miércoles, 26 de junio de 2013

ESTE JUEVES, UN RELATO: La candidata/ el candidato


Quizás un mejor titulo para este relato resultaría "La elegida". Espero me toleren la licencia


La madre Luna decidió bendecirla desde el momento mismo en el que sus sollozos anunciaban al mundo su nacimiento. Los primeros rayos del plenilunio acariciaron sus mejillas redondas y sonrosadas cuando su padre, el jefe de la tribu, la alzó hacia lo alto dando gracias a los dioses por su llegada. Envuelta en pañales, la pequeña se mostraba con inocencia ante aquella luz sobrenatural que la envolvía consagrándola como nueva integrante de su casta. Por aquel acto de íntima conjunción, se reconocía la naturaleza de su estirpe, la grandeza de su futuro, la excelencia de su sangre reafirmando la importancia de su destino.

Su pueblo relacionó desde aquel momento su bonanza con la propia existencia de la niña, llegada al mundo en medio de los mejores designios. Desde sus primeros años de infancia su percepción e inteligencia la destacaban entre los otros niños, resultando ser mucho más madura de lo que señalaban sus años. Sus aptitudes de líder, heredadas de sus ancestros, marcaron su temple y su conducta, sobrepasando las restricciones que la condición de ser mujer le imponía entre su gente. Sin dudas era una elegida.

Con los años, su belleza fue creciendo a la par de su buen juicio y sus innumerables virtudes. Su tez era tan blanca como la luna en la más transparente de sus fases y en su pelo habitaba la negritud del misterio de la noche. Fue deseada y amada por los más valientes guerreros, tanto de su tribu como de otros pueblos vecinos. Ella, en cambio, parecía estar siempre por encima de los vaivenes cotidianos y de las superficiales pasiones humanas que restringen la existencia al mero plano de la supervivencia.

Era diferente al resto de las muchachas y esa particularidad muchas veces llegaba a desconcertar e intimidar a quienes la rodeaban. Lejos de soñar con casarse y tener hijos, su inquietud primordial radicaba en la búsqueda de las grandes verdades de la creación, en hallar el sentido más profundo de la vida desentrañando la sabiduría de sus ancestros. Sentía que su ser estaba ligado tanto a su madre Luna como a su gente, a quienes estaba destinada a enseñar y rescatar.

Pero llegó un tiempo en que los dioses parecieron querer abandonar a su suerte a aquel pueblo antes próspero y floreciente. De improviso, hambre, enfermedades y calamidades sobrevinieron sobre aquel territorio. Surgieron, en consecuencia, una sucesión de venganzas y matanzas entre los clanes a causa de la escasez de recursos. La desesperanza tomó el lugar que anteriormente ocupara la concordia.

Sin que los sabios de la tribu lograran encontrar alguna razón directa por aquel castigo enorme que les enviaban los dioses, con el paso de los meses y las constantes desgracias que se azotaban sobre sus espaldas, el pueblo comenzó a pensar que quizás las divinidades estaban descontentas con el trato que se les venía dispensando. Quizás –sin saberlo- habían ofendido con su rebeldía a los dioses del cielo y de la tierra y ahora ellos reclamaban algún tipo de ofrenda para enmendar semejante insolencia.

El temor y el recelo ante lo desconocido lograron anteponerse a la prudencia de las decisiones y fue así que en un concilio realizado por los mayores, surgió la idea de honrar a los dioses ofreciéndoles sus mejores tesoros, sus más preciados bienes a modo de sacrificio voluntario. No se tardó en proponer que sería la propia bendecida la candidata ideal para expiar los pecados de todo el pueblo. Si ella había sido elegida por la madre Luna desde su nacimiento, seguramente esa era la mejor forma de hacer honor a su destino privilegiado.

Fue así que se inició la ceremonia del sacrificio bajo la luz de un nuevo plenilunio. Como aquella luna que alguna vez la viera nacer, asomaba ahora sobre el horizonte otra luna, mucho menos diáfana y afable, rojiza y amenazante tras un espeso manto de nubes tormentosas.

Avanzando entre filas de antorchas encendidas, entre las lágrimas de expiación y desconsuelo de su propia gente, la bendecida se dirige hacia el improvisado altar que alzaron sobre una roca elevada, justo al borde del abismo.

No hay miedo en su mirada. Tampoco altivez, ni odio ni indignación por el acto de barbarie que se está por cometer contra su persona. Sólo transmiten sus ojos la pena de quien, desde su sabiduría, observa la ignorancia de sus pares con la conmiseración y tristeza al comprobar que no ha logrado –pese a sus esfuerzos- alcanzar el objetivo trascendental para el que fue elegida.


Más relatos jueveros, en lo de Juliano el apóstata

25 comentarios:

  1. Gran historia. Pero esperaba un deux in machine para salvar a la protagonista.
    Lograste que me interesara por ese personaje. Sos una buena narradora.

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  2. Un relato que me tuvo en vilo de principio a fin, pena que la elegida cumpliera su último requisito y no viniera la luna a salvarla.

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  3. La crueldad contra el diferente siempre está agazapada, esperando...

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  4. Puedo ver que esta leyenda, la elegida, es un homenaje a tantos elegidos que deben pagar por la ignorancia de muchos y sobre todos aquellos que tienen ignorancia de corazón.


