Dejo ahora mis dos textos con los que he querido aportar al tema de nuestro jueves. En los dos me paso un poco de las 300 palabras, por lo que les pido sepan excusarme! jejjee
Aprovecho para agradecerles el gran entusiasmo con el que vienen participando y felicitarlos por las variadas perspectivas que han encontrado para desarrollar sus textos. Y les reitero que me alegra que les hayan gustado las máscaras!...cada cual puede tomar la suya sin compromiso.
Un abrazo...y seguimos "jueveando" desde aquí.
PRIMER TÍTULO: En el escenario de las apariencias
Aprovecho para agradecerles el gran entusiasmo con el que vienen participando y felicitarlos por las variadas perspectivas que han encontrado para desarrollar sus textos. Y les reitero que me alegra que les hayan gustado las máscaras!...cada cual puede tomar la suya sin compromiso.
Un abrazo...y seguimos "jueveando" desde aquí.
PRIMER TÍTULO: En el escenario de las apariencias
Apenas salido de su más tierna
infancia comprendió que el mundo era mucho más complicado de lo que había
imaginado. Andar entre la gente requería tomar ciertos recaudos para ser
aceptado, para mimetizarse, para disminuir las heridas que implica estar en
contacto permanente con propios y extraños. Asumir ciertos roles de relación y
comportamiento según fueran las circunstancias. Intentar mantener bajo control
reacciones y sentimientos según lo establecen las reglas de la convivencia.
Supo que la mentira es mucho más
habitual de lo que se cree y que su existencia no sólo no es rechazada de plano
sino que, por el contrario, resulta promovida en muchos de sus aspectos. Lo que
llamamos sinceridad en realidad no lo es en su estado más puro, sino que se
reviste de distintos filtros de formalidades buscando no dañar en exceso.
Comprendió que las reglas para vivir en sociedad sin ser rechazado muchas veces
dependían del rol en el que uno optaba por colocarse, de las apariencias que
hacia afuera cada quien iba proyectando…
y a partir de ese momento se esmeró en fabricarse las mejores máscaras para abrirse
paso dentro de ese mar de máscaras ajenas.
Fue callado cuando hablar era
jugarse el pellejo, fue delator cuando señalar resultó ser recompensado. Fue el
más sumiso cuando la sumisión fue impuesta, fue rebelde cuando la rebeldía
comenzó a hacerse respetar. Fue cómplice en épocas de dictadura, fue demócrata
en tiempos de democracia.
Nunca se mostró lo
suficientemente distinto como para destacarse ni lo suficientemente espontáneo
como para dejar fluir sus impulsos. En el teatro de la vida estuvo sobre el
escenario, pero dentro del coro de los que andan al unísono haciendo marco desde
atrás.
Han sido tantas y tan disimuladas
las máscaras que ha utilizado que si un día se animara a mirarse frente a un
espejo a cara descubierta, sin dudas no se reconocería como ese rostro del reflejo…
SEGUNDO TÍTULO: En el escenario de las trascendencias
Desde el punto de vista de la
verdadera trascendencia, lo que llamamos
realidad resultaría ser tan sólo una ilusión. Un breve paréntesis de apariencia
transitoria en el que nuestras conciencias pierden la noción fundamental de la
naturaleza real de su propia existencia, dejándose llevar por las
contraposiciones constantes que nuestra mente interpreta dentro de este mundo
material en el que aprendemos a movernos.
La vida, en definitiva, sería ese
constante transitar hacia nuestro punto inicial de conciencia que dejamos de
reconocer, y en ese mismo proceso de valoración interior vamos encarando –a lo
largo de los años- lo que sería el camino hacia el profundo conocimiento de
nuestro yo y sus enlaces sustanciales, en relación a nosotros mismos, nuestro
pasado, nuestro futuro, nuestros congéneres, nuestro entorno, la naturaleza, el
mundo que vamos modificando, el sentido de las cosas…
En ese contexto de descubrimiento
nos sentimos vulnerables. Nuestras identidades se despiertan frente a los demás
y nuestro ego cae en la tentación de asumirse en forma desproporcionada. Por
miedo o por obligación, por sobrevaloración o indefinición, vamos
construyéndonos máscaras. Insustanciales roles que interpretamos como
definitorios, inconsistentes apariencias que ejercitamos según las pautas
aprendidas como instrumento de integración dentro de una sociedad que tantas
veces contribuye a aumentar nuestro desconcierto natural ante la incertidumbre
que dibujan nuestros miedos.
