jueves, 26 de febrero de 2015

ESTE JUEVES, UN RELATO: La letra de una canción



Esta semana, Juan Carlos nos propone inspirarnos en la letra de alguna canción para narrar una historia. Como mi musa no llegó a tiempo al convite, recurro al reciclaje de un cuento que escribí hace ya bastante, en forma de trilogía y que parte de una historia contada en una canción de autor uruguayo. Se trata de un tema de Jaime Ross, titulado La hermana de la coneja. Les dejo mi texto y se escucha la música.


Estaba seguro que era ella. No le quedaban dudas. Al pasar cerca y sentarse en la mesa de enfrente pudo verla bien. La hermana de la coneja!...como detestaba que la llamaran así!...se ponía furiosa! Su cara aniñada se encendía de furia y no podía disimularlo ni cuando después recibía, en compensación algún piropo bienintencionado.

Aquellos ojos tan queridos!...cómo podría olvidarlos!...profundos y desafiantes, del color del tiempo, como le gustaba a ella definirlos. Para él siempre fueron verdes, algo tristes pero hermosos…fuente de inspiración de sus primeros versos, aquellos que se mantuvieron siempre en secreto y se frustraron tanto cuando el flaco Tito se le adelantó y se abrió camino hacia su corazón.

Tantos años sin saber nada sin casi recordarla, y de pronto, un día tan gris y de lluvia…allí frente al río (que siempre le pareció mar) venir  a encontrarla!
Se la ve muy bien. Todavía linda, como siempre lo fue. Menuda y movediza, inquieta y bastante insolente. Así había sido…cómo sería ahora?

Parece mucho más serena, por lo menos, controlada, ajustada y medida en cada movimiento. Se la ve muy elegante. Ropa cara, colores bien combinados…quién lo diría! Sin embargo algo en lo profundo de su mirada es distinto…parecería que mucho de aquella luz para él tan especial ya no está…sin duda se diluyó entre las sombras de aquellos días en que debió crecer de golpe.

Da la impresión de estar casada…sí, lleva alianza…la luce en su mano como desafiante, destellando el anillo con cada ademán mesurado con los que bebe su té. Le queda muy bien el pelo corto…le destaca ese perfil tan delicado que siempre lo enamoró.

Las vueltas que da la vida!...encontrarla así, tan casualmente, tan alejados los dos de su viejo barrio, de su lugar, de su gente. Coincidiendo con él en esa misma nostalgia, en ese mismo aire, en esa misma lluvia. Sola. Sin saber que alguien que la había amado la estaba mirando, y que la acariciaba, en su recuerdo, con esa melancolía que brota en los días cenicientos, logrando traer otra vez al presente aquellos lejanos aromas de la adolescencia.

Mientras al fin ella se aleja de aquel bar, él se termina su café… sin arrepentirse de no haberla hablado. Pero en cambio, comienza a hilvanar en unos versos, la historia de la mujer que, otra vez se fue sin siquiera haberlo visto, una tarde cualquiera de lluvia en un rincón de Montevideo.

18 comentarios:

  1. Un relato estupendo con un final creíble, mejor no regresar y quedarnos con los recuerdos que son buenos. Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Sabes que soy admiradora de esta trilogía y de Jaime y bueno de Montevideo!!!!

    me gusta ese toque local (para mi) que tiene tu historia y tu música. Te siento parte de la mía.

    besos geminianos con cariño doble.

    ResponderEliminar
  3. Pues me alegro de esta reedición, porque no lo había leído. Me encanta el ambiente de la narración, muy bien casado con el de la canción, en un relato sin concesiones, de recuerdos, añoranzas, realidades y presunciones que no se resolverán y seguirán en ese mundo que son las suposiciones, que para cada cual termina siendo más vivo que la propia realidad.
    Vaya frase me ha inspirado tu cuento, la guardo para algo que escriba.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Una canción, unos versos, que como un tiempo pasado resucita en foma de versos para evocar aquellos momentos.
    Bonita historia.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. No había leído este relato y me da gusto haberlo hecho ahora. Una historia melancólica, llena de recuerdos y encuentros que traen cosas del pasado.
    La canción no la conocía, y está perfecta para el relato, muy buen engarce de ambas cosas.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  6. Los recuerdos y la música suelen ir de la mano. yo tengo una frase que me ayuda " Al lugar donde fuiste feliz, no debieras volver a sufrir "
    Besos guapa.

    ResponderEliminar
  7. Es precioso, como si estuviera envuelto en una dulce melancolía...

    Cuentas de una manera muy bonita.

    Muchos besos

    ResponderEliminar
  8. Cuánto aire montevideano! :)
    Una de esas canciones de Jaime que marcaron época, acompañando un relato que bien responde a esa faceta evocadora de la música... El tiempo, el pasado, las preguntas... el reencuentro, más no sea, desde el pensamiento. Me gustó mucho está adaptación de tu relato inicial.
    Besos!
    Gaby*

    ResponderEliminar
  9. Que magnífico relato con sabor a tango, Neo. Es una historia con un fondo triste y melancólico, de lectura pausada, pero que se disfruta como el buen café.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Leerte despacito bajo los acordes de esta música pausada, es un placer. Como dice Cas tiene ese toque tuyo local, al que nos transportas.
    Besos.

    ResponderEliminar
  11. Un bonito relato acunado por la música.

    ResponderEliminar
  12. Buenas tardes, Mónica:
    Felicidades por el relato (por cierto creo que está inspirado en la canción que suena de bienvenida en tu blog, pero mi mala conexión impide su reproducción)
    Creo que hay mucho de (casi) todos los que te leemos en esta historia que cuentas. En ese escribir en palabras lo nque no te atreviste a decir, en ese encontrarte con alguien que te lleva, de la mano que no te atreves a tender, a un pasado en el que sobraban las pasadas.
    Un gran texto, Mónica.
    Feliz tarde.

    ResponderEliminar
  13. Triste y desesperanzador. Yo pensaba que iba a terminar bien.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  14. Pudiste haberle dado un toque final de reencuentro e inicio de algo que nunca fué aunque siempre estuvo en el ánimo de tu protagonista y, sin embargo, has dejado que termine tu relato envuelto en la desesperanza, la misma que tuvo hace ya muchos años. Claramente su destino no está unido a la hermana de la coneja, no, o no al menos como el desearía.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Una historia preciosa, una tarde lluviosa y un encuentro inesperado con el pasado que trae a la mente del protagonista recuerdos de un corazón herido...tal vez debería haberle dicho algo pero creo que hizo bien en dejar las cosas así. Estupendo relato, me gusta más que la canción...tal vez tendría que escucharla más para pillarle el gusto.
    Un beso

    ResponderEliminar
  16. Me ha encantado ese encuentro con tantos recuerdos, nostalgia de otros tiempos y otras edades. Hermoso el texto con acento sureño de melodía de fondo.
    Besos

    ResponderEliminar