Este jueves de túneles y pasadizos, conduce Charo.
Mi aporte
Mi aporte
Sé que nadie me va a creer pero
existe un túnel bajo mi cama. No es físico ni se llega a ver si corro los
muebles y las alfombras intentando despejar el cuarto…pero está. Lo ha estado
siempre. Al menos desde que tengo memoria y comencé a escaparme por él hacia
mundos fantásticos. Mundos lejanos, inabarcables para la mente racional que
sólo confía en lo que ve, comprende y palpa.
Por ese túnel he alcanzado no
sólo sitios maravillosos en donde la aventura logra superar los miedos
acumulados a lo largo de nuestro adiestramiento como gente socializada y
masificada en este mundo real en el que todos habitamos. No sólo he logrado atravesar
con éxito peligros infinitos, capaces de hacer temblar de temor hasta el más
avezado. Por él he logrado percibir los secretos más profundos del alma humana.
Los designios insondables que atormentan desde los orígenes a nuestras
limitadas mentes convencionales. Desde él he alcanzado a intuir las razones
primordiales por las que fue trazado el universo, y aunque no he llegado a
alcanzar aún los vórtices esenciales desde los que comenzó a expandirse la
materia en un principio, sé que alguna vez lo haré y eso es lo que me impulsa a
seguir atravesando cada noche, desde el puente de mis sueños, los laberintos
infinitos en los cuales desemboca este túnel del que les hablo.
Pero desde hace un tiempo he
notado que las paredes del pasadizo son cada vez más imprecisas y me cuesta andar
entre ellas impulsándome con soltura como lo hacía antes. No sé bien cuál es la
razón pero supongo que el bombardeo de amarguras y desesperanzas con el que se
nos azota cotidianamente cada vez es más implacable y desmesurado, por lo que
nuestra capacidad de asombro va reduciéndose con cada golpe de efecto con el
que nos maltrata el reflejo de nuestras propias imbecilidades y así, paradójicamente,
nos vamos anestesiando cada vez más, como autodefensa ante las miserias que
nosotros mismos provocamos. Por esa razón es quizás que mi túnel de escape hacia
el infinito está cada vez más estrecho, costándome mucho más deslizarme por él
como lo he venido haciendo hasta ahora.
Sí que te creo que exista ese tunel y también que tengas acceso.
ResponderEliminarCreo que esa dificultad que estás teniendo se puede revertir, basandome en lo que escribis.
Me encanta ese túnel que tienes debajo de tu cama, ya me gustaría a mí transitar por él.
ResponderEliminarUn bonito enfoque, un túnel al que puedes acceder cuando lo necesitas.
ResponderEliminarCariños…
En ese túnel has logrado meditar y adquirir sabiduría a través de los años. Destruyendo obstáculos y ganado victorias. Pero no importa en altas y bajas, con el túnel ancho o estrecho, llegaras siempre triúnfate al final por tu perseverancia. =)
ResponderEliminarSaludos
ay! yo tenía un túnel parecido en los ojos de él, me llevaba a mundos insospechados, a comprender fenómenos que no sabía existían... ahora no sé si lo extraño más a él o al túnel en que viajábamos cuando nuestras pupilas se absorbían. Lindo texto!
ResponderEliminarSaludos!
el túnel nos lleva a nuestro interior, entrar en él es ver la otra cara del espejo
ResponderEliminarNo creo que ése túnel se esté estrechando, sino más bien, creo que has de seguir entrando en él sin el peso de la realidad que a todos nos invade, seguramente así, libre de cargas emocionales, verás que el sendero de los sueños es el mismo siempre. Yo suelo transitar por un túnel parecido a diario, y es un hábito que por mucho que esté cansado me ayuda a desconectar de todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si me lo creo y pienso que entre lo que se ha ido quedando por las paredes y tu tamaño, mayor que el de cuando eras niña es lo que lo hace mas estrechito. Abrazos
ResponderEliminarTienes razón, con el tiempo nos acostumbramos a todo y perdemos la capacidad de huir o refugiarte en otro sitio.
ResponderEliminarBuena reflexión
Un abrazo
Todos tenemos ese túnel debajo de la cama pero hay algunos que nunca logran entrar en el él. Tú lo sabes disfrutar y si a veces es estrecho y de difícil acceso es porque cada vez te vuelves más exigente para emprender aventuras a través de él.
ResponderEliminarUn beso
Todos buscamos un túnel para escapar de nuestras miedos y miserias. Con el tiempo nos cuesta más retomarlo porque la realidad supera su fantasía.
ResponderEliminarUn relato conmovedor Moni, que habla de la mente que quiere recuperar su paz y libertad.
Un beso.
Ver y sentir tanta barbarie frente a nuestra mirada hace que escapar sea más dificil, aún así de tarde en tarde, dejemos que la imaginación vuele hacia lugares bellos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un precioso túnel el que tienes debajo de la cama aunque cada vez se vaya haciendo más estrecho,persevera,seguro que conseguirás ensancharlo de nuevo!
ResponderEliminarMuchas gracias por participar.
Un beso
Conforme pasa la vida y nos vestimos de experiencias, se hace mas difícil escaparse por ese túnel tuyo tan lindo.
ResponderEliminarUn beso
Muchas veces he recorrido ese túnel que también existe bajo mi cama, y, al igual que tú, siento que el túnel se estrecha a medida que van pasando los años y voy acumulando experiencias y desengaños. Al igual que ocurre con la corriente sanguinea, las paredes de ese túnel se van estrechando a medida que en sus paredes se acumulan impurezas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
hay cosas de la que no debemos pedir pruebas. Alcanza con ver los resultados...Y SON TAN BUENOS!!!
ResponderEliminarbesos!!
Si, hemos perdido la inocencia hace rato, pero no se si sirva de algo saber que igual el túnel esta allí, espero que sí
ResponderEliminarAbrazo Moni
si te digo, la verdad, mónica, la segunda parte no me interesa. quiero decir que ese túnel por le que se escapa para ver...uy, yo quiero ver ese casi principio del universo...¡¡¡ quiero verlooo¡¡¡
ResponderEliminary si eso no me es dado por que el túnel se está cerrando, la segunda parte no me interesa.
medio beso.