MÁGICA POCIÓN
Habitualmente a esa hora de la
mañana su optimismo no afloraba como sí lograba hacerlo, a fuerza de voluntad y
laboriosa ejercitación, horas más tarde, cuando el sol relucía en lo alto y
la rutina cotidiana había disipado ya la niebla taciturna con la que
despertaba.
Pero esa mañana la pesadez parecía tener aún presencia más sólida,
no sólo por saber que llevaba a cuestas otra hoja más de su ya añoso
calendario, o por la cara de pocos amigos que le devolvía el espejo al
contemplarse recién levantada, o por esos rollitos despiadados que asomaban
insidiosos en su bajo vientre y cada vez eran más difíciles de disimular…sino
que todos y cada uno de los efectos no deseados del largo transitar por esta
viña del señor se le antojaban más injustos, más insoslayables, más
traicioneros, más angustiosos de soportar.
Comprobar que los recuerdos de
aquella juventud esperanzada y prometedora cada día se volvían más lejanos, que
cada día eran más los rostros amados que sobrevivían apenas como fotografías,
que las cachetadas del mundo cotidiano dolían cada vez con más fuerza, que aún pese
a apostar siempre por la esperanza, su corazón solía salir casi siempre
lastimado…
Tuvo la certeza que ese día necesitaría
una buena dosis de energía para lograr remontar la tristeza estructurada que se
erguía amenazante ante ella. Pensó en el poder de la actitud mental, en
evaluar todo lo bueno que tenía –que no era poco- en sopesar el caudal de
amor que afortunadamente regaba aún cada uno de sus días.
Pensó en los ojos de
sus hijas, en sus miradas firmes, abiertas al futuro, en la inocencia propia de
sus adolescencias tardías. Recordó lo bueno del camino transitado, en la
fortuna de no estar sola, de tener detrás tanta buena fortuna compartida, pensó
en los tramos amargos que con esfuerzo fueron superados, en los proyectos
posibles por concretar, en la luz del sol que pese a todo sigue brillando cada
mañana, en las continuas ganas de crear, en el disfrute pleno que le inspiran
siempre las cosas bellas, confirmó el poder de la imaginación, en ese mágico
impulso que logra alcanzar aún en situaciones extremas, pensó en las
caricias de amistad que logra transmitir una palabra amable dicha a tiempo,
pensó en esos deseos de felicidad llegados desde lejos, esos buenos augurios
que le hicieron despertar una sonrisa acompañando el café frugal del desayuno…
Y
fue así que por fin, ingrediente tras ingrediente, la poción de optimismo quedó
lista y cargada de ilusión se la tomó, toda de un trago, para salir, bien dispuesta otra
vez, para aprovechar en plenitud la bendición de aún estar viva.
Más textos jueveros, en lo de la querida Vivian
¿Poción de optimismo ummmmmmm, trae p'acá.
ResponderEliminarAunque parezca difícil de comprender cuando se llega a esos momentos, es muy importante pensar en una pócima factible para renovarse. Y buscar entre el pasado y presente esos ingredientes es lo más acertado de hacer.
ResponderEliminarSaludos
Porque al duro esfuerzo materializado a los humanos nos ha dado por llamarle magia. La magia de la vida desde el polo positivo.
ResponderEliminarMagnifica exposición querida geminiana. Besos.
Es genial este relato! Si nos ponemos a mirar más las cosas buenas que las malas, si valoramos lo que tenemos más que lo que perdemos, creo que todos podríamos tomar esa pócima y mirar para adelante, pero no es fácil, el ser humano es inconformista por naturaleza, y me incluyo!
ResponderEliminarBeso enorme.
Esa poción de optimismo me gusta, todos deberíamos de tomar un poco y ver que en nuestras vidas, hay más cosas buenas que malas. Saluditos Neo.
ResponderEliminarMuy estructura el relato y muy original, como si la pócima se encontrase en las cosas buenas que hemos vividos.
ResponderEliminarMuy original.
Pero que ademas es verdad, en nuestras vidas hay momentos que son los que nos valen para ir hacia delante.
Me ha gustado.
Un beso.
Voy a meter en un frasco esos ingredientes porque han funcionado, hasta me he sentado más erguida... no bromeo. Muchas gracias, amiga. Hoy me has hecho un favor sin saberlo. A la porra los michelines.
ResponderEliminarBeso y cafelito.
pues me tomaré un sorbito...
ResponderEliminarBesos.
Querida amiga: después de leer tanta tristeza y tanto tétrico relato, necesitaba un grito de esperanza y un clamor de hacer frente a la vida, poniendo alegría y valor y olvidándose de conjuros y maleficios.
ResponderEliminarGracias por ofrecer latidos positivos.
Un abrazo.
En esa pócima metería todos los buenos momentos, los guardaría bien mezclados y bebería un sorbito de ella en los momentos malos. Muy buen relato Neo. Paso por aquí también para despedirme por las vacaciones, así que un fuerte abrazo, feliz verano y hasta Septiembre.
ResponderEliminar¡pero por Sui Géneris!
ResponderEliminarsi eso pasa en la vida del que no se rinde jamás,
si, sin poción y sin el relato, pero que toma un sorbo de fe y sale al mundo, carajo, lo sé
.
buenísimo
saludos
No se Neo soy sincera me aterra ese momento , ojala que llegado el momento pueda recordar momentos como los que describes para sacar de ellos el lado positivo para seguir con optimismo.
ResponderEliminarUn beso
Y es que si en algún momento miramos hacia atrás, debe ser solo para beber todo lo conseguido, recordar que nada es más fuerte que nosotros y que todo podemos superarlo. Yo prefiero mirar al presente cuando me levanto así, porque en mi presente hay cosas buenas, muchas, como mi entorno, mis amigos, mi familia, salud ( más menos) trabajo..., estoy viva y eso es mucho y me sirve para mirar cada día con optimismo. La mejor poción
ResponderEliminarUn beso
del
Aire
Conozco esa sensación de no ser optimista, sobre todo a la mañana. Me pregunto si quiero ser optimista, tal vez no sea algo que desee.
ResponderEliminarInteresante planteo.
A veces hay días que verdaderamente nos hace falta esa poción de optimismo, porqué la vida nos da golpes muy duros.
ResponderEliminarMe gustó
Un abrazo
Qué bueno sería que existiera una poción del optimismo, me vendría genial alguna mañana!Tu protagonista la encontró pensando en todas las cosas positivas pero a veces no hay tantas...
ResponderEliminarTu relato es muy bueno, como siempre me ha encantado!
Un beso
Siempre es bueno tener preparada una poción así para seguir caminando el trecho que aún nos queda.
ResponderEliminarPrecioso Neo.
Besos.
Corren malos tiempos en este país para el optimismo, pero como bien explicas tú en la narración, hay que inyectarse una buena dosis para seguir adelante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un buen ejercicio para hacer todas las mañanas entre mate y mate
ResponderEliminarBesitos amiga