Gaby*
Muy bueno Moni, nos metes en la obra, se puede vivir y sentir cada cosa que sucede en la expresión de los sonidos.
ResponderEliminarTe felicito porque lograste transportarme más allá de las palabras.
Un beso :)
Buenos días, Mónica:
ResponderEliminar¡Otra, otra, otra! Claman mis sentidos enfebrecidos tras leerte.
¡Fiiiuiiií! Silba de complicidad mi ánimo tras disfrutar de tu texto.
¡Clap, clap, clap! Te aplaude mi gusto en su regusto.
Todo un recital narrativo, Mónica.
Aplaudir de pie con la onomatopeya mejor, latidos del corazón, feliz de leerte.
ResponderEliminarUn beso
Lo he vivido como si estuviera allí mismo sentada en esa primera fila, todo un paseo de emociones y sensaciones auditivas.
ResponderEliminarGenial!!
Besos!
He asistido muchas veces en directo a ese panorama de sensaciones que describes durante el desarrollo y el final de una obra teatral o musical y has bordado de una forma onomatopéyica el ambiente que se respira y la comunión que se establece entre actoress y publico. En resumen, que me ha enccantado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Lo has contado de tal manera que me lo has hecho vivir. Montón de representaciones en mi mente con la ovaciones...
ResponderEliminarMuy bueno.
Muchos besos
Un onomatopéyico relato al que he asistido como si estuviera allí.
ResponderEliminarHola; los propios sonidos ayudan a asentar uno y cada uno de los elementos que dan por concluida una obra que se está reprensentando. Saludos. Pablo.
ResponderEliminarHola, Monica!
ResponderEliminarUna obra de teatro muy elocuente. Lograstes muy bien tu cometido.
Muy facil lograstes visualizar ese expectaculo, te quedo genial.
Un abrazo
Eso lo he vivido yo... ¡Tal cual!
ResponderEliminarEl regalo de un deseado (y previsto) bis que tanto nos gusta y en el que particpamos sin que nadie nos oblige con el reproche de un siseo.
Lo viví... ¡Tal cual!
Besos
¿es inventado? ... tu inspiración no tiene parangón y tu narrativa, y, y , y ...
ResponderEliminarNena !vales mucho
Un abrazo
tRamos
Me hiciste sentir como si fuera parte del público, con todas esas emociones.
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