A veces un gesto
un silencio
o el son de una palabra
logran conmover el alma.
Si la fe tiene el don,
-el poder-
de mover montañas,
igual fuerza
alcanza el espíritu
a la luz
de un impulso inflamado,
un grito de verdad
o un signo
de amor inesperado…
de amor inesperado…
Hay que tener fe para engrandecer ese mínimo gesto, sino pasa desapercibido. Hermoso poema Mónica, un beso y lindo comienzo de Lunes
ResponderEliminarQue "miedo" me da la palabra fe, a su amparo se han realizado verdaderas barbaridades.
ResponderEliminarUn besote y feliz semana.
Un hermoso poema. Feliz semana, un saludo.
ResponderEliminarMe gustaría poder conectar la palabra y la imagen, como tu haces, ambas hermosas. Yo tengo fe, mantengo la esperanza y confío en la caridad. Un abrazo. No se quien es la maruja de la foto,yo no soy esa
ResponderEliminarSin duda: "la fe mueve montañas".
ResponderEliminarExcelente poema.
Un abrazo.
demos tiempo para que las montañas se coloquen
ResponderEliminarla perfección poética
ResponderEliminarsaludos
y un signo de amor es justamente un gesto, un silencio o el son de una palabra, si logran conmover el alma, también pueden mover montañas, y es que todo nace de la fuerza con el que se hacen las cosas, y depende del momento oportuno para demostrarlo..... besos!!!!
ResponderEliminarEl poder puede ser constructivo.
ResponderEliminarYo creo que igual y según la circunstancia hasta más.
ResponderEliminarSaludos Neogeminis
A veces hace falta algo mas que fe, para mover montañas, pero estoy contigo que no hay que perderla....
ResponderEliminarUn abrazo y magnifico poema...
La fe se ha de convertir en trabajo y lucha para conseguir algo. La fe a ciegas no deja de ser fanatismo.
ResponderEliminarUn beso
Salud y República