Mi historia: Romance de la estatua de Adonis y la Sirena
Muda, en el fondo del mar, cerca
de aquel puerto, la estatua de un bello Adonis ve transcurrir los siglos
semienterrada en su ostracismo de arena barrosa, caracoles y desperdicios. Las
glorias de otros siglos yacen olvidadas junto a su alma pétrea y abandonada.
Arriba, en el muelle, amarrado
desde hace días, un velero añoso descansa su destartalado esqueleto de madera y
cuerdas. El viejo bergantín presiente que el fin de sus días se acerca y quizás
por eso, la silueta de su mascarón de proa luce resquebrajada y somnolienta. Pese
a todo, la talla de sirena conserva aún la gracia de sus formas, el encanto de
las curvas de sus cabellos ensortijados extendiendo su libertad a los cuatro
vientos, la magia de su mirada abierta hacia mil horizontes, el recuerdo de
incontables aventuras latiendo frescos aún en su corazón.
Vientos furiosos del este
anuncian tormenta. Rayos y truenos hacen estremecer el cielo e iluminan los
oscuros nubarrones. Como si el destino la impulsara, una fuerte descarga
eléctrica atraviesa de cuajo el bauprés, haciendo caer al agua a la bella
sirena tallada. La grácil figura se precipita al mar con un quejido seco,
conteniendo su dolor al tiempo que intenta equilibrarse en su caída. Su cuerpo
de madera labrada se hunde lentamente…con la misma levedad con la que solía
antes mecerse por sobre las olas, ahora es arrastrada al fondo del mar bravío.
Al fin siente su cola escamada
enterrarse en el barro arenoso del fondo marino. La obscuridad es tan grande
como el silencio que la rodea. Por suerte a los pocos minutos la tormenta en la
superficie se disipa y unos rayos de sol logran llegar, aunque muy diluidos,
hasta aquellas profundidades.
Grande resulta ser la sorpresa de
la sirena al ver que no está sola en aquel cementerio de barcos y tesoros…una
bella estatua la contempla entre algas y corales. Un Adonis imponente de mármol
la escudriña obnubilado mientras comienza a despertar de su letargo infinito. Algo
en él renace después de tantos siglos dormido.
Quizás la sirena, con su belleza
de sales y espumas marinas, logre impregnar otra vez su existencia con la dulce
inquietud de los amores recién nacidos.
La música que se escucha, Enya, May it be
Más textos jueveros, en el post anterior
Un rayo cae sobre el barco, y sólo alcanza a la sirena, haciendola caer hasta el fondo de mar, junto a la estatua de Adonis.
ResponderEliminar¿Alguien podría creer que es casual?
Más bien parece que hubiesen sido juntados.
Fascinante historia pero más fascinante aún me parece la forma en que la has narrado.
ResponderEliminarHe disfrutado leyendo el romance del Adonis y la sirena.
Abrazos
Linda causalidad, que los unió en un despertar de amor...
ResponderEliminarUn abrazo :)
Neogéminis...Tu historia nos devuelve mitos y leyendas de la cultura griega, que aún laten en nuestra alma...Adonis,dios de la belleza y el deseo, amado por las diosas,aún espera en el fondo del mar ser devuelto a la vida...Y quién mejor que la estatua de una sirena,que también esperaba volver a vivir, para realizar juntos este sueño...La magia y el milagro están servidos...Y es que la vida en si es un milagro,que nos toca cada día para que sigamos creando y recreando la vida, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer.
Feliz fin de semana.
M.Jesús
Un romance en el mar con unos protagonistas de primera magnitud.
ResponderEliminarLe has puesto unos ingredientes para que no decaiga la curiosidad del lector.
La mitología enamorándose, un relato con ingredientes interesantes, has mantenido el interés despierto. Un abrazo
ResponderEliminarBello romance de Adonis y la Sirena y genial la atmósfera que nos has descrito Neo.
ResponderEliminarMoni que hermosa tu historia, está contada de una manera tan dulce, y encima con esa música de fondo!!! Te digo que se me erizó la piel a medida que se iba desarrollando la trama, y más aún cuando llegó ese precioso final.
ResponderEliminarTe felicito por este excelente trabajo.
Un beso inmenso.
Todavía estoy con la boca abierta y los ojos humedecidos por el salitre... un maravilloso relato, poético, dulce, nostálgico, tierno, apasionado y muy romántico.
ResponderEliminar¿Ahora ella irá a la bruja y le quitará la voz a cambio de convertirle en ser humano?
¿Se quedará adorando a su Adonis hasta que la eternidad le dicte su fin?
Un abrazo, compi, y tu cafelito con tarta, el relato lo merece. Bravo por la idea, por la organización... ¡¡y por el regalito!
Quiero pensar que los dioses del Olimpo, con Neptuno a la cabeza,ordenarían a delfines, ninfas y ondinas, arreglar ese fondo de mar y hacer un hogar donde fuesen felices toda una eternidad.
ResponderEliminarMuy bello relato.
Un abrazo.
el final augura que el amor no es un sentimiento que vaya a desaparecer, sino que es perenne y vital
ResponderEliminarsaludos
La sirena tiene corazón y poder para expresar el amor. Me ha encantado Neo. Un fuerte abrazo y buen fin de semana amiga.
ResponderEliminarTe ha quedado un cuento muy potente, muy bien contado. Se ve lo que va a ocurrir y por ello me parece muy bueno como lo has terminado, dejando que imaginemos esa nueva vida de la sirena en el fondo marino.
ResponderEliminarTe lo digo porque mi primera impresión fue querer saber más, pero no, me gusta como lo has dejado.
Abrazos, querida conductora.
Los mares y las sirenas, siempre compenetrados. En este caso siempre la esperará el gran Adonis.
ResponderEliminarMuy bonito
Un abrazo
Seguramente que Adonis, después de siglos de obligado reposo, vuelve a la vida para amar y ser amado por esa sirena que ¿el azar? ha puesto a su lado. Preciosa historia de amor con una ambientación mitológica.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ay, en el fondo del mar tambien se cuecen habas!! que auspiciosa historia les espera a los personajes de piedra! bello Monica!
ResponderEliminarAbrazo
un ambiente acuático, subyugante por el lugar y los personajes.
ResponderEliminarte has lucido, como con la convocatoria y su presentación.
gracias Mónica y a disfrutarlo.
un abrazo (doble)
Una bella historia de amores encontrados a pesar de las desdichas.
ResponderEliminarUn romance eterno, que alimenta sueños y fantasías.
Muy descriptivo el cuento.
Besos
La sirena y el mar, el amor y la espera, ¿la eternidad?
ResponderEliminarMuy bella historia la tuya, Mónica.
¡GRACIAS!
Lo que mas me gusta es la vuelta de tuerca al cuento de H.C.Andersen,la sirena no cambiar su mundo y viene al de los humanos. NOOOOOOO. Vuelve al mundo de donde es, y allí en el fondo está su príncipe.
ResponderEliminarUn 10 al relato.
Un besazo a su autora.