La noción de nuestra propia caducidad
va resaltando entre la telaraña de construcciones intelectuales que vamos
tendiendo como red de salvación a medida que maduramos nuestra experiencia y
lejos de dar por cierta una pretendida respuesta, presentimos que la búsqueda
constante hacia algo más certero, trascendente e incontrastable se halla allí, en nuestro
interior, esperando que nos hagamos tiempo para salir a buscarlo fuera del
teatro de representaciones que nos contiene.
No resulta entonces ser la muerte
la escena final de nuestra existencia. Resultaría ser tan solo la caída de
nuestras máscaras aparentes –ya desgastadas e inútiles- permitiendo resurgir al
fin nuestro verdadero ser renacido. No llega el final tras la bajada irreversible del telón de nuestros días. Sería más bien el retorno hacia ese
otro estadio más sutil de nuestra conciencia, donde el tiempo y el espacio no
hacen valer su lógica ni sus reglas y donde el sentido primordial de lo que aún
no comprendemos se abre allí, absoluto y permanente, para cobijarnos otra vez
dentro de su trascendencia.
Me gusta el segunda texto, está bien escrito y es tan cierto, por lo menos me sentí identificado.
ResponderEliminarEs mejor que lo que escribí.
http://eldemiurgodehurlingham.blogspot.com.ar/2012/09/este-jueves-un-relato-teatro-mascaras-y.html
Se agradece tu comentario. El primer texto nació con cierta obligatoriedad, el segundo me fue inspirado por algo que no sé -ni importa- describir.
ResponderEliminar=)
Me quedo con el primero, es la adaptación a la vida en cada situación, pura lucha por la supervivencia ajustando su forma de ser o de pensar segun requiera el guión.
ResponderEliminarUN BESITO.
Estupendo post. El primero muy practico. Saber ajustarse a las circunstancias y saber sortear los tropiezos que se van presentando, es una habilidad que no todos dominan.
ResponderEliminarApesar de todo prefiero el mensaje del segundo. quizas por verlo mas humano y sujeto a todas las tentaciones, más profundo, mejor.
Saludos cordiales.
Los dos son buenos.
ResponderEliminarPero el segundo me toca.
Donde ? quien sabe.
Un abrazo.
Todo viene a ser un juego de espejos y máscaras. Al final, nada se entiende porque todo se oculta. Y cuando no se oculta tenemos la mirada tan viciada que no podemos comprenderlo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el segundo.
Besos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl primero camaleónico hasta no saber de verdad quién es, una lástima que sucede.
ResponderEliminarEl segundo me recuerda aquello de conócete a tí misma, en ello podemos gastar la vida.
Dos reflexiones muy profundas, geniales dentro de tu estilo ansioso por bucear en la condición humana.
Aplauso y besito, convocante exquisita.
excelentes textos, Neo. Así es como es, en la vida y en los escenarios, por así decirlo.
ResponderEliminarte intuyo una cultora de la conversación y eso dan ganas de tomarse un largo café con vos.
abrazo!
Dos buenos textos. Dos ángulos de la impostura. Como siempre escritos con cuidado y correción.
ResponderEliminarUn beso
Muy buenos relatos, dos buenas reflexiones. Al final la muerte nos pone a todos en nuestro verdadero sitio. Máscara tras máscara al final olvidamos nuestro verdadero yo, fragil y sin protección; pero el de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo
Excelentes textos, como la vida misma. Son diferentes y me gustan los dos. Un beso
ResponderEliminarLos dos escenarios tienen un mismo fondo, además una idea que me interesa mucho, esa pérdida de autenticidad que sufren tantas personas, que esconden su yo para ser intérpretes de un papel impersonal que les encomienda un mundo loco.
ResponderEliminarSobre la primera, creo que vosotros, como nosotros, hemos vivido diferentes regímenes políticos: dictadura, gobiernos de diferentes partidos políticos y vemos con asombro como SIEMPRE hay determinadas personas en torno al poder y SIEMPRE hay otras sufriendo sus consecuencias.
No me extiendo, un abrazo.
yo me quedo con el primero, me pareció más sincero y comprimido, palabras simples que lo hacen hasta más digerible, y nos identificamos de la manera más sencilla, pero el segundo parecía alguna conferencia de alguna empresa que no expresa su verdadero propósito, muchas palabras de cosas que al final no entendemos, como un abogado tratando de explicar que su defendido mató a su madre porque la quería mucho y no deseaba que siga sufriendo en este miserable mundo, pero que lo complica tanto para que nadie se entere que la mató para quedarse con su fortuna, jejejeje sorry.... pero tu segundo texto me hizo recordar a mi hermano el abogado que cuando habla nadie quiere escucharlo :)
ResponderEliminarMe gustan los dos, pero me quedo con el primero, te explico, por algo que me ocurrió hace poco, el tema de la semana me ha hecho meditar largo y tendido sobre el mismo. Por diferentes circunstancias no pude participar, pero como he conocido a varias personas muy aficionadas a las máscaras, actualizaré sobre eso.
