Esta semana, de la mano de Gaby, nos asomamos a la ventana juevera.
No se trata de un cristal común,
eso se comprende apenas verla. En sus destellos de plata reflejando la luz
lunar –o solar, según sea la hora- si uno la mira con atención, se advierte una
reverberación especial que manifiesta lo inusual de su naturaleza. Algo mágico
se esconde allí y sus efectos alcanzan inmediatamente el alma humana, si se logra
alcanzar el estado mental que la conexión trascendental requiere.
En apariencia se trata de una
ventana común, de madera añosa y bastante despintada, pero a través de ella la
observación de la vida se vuelve especial y gloriosa. No es complicado de iniciar
el sortilegio, no demanda preparación preliminar ni técnica alguna, simplemente
hay que soltarse de las ataduras cotidianas y dejarse llevar en libre pensamiento
frente a ella, sin condicionamientos ni instancias mundanas. Una vez que se lo
logra, se lo consigue repetir con facilidad y solvencia nuevamente, cada vez
que uno se lo proponga.
Es casi adictivo, eso sí. Cabe
tenerlo en cuenta. No logra uno independizarse de ella luego que ha probado sus
bondades. Sus efectos no son hipnóticos ni engañosos, sino más bien provocan un
ajuste en nuestra apreciación: observando la realidad a través de sus
cristales, nuestra percepción cambia de frecuencia, poniéndonos en real
sintonía con el sentido de la vida, la creación y sus múltiples significados… cosas
que, habitualmente bajo el peso de las rutinas, pareciera que se empeñan en no
querer ser reveladas.
Es la ventana del alma cuando nos asomamos con la conciencia tranquila. Un abrazo
ResponderEliminarEs una ventana poética esta que dibujas con tanto lujo de detalles .
ResponderEliminarQuizas sea lo que dice Ester: que es la ventana del alma, cuando nos asomamso a ella llenos de paz y concordia.
Me ha gustado mucho. Yo quiero tenes una ventana como la tuya. Pienso que nos haría mucha falta a todos...
ResponderEliminarMontón de besos
Buenos días, Mónica:
ResponderEliminarDescribes una ventana desde la que me gustaría asomarme en cada despertar, para observar con luz y optimismo lo que me prepara el día.
También describes la ventana desde la que me gustaría ver mi hogar, cuando la oscuridad me trae de vuelta a casa, para recuperar la sincronía con el sentido de una vida que viste de traje de noche.
Un gran relato, Mónica.
Que interesante visión, una forma de liberarse del sentido común, para ver las cosas de otra manera.
ResponderEliminarSiempre a través de una ventana, y sobre todo si tiene unos cristales como esto, la distorsión de la realidad es clara. Hay que abrirla y mirar de cerca esa realidad.
ResponderEliminarMe gustó.
Un abrazo
Más que el paisaje importa siempre la ventana que nos permite asomarnos.
ResponderEliminarBesos.
Lo que antes eran las gafas de color rosa, ahora parece que hay ventanas enteras para observar una realidad repasada y mejorada. En cuanto me toque ese premio esquivo y me compre una casa, instalaré en la azotea esa ventana para mirar el mundo como quisiera verlo siempre. Precioso pensamiento, Mónica. Un beso
ResponderEliminarMe ha encantado tu ventana, muy introspectivo tu relato. Esa es la ventaja y fortaleza de nuestras ventanas. Que pueden dar cierta revelación mágica muy acertada para la vida cotidiana, rutinaria.
ResponderEliminarUn beso
la ventana nos sorprende con imágenes jamás repetidas. Traigo las palabras de Borges, sobre el pensamiento filosófico de Heráclito:
ResponderEliminar...somos (para volver a mi cita predilecta) el río de Heráclito, quien dijo que el hombre de ayer no es el hombre de hoy y el de hoy no se- rá el de mañana. Cambiamos incesantemente y es dable afirmar que cada lectura de un libro, que cada relectura, cada recuerdo de esa re- lectura, renuevan el texto. También el texto es el cambiante río de Heráclito.
Un beso Neo
Me encantó tu ventana y nos has facilitado el asomarnos a ella, así es que un beso fuerte.
ResponderEliminarEs un relato precioso, original y misterioso. Me gustaría saber dónde está esa ventana para poder asomarme a ella de vez en cuando!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un beso
Esa ventana tiene magia Mónica, es especial e invita a abrirla. Me ha encantado. Un beso y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarUna ventana mágica, que nos cambia la visión de las cosas, y nos regala la paz que perdemos en el trajín cotidiano. Quisiera poder mirar a través de ella, y encontrar ese paisaje que perdí hace mucho.
ResponderEliminarExcelente texto! Un beso.
Nos has invitado a mirar tras tu ventana y todos lo hemos hechos, ahora cada cual ¿que ha visto?.
ResponderEliminarMe gustó Neo.
Besos.
Sin dudas... la magia está allí... o en la disponibilidad que tengamos para enfrentarnos a esa ventana y lo que es capaz de ofrecernos. Una visión en retrospectiva hacia nosotros mismos que puede también, revelarnos y augurarnos algo del devenir. Solo hay que estar dispuestos a mirar por ella.
ResponderEliminarExcelente y por demás interesante tu escrito, por algún lado, rosamos intenciones :D
Muchas gracias por tu presencia en esta convocatoria!!
Besos y lindo finde.
Gaby*
Estoy dispuesta a asomarme a esa ventana adictiva, quiero soltarme las ataduras y adentrarme en ella para sintonizar con el sentido de la vida.
ResponderEliminarQué bonita forma de expresarte.
Un beso.
Sabes? Casi me levanto a asomarme a una ventana cualquiera, a observar sin ataduras internas, ni preocupaciones, o prejuicios. Creo que lo haré. He de re a prender de nuevo a hacerlo.
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada Neo. Tiene magia y sabiduría.
Un beso
del
Aire
Describes una ventana que se abre de par en par al mundo, para mirarlo con ojos de vida y que inspira para seguir el camino que se vislumbra a través de ella.
ResponderEliminarHermosa esa ventana.
Un abrazo.
Es una ventana extraña,
ResponderEliminarpermite mirar a través de ella
pero no se puede abrir.
¿Cómo saber entonces,
si lo que muestra es la realidad
o solo nuestra imaginación?
Describes una ventana extraña, bastante mágica por la cual estaría bueno poder asomarse de tanto en tanto.
ResponderEliminarUn beso!
A pesar de las huellas que el tiempo ha dejado en ella, esa ventana a captado e integrado todas las enseñanzas de la vida. Solo hay que saber ver a través de sus cristales. No todo el mundo sabría, hay que haber envejecido con ella.
ResponderEliminarMagnífico texto.
Besos
Me encanta esa ventana, todos tenemos una, es fantástica mi querida Neo, genial que nos lo recuerdes, que nos traigas la tuya para que todos sepamos que tenemos una y aprendamos a mirar por ella, es cierto que es mágica y es más cierto aún que no hace falta una gran preparación para mirar por ella, solo es necesario desnudarse de todo lo aprendido para mirar con ojos nuevos y limpios, como la mirada de los niños, aisssss, me ha encantado tu ventana, miles de besossssssssssssss
ResponderEliminarMuy esotérica tu ventana. Me gusta.
ResponderEliminarUn beso.