    Un abrazo Moni :)

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  5. Qué relato Moni!!! con todo lo que debe tener para mantenernos en vilo.
    La elegida... parece una sitial de privilegio, pero en realidad es un designio que se debe cumplir y se paga con la entrega el honor de recibirlo.

    La abnegación de cumplir nuestro destino, no siempre está rodeada de tan destacadas cualidades, pero no quita a nuestra simples vida, la magnificencia de la humildad con que lo respetamos y llevamos a cabo,verdad?

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  6. me he quedado pensando cuántas luchas se dejan de lado, si entre nosotros hay un elegido al que le cargamos nuestra suerte.
    enteramente conmovedora la historia, Piba!

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  7. me hizo recordar la historia de jesus, como oveja de un gran dios para el sacrificio, lamentablemente jesus ya sabía que sería crucificado, y que sus enseñanzas sí lograrían cruzar la frontera de su propio tiempo, cosa que no sucedió con tu personaje, cosa que se lamenta porque quizás existieron muchos hijos de dioses que llegaron a este mundo para enseñar y murieron sin encontrar el modo, completamente decepcionados cruzaron el umbral de la muerte con aquella pena que hoy nos relatas.... excelente cuento, maravillosamente logrado, felicitaciones

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  8. Me gusta que acabe como acaba. Se supone que... Incluso parece inevitable... pero... Un beso.

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  9. Que bonita historia¡¡, una pena el final y esa elección para tal designio... estas creencias que no llevan a nada, el sacrificio no creo que solucione el problema.

    Besos

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  10. Uf, me fascinan estas historias de la America precolombina. Tengo varias escritas y esta sería una magnifica primera parte para una de ellas, que publique en los jueves y narra el sacrificio de una joven.
    El final, grandioso, acatando ella esa decisión que sabe absurda, escena que se visualiza.
    Abrazos.

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  11. La ignorancia hace estas cosas, una pena, de elegida a sacrificada. Una gran crueldad.
    Bonita historia
    Un abrazo

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  12. Es difícil subsistir ante la cerrazón.
    Ni siquiera los elegidos, pueden salvarse de la marea que todo lo arrasa de la ignorancia.
    Excelente relato.
    Un abrazo

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  13. Historia bien contada y muy interesante. Esperaba que le salieran alas que le permitieran salir volando desaparecer, pero tenía el destino escrito, así lo ha decidido su creadora.

    Un beso.

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  14. Toda una vida de principio a final. Desde que nació ya estaba destinada a pagar por la barbarie de los que la adoraron. Señor, cuidame de mis amigos, que de mis enemigos ya me encargo yo. Dicho popular. Besos

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  15. Has conseguido mantener el interes hasta el final. La ignorancia se lleva por delante , siempre, a aquellos que tienen una visión superior de la vida. Me ha gistado mucho.
    Un abrazo.

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  16. La historia es muy bonita de principio a fin. Aunque algunas tradiciones pueden resultar muy duras..Si desde el nacimiento estaba designada para acabar de mala manera, que pena de destino el de esa bella niña. Me encanto querida Neo.
    Besos guapa.

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  17. Como siempre muy bien narrado. Y tampoco está mal la moraleja. No siempre se consigue alcanzar el destino para el que se cree haber nacido.
    Besos

    Salud y República

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  18. Te seré sincero, ando con el tiempo justito y no he podido leer tu relato, Neo.

    Rediez, ya iba a desearte feliz verano, como a Sindel y Cass. Pero permite que te desee un feliz invierno.

    Un beso

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  19. Impecablemente escrito Neo, una historia que atrapa desde el principio. Dificil sobrevivir siendo y sintiendo diferente, al final la cruel ignorancia cae sobre ella.
    Un abrazo.

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  20. No hay final feliz para los elegidos, los programados, los salvadores de las cobardías de los otros, mal escrito con la tinta indeleble del destino. Besos

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  21. Elaborado texto, que refleja un poco de la historia de todos nosotros. Sacrificios hipócritas e inútiles que solo alimentan la supervivencia de unos pocos.
    Se paga con la vida o con la voluntad, pero se acaba pagando para gloria de mentiras.

    Besos

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  22. Si barbarie fué adorarla y hacerla causante de sus parabienes y venturas, más barbarie aún es inmolarla para contentar a los dioses a los que creen deseosos de sacrificios con los que aplacar su ira. Ella siempre fué en busca de la verdad, del conocimiento y se deja inmolar aún a sabiendas de que su sacrificio es consecuencia de la ignorancia de sus gentes. Se va con la pena de no haber sacado a su pueblo de la superstición.
    Me ha encsntado tu historia, Neo.
    Un abrazo.

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  23. Bueno, un poco mesiánica para mi gusto... jajaja! No te enfades. Un beso y cafelito, Mónica.

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  24. Hola Neo, devuelvo tu visita.Me encantó la narrativa, la ambientación y los personajes.Aunque trascurre en tiempos remotos en los que la superstición era muy fuerte.Me pongo a pensar que pasaría en países como el nuestro u otros,en los que la, digamos, bonanza a medias desapareciera. Con falta de trabajo y alimentos,corte de servicios por falta de pago etc. La barbarie podría llegar a situaciones extremas contra los que tienen algo más que ellos.
    No quiero ser apocalíptico, pero a mayor educación y formación espiritual, mayor posibilidad de salir adelante unidos, no enfrentados. Los sacrificios del tipo que relatas sucedían, hoy se cortan vidas por otras razones.
    Un beso.

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