ResponderEliminarComo siempre, un placer leerte.
Buena primavera. Besitos.
Bueno vea, ud me lo hace a propósito! a mi no se me cae una idea y ud sube dos-jueves-dos, no hay derecho!
ResponderEliminar=D
El primer tipo, una persona gris y nefasta, de esos que se acomodan según sople el viento y les da lo mismo ser traicionar, lastimar o matar si es necesario. Finalmente ni el mismo se reconoce.
Será que la muerte nos iguala y nos vuelve a nuestra esencia? Buena reflexión che.
Ud conduce, dirige, escribe y encima es creativa; todo junto y bien ... asi no valeeee! jajjaja
Besos primaverales ya
Neogéminis, me gustan los dos textos, pero en particular el segundo. Son para leer con mucha atención, porque son densos, pero me gustan así.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Hola Mónica, hice un descansito, me conecté, y menuda sorpresa me acabo de llevar. O_O
ResponderEliminarMuchas gracias por unir mi humilde reflexión a este fabuloso grupo que has conducido a la perfección, colección maravillosa de máscaras incluidas. Besitos.
Si uno no se pone en todos los angulos..no puede avistar la verdad.
ResponderEliminarA una perfecta presentación sumas dos textos que dan para reflexionar y mucho.
Te felicito por todo y te agradezco por mucho.
Besos, dobles.
Dos textos diferentes que hacen reflexionar. Quizás es más humano el segundo pero el primero me parece un síntoma claro de los tiempos que corren. La conveniencia de ajustar la propia máscara al momento y al entorno preciso, aunque eso signifique renunciar a los propios principios.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Neo.
ResponderEliminarTu primer relato me ha confirmado sentimientos que tengo cada vez con más frecuencia. Es como si el mundo a nuestro alrededor sufriera un cambio difícil de asumir. Recuerdo que una de las cosas que más me impresionaron al pasar de niña a adolescente fue descubrir la mentira. ¡Que mal llevaba los engaños de los que los niños éramos tantas veces destinatarios!
En cuanto a tu segundo relato te diré que me ha parecido intenso, muy intenso. He necesitado leerlo varias veces, rumiarlo, absorverlo...
Un fuerte abrazo, Neo. Y gracias de nuevo por tu tiempo y tu trabajo.
Lupe
Cuanto contenido en ambos títulos. Dejaste abierto un debate interminable. Excelente y solo espero que en la intimidad sepamos distinguirnos entre todos lo que somos. Hay una legión de máscaras...
ResponderEliminarSaludos Mónica y gran afitriona has sido este jueves gracias por la propuesta y la conducción
Hola Mónica!
ResponderEliminarExcelentes relatos, ambos...
El tema de las máscaras sociales es complejo e intrincado... Habrá quien las justifique, y otros que apostemos a ser transparentes, aunque eso nos depare conflictos e incomprensión...
Un beso grande!!
RoB
Los dos textos me gustaron, el primero identifica a muchas personas que viven una vida sobre el escenario usando máscaras según les cae la escena. Una hipocresía.
ResponderEliminarEl segundo es una reflexión profunda, la invitación a encontrarnos a nosotros mismos y mostrarnos así, sin máscaras ni libretos. Esto lo veo más difícil porque lleva tiempo saber quienes somos. Pero no utópico.
Un beso Moni.
En los dos relatos se ve como componente básico la vida y el como la suponemos vivir... me han gustado los dos textos muy buenos
ResponderEliminarDe la necesidad a la vulnerabilidad... y de ambas al espejismo.
ResponderEliminarTodas y cada una construidas para "vagar" por un universo que no nos reconoce y, aunque jamás dejamos de forma parte de él, nuestra percepción nos engaña y nos dice:
caminas solo.
Un abrazo
ibso
Los dos buenísimos, Neo, reflexiones sabias y profundas.
ResponderEliminarUn beso y gracias por tu convocatoria.
Las dos reflexiones me han parecido acertadas... es la realidad de navegar en este mundo que nos toca, unos se enmascaran más y otro se dan una oportunidad.
ResponderEliminarBesos!!!
Con la corección y la sensatez que te caracterizan Neo, no presentas dos texto, los dos me parecen muy buenos, pero de elegir tal vez el segundo, me coger como más cