El grupo
de mujeres deja atrás el sector de carpas y se acerca a la orilla dando
saltitos y con risitas nerviosas que indican su inquietud.
Todas lucen casi idéntico traje de baño a
rayas, pudorosos dos piezas que cubren sus juveniles cuerpos desde el cuello
hasta los tobillos y que se complementa con graciosos gorritos de ribetes
remarcados que utilizan para proteger totalmente sus cabelleras y cuerpos del
sol impiadoso de ese siglo recién estrenado y de las miradas indiscretas que
pudieran provenir desde la rambla.
Precisamente en ese momento un grupo de
descarados caballeros las observan, depravados, sin disimular si quiera sus
lascivas intenciones. Es por eso que los dos agentes de policía instalados estratégicamente
en las cercanías del sector de carpas-vestidores deciden inmediatamente
espantarlos de las inmediaciones amenazándolos con llevarlos detenidos. Es su
rol fundamental mantener el orden y la moral del selecto balneario,
desalentando a los indecentes mirones de molestar a las damas y las familias
que gozan del mar la playa pacíficamente.
Por fin las jovencitas y sus
apoltronadas madres podrán gozar tranquilamente del refrescante chapuzón con el
que buscan calmar las consecuencias de las altas temperaturas reinantes.
Es enero de 1890 y la
pujante ciudad de Mar del Plata augura convertirse en el centro turístico más visitado
por las familias pudientes de la
sociedad bonaerense.
Más relatos sobre playas, en lo de San.
magnífica descripción de las playas de principios del pasado siglo que junto a las fotos nos hacen sumergirnos en la historia pasada
ResponderEliminarBello viaje al pasado,
ResponderEliminarAbrazos
Interesante descripción.
ResponderEliminarPara comparar con el presente.
Que molestos esos vigilantes de la moral.
Cómo hemos cambiado. Me encanta Neo esta continuación a la imagen propuesta.
ResponderEliminarGracias por llegar hasta mi orilla.
Besos.
Que cambio tan dramático a los bañistas de ahora. La ropa de baño es impresionante, creo que con todo ese vestuario no se necesitaba la sombrilla. Además que curioso, dice el relato que habían policías para espantar a los depravados. Te imaginas ahora que existen las tangas?
ResponderEliminarMe gusto la información playera de tu relato.
Saludos
igual destino que punta del este, más asequible para los "pudientes" que para los criollos de che y vos
ResponderEliminarsaludos
Descripción de playas, muy lejana de las de hoy en día. Bonito recuerdo.
ResponderEliminarUn beso.
Bonita entrada, hay que conocer el pasado para entender el presente
ResponderEliminarbesos Neo
Qué bien has descrito aquel tiempo. y qué lindas las fotos que nos has regalado.
ResponderEliminarUn beso.
Baños de mar, se llamaban. Hombres y mujeres separados, pero qué encanto estas fotos.
ResponderEliminar!Qué épocas aquelles!. Desde luego todo ha cambiado mucho.
ResponderEliminarMuy Bonitas las fotos
Un abrazo
Y aún hay personas que dicen: "todo tiempo pasado fue mejor...". Me parece increíble! Me gustó contemplar con atención las fotos y leer cómo era la vida de ciertas personas privilegiadas.
ResponderEliminarun abrazo
¡Qué modelitos! Pensar que era un atrevimiento llevarlos y enseñar los talones, no hacía mucho que se tomaba el baño hasta con medias negras puestas!
ResponderEliminarMe encantó la entrada y las fotos, todo me gustó. Hasta tomarme un refresco en la puerta del balneario.
Abrazo, compi.
Me encantó esta estampilla de tiempo. Una muy buena reflexión de cómo concepciones de la sociedad sobre la moral y lo de lo que es apropiado han evolucionado (y, por qué no, también involucionado) con el tiempo.
ResponderEliminarUn beso.
Supongo que así fue en todas partes, pero el tiempo avanza para todos. Ilustrado texto, me encanta la foto del medidor del largo de la falda.
ResponderEliminarbesos
Y mucho antes nadábamos en cueros.
ResponderEliminarBonito relato.
Saludos.
ibso
¡Qué tiempos! y ¡qué fotos! Hay cosas que sí han cambiado, aunque las reacciones sean parecidas.
ResponderEliminarUn beso
Salud y República
Qué años de moral victoriana!!! Me encanta la foto en que miden el espacio que queda desde la faldita a la rodilla, insuperable. Me encantó Monica. Un besote
ResponderEliminarMe gusta esa narración, esos inicios del turismo, esas costumbres, esos "depravados" queriendo mirar, jaja. Precioso.
ResponderEliminarBesos.
Un bonito viaje a un pasado no tan remoto. En poco tiempo las costumbres y las modas han evolucionado vertiginosamente. Se aprecia viendo estas estampas costumbristas que nos has dejado acompañando a tu texto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
es a principios del siglo 20 o finales del 19...los españoles pudientes han descubierto el norte de españa...sus vacaciones son de, al menos, tres meses...san sebastián se lleva la palma...
ResponderEliminares decir, en todos los sitios lo misimo, mónica...
medio beso...