Más caminos bifurcados en lo de nuestro anfitrión juevero
La estrategia para poder salir indemne de un
laberinto -dicen- es no dudar ante cada encrucijada y girar siempre con la mano
pegada a la pared que se tiene de un mismo lado. Ya sea izquierda o derecha,
jamás fallará.
Ante cada bifurcación del camino
no hay que dejarse vencer ni por la tentación de variar ni por la
desconcentración. La persistencia en esta premisa resulta ser el método certero
que garantirá no quedar para siempre atrapado entre los pasadizos.
Vaya a saber por qué, los
constructores de laberintos gustan siempre de hacerlos con ese ardid
constructivo…o quizás sea que por su propia naturaleza los laberintos siempre
se ajustan a esta característica topológico-matemática.
Quizás, frente a las encrucijadas
que nos depara la vida haya también algún procedimiento inequívoco para salir
indemne de semejante riesgo.
Mientras no haya algún científico que logre
dilucidarlo, me atrevo a suponer que el método que brinda mayor garantía para atravesar
con éxito esos desafíos es, reconsiderar previamente nuestras metas, evaluar
las reales posibilidades de alcanzarlas y con honestidad de corazón optar por
una alternativa sin que el miedo logre opacar el ímpetu del entusiasmo.
En caso de fallar, como las
encrucijadas de la vida casi nunca resultan ser irrevocables, siempre nos queda
la posibilidad de retroceder, pedir disculpas –si es que fuera necesario- juntar
nuevamente fuerzas y por supuesto…volver a intentarlo.
La diferencia con los laberintos de la vida, es su construcción con cierta lógica matemática. Tal vez por el recuerdo de Dedalo, los constructores de laberintos quieren tener una forma de no perderse en sus propias creaciones.
ResponderEliminarPara nadie es un secreto que la vida se basa en las decisiones que tomamos. Constantemente debemos tomar decisiones en el proceso de la vida.
ResponderEliminarMiras a tu alrededor y no hay nada mas que acertijos producto de una vida llena de luchas con pocos resultados. Sin un camino claro y despejado que te indique al menos un indicio de donde debes ir y cual camino debes seguir.
Ayyy que me pierdo.
Buen relato Neogeminis
Muchas gracias por tu visita a mi blog. Si no te importa me quedo en el tuyo;
Besos
Isa
http://cabalgandoporlamusica.blogspot.fr/
Hay que ser precisos y no titubear a la hora de elegir cuál camino tomar, y como bien dices, más que por la tentación, por la razón.
ResponderEliminarMuy interesante tu lógica, ante los laberintos tal vez pueda haber algún cálculo. Pero ante los hechos de la vida, lo que mas se aproxima a la lógica es calcular un "margen de error" al mismo tiempo que disfrutar con alegría sus desafíos amiga Neo...
ResponderEliminarTodas las decisiones que tomamos en la vida deben ser muy meditadas porque aunque no sean irrevocables retroceder no siempre es posible.
ResponderEliminarPero hay que actuar con valentía solo disponemos de una vida.
Un beso.
No hay que temer a las encrucijadas. Si aciertas, la satisfacción de lo logrado y si fracasas, ya se sabe, de los fracasos también se aprende.
ResponderEliminarNada hay mas parecido a un muerto, que un hombre que no toma decisiones.
Muy buena entrada.
Un abrazo.
Muy buena reflexión, ojalá hubiera un truco como en los laberintos, pero yo me voy a apuntar el tuyo porque me parece perfecto y me lo voy a guardar en el baúl de mis tesoros:
ResponderEliminar" y con honestidad de corazón optar por una alternativa sin que el miedo logre opacar el ímpetu del entusiasmo." a mi me da, que has encontrado la mano derecha de la vida mi querida amiga, jejeje, miles de besosssssssssssss
Lo de la vida es más complicado y luego está la puñetera Ley de Murphy, que esa es otra....
ResponderEliminarAcabo de aprender como salir de un laberinto, una vez estuvimos angustiados en el de Alicia, en Disneyland Paris, hasta que un italiano se erigió en Moisés y nos condujo a todos a la salida. Ahora es divertido.
ResponderEliminarRespecto de los otros laberintos, lo que dices, ojalá hubiera una regla. En todo caso sería conveniente realizar lo que apuntas.
