jueves, 10 de julio de 2014

ESTE JUEVES UN RELATO: LA REINA DEL GRITO




De improviso se subía a la terraza más alta del hospital psiquiátrico y pegaba uno de sus gritos más penetrantes. De esos que lograban erizar la piel aún de los enfermeros más experimentados. Su boca desencajada se abría desproporcionada en medio de su rostro de niña maltratada. Se hundían sus ojos al punto de perderse sus pupilas atrapadas por el pliegue de sus párpados. 

Extendía sus débiles brazos hacia adelante sosteniendo en el aire lo que algunos decían fue un hermano que no logró rescatar de entre el fuego de su antiguo hogar incendiado. 

El terror que en verdad revivía le hacía erizar hasta los vellos de la nuca, que rapada casi a cero mostraba, impiadosa, numerosas cicatrices producto de viejas heridas. Toda ella era un quejido mudo cuando su voz se perdía, luego de alcanzar los puntos más altos de su registro desesperado, dentro de la caja de resonancia resquebrajada que componía su pecho. 

Nada ni nadie podía hacer nada para apagar su desesperación, su terror impertérrito sobrevolando cada día sobre su humanidad humillada y devastada. Nadie ni nada lograba atravesar aquella muralla en la que su dolor reinaba omnipresente día y noche, semana tras semana, año tras año.

Ni las amenazas, ni las terapias más innovadoras, ni los vanos intentos de acercamiento por parte de los profesionales que la atendían lograron establecer algún tipo de contacto con ella, y pese a ello, todo el mundo sentía una inmensa empatía por aquella desdichada. Podía palparse el dolor de su alma aterrada haciéndose carne jornada a jornada, ante la mirada impotente de quienes de veras hubiesen querido aliviar su pena. 

Quizás por eso, luego de un ataque particularmente desgarrador protagonizado desde lo alto de una elevada cornisa, alguien protegido por las sombras de aquel luctuoso hospicio, decidió acabar de una vez y para siempre con sus terribles tormentos arrojándola al vacío, precipitando al fin su desgajada humanidad hacia los brazos misericordiosos de la muerte. Durante la caída, que pareció prolongarse más de lo que los nueve metros de altura debían implicar, la reina del grito se despidió del mundo con uno de sus agudos más desconsolados.


Más reinas del grito, en lo del Demiurgo

15 comentarios:

  1. Es interesante el enfoque trágico que le diste a tu historia.
    Mu bien planteado. Funciona el clima. Y significado que le diste a reina del grito.

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  2. Que dura historia Neo y tan bien contada que eriza el bello.
    Besos.

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  3. Fuerte y potente. Una situación ilustrada a la perfección y un final también impactante para polemizar.
    Besos

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  4. Impactante tu relato, con un final aterrador. Muy buena la elaboración de tu grito.
    Saludos

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  5. Muy bueno tu relato. Un feliz fin de semana.

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  6. Es un fiel reflejo de cómo puede terminar un sufrimiento con nosotros. Esta semana he visto la película La herida, de Fernando Franco, describe la vida de una chica con Trastorno Límite de la Personalidad. Tu historia me ha recordado a lo que he visto en la película. Me gustó tu lectura.

    un abrazo

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  7. Desgarrador,; pero es que hay veces que la pena es tan grande que no hay consuelo posible.
    Me ha gustado
    Un abrazo

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  8. Realismo, profundidad e intensidad en tu trabajo, Mónica. Mi felicitación y mi abrazo, amiga.

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  9. Relato muy bien contado y con un final que no me esperaba. Fue un grito, pero de libertad, por fin su alma descansaría.

    Me ha gustado tb la imagen de Carrie, mítica escena para plasmar el grito.

    Un beso y gracias por visitarme.

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  10. La muerte la abrazó con amor y ella descansó.

    Muy buena lectura, ágil y provocadora.

    Un beso y el cafelito con cariño.

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  11. Que relato más bueno, tan bien hilvanado y tan sobrecogedor. Que terrible debe de ser esa sensación de vacio asociada a la culpa. Para ella el último grito fue de liberación.

    Un abrazo

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  12. Ay, que lástima. Si nos abstrajeramos a que la situación pudiera ser real, en lo dramátic, diríamos que un final a lo grande.
    Abrazos, Neo.

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  13. No suelo gritar.Bueno, desde que me operaron de tiroides y se cargaron una cuerda vocal, ya no puedo en realidad. Y antes? mm, recuerdo una época en la que me dolía tanto el alma que lloraba y gritaba como esa mujer , quizá un poco menos. Y si me hubieran arrojado desde una torre...quizá , por fin hubiera callado.
    Un beso
    Aire

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  14. Marcas que no logra borrar más que la muerte... tremendo, real. impactante trama, y un enfoque original en el tema juevero.

    Mis respetos, amiga.

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  15. he sentido como que vuelves a tus maneras de escribir, a tus orígenes si tú quieres, mónica.un relato más que bien estructurado, adobado con adjetivos adecuados y con un final, no por cabronazo, cabronazo por despiadado, por tétrico si tú quieres,a medida de lo que se venía contando...sin esperanza, por que la niña, la mujer, siguió gritando, quizá con su último grito, quizá con la consciencia de que era su último grito...
    medio beso..
    p.d.
    yo dentro de poco voy a pegar varios gritos por las cabronazas de moscas que no dejan de molestarme...asquerosassss.

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