Abrazos.
Hola Neo, siempre que elegimos corremos el riesgo de no acertar al dejar otras opciones a un lado. Si nos equivocamos...tal vez nos quede otra encrucijada para elegir con acierto, el problema se presenta cuando la decisión depende de los demás.
ResponderEliminarEl peor de los casos seria elegir no hacer nada, esperando que otros lo hagan por nosotros
Besos guapa.
Es una constante en la vida tener que decidir la dirección idónea en nuestras decisiones. Mil finales esperan y cada uno es un mundo a parte.
ResponderEliminarAbrazos.
Vaya pedazo de conclusion¡¡¡¡¡ que palabras y que verdad has dicho. Siempre decidiremos algo pero tambien hay que saber cuando nos hemos equivocado y rectificar.
ResponderEliminarUn beso
Hola Neo!
ResponderEliminarLa vida nos pone día a día frente a encrucijadas que hay que resolver del modo que sea más honesto con nosotros mismos y nuestros intereses, y para con quienes podrían verse afectados con esas decisiones.
Un abrazo!!
RoB
Claro, lo principal quizás es arriesgarse, y si uno se equivoca, pues se vurlve a empezar.
ResponderEliminarUn abrazo
La vida es un experimentar constante, no venimos con guía y no siempre es fácil definir rumbos. Seguro nos equivocaremos más de una vez, pero como bien dices, si se está a tiempo, su puede volver a intentar. Lo importante, es no perdernos al punto, de no saber hacia dónde dirigir nuestros pasos... suele suceder, pero prefiero poner la cuota de optimismo y suponer, que siempre hay una salida. Me gusta este toque reflexivo de tus escritos.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Una introspección muy cierta. Es importante ser muy intuitivos ante las circunstancias para hacer un cruze de una etapa a otra. Las encrucijadas hay que enfrentarlas con determinación.
ResponderEliminarBesos
La palabra vida es sinónimo de movimiento constante, de variación, de cambio, de improvisación, de encrucijadas continuas. Un laberinto es algo estático y por tantos susceptible de reglas. La vida no. De ahí que sea apasionante vivir y correr el riesgo de equivocarnos en cada una de las decisiones. Siempre podremos rectificar y seguir avanzando.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
siempre hay que volver a intentarlo, no solo cuando no se nos da, sino también cuando tenemos un logro, para repetirlo si acaso
ResponderEliminarsaludos
PD con esto quiero decir, que tu relato es muy bueno
La vida, ese continuo laberinto por el que transitamos con mas o menos acierto y en el que fallan los cálculos porque casi siempre se rigen los pasos por el corazón y rara vez por la lógica...¿a donde vamos a llegar?
ResponderEliminarUn abrazo
Hola querida Neo, ya se acerca el día de enviar nuestras fotos, para las postal anual, que emoción. Quiero retribuir sus visitas con bombones. Ven a mi blog y toma el tuyo, Fueron hechos con mucho cariño.
ResponderEliminarMil disculpas por mis ausencias.
♥Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ♥
Un abrazo desde Venezuela.
(¯`v´¯)
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¸.•´¸.•´¨) ¸.•*¨)
(¸.•´ (¸.•´ .•´¸¸.•´¯`•-> SOYPKS
Me gustó mucho como encaraste esta propuesta, esa descripición y explicación sobre los laberintos, que en parte son parecidos a las encrucijadas de la vida. Pero es verdad una vez que se toma la decisión es mejor no pensar en lo que dejamos atrás, simplemente avanzar y ver que nos trae esa nueva decisión tomada, afrontando las consecuencias.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Por una vez no estoy de acuerdo contigo, hay decisiones en la vida que por desgracia no tienen vuelta atrás ni posible rectificación...entonces hay que apechugar con las decisiones tomadas y procurar que esa decisión que tomaste en su día no te amargue el resto de tu vida.
ResponderEliminarEn cuanto a la técnica del laberinto, lo tendré en cuenta para cuando vaya a uno.
Un beso
A veces no hay paredes...
ResponderEliminarBesos.
Creo que los laberintos se hicieron para mantenernos atrapados, mientras decidimos o no se nos quitan las ganas y nos instalamos en la rutina. Me ha hecho reflexionar. Un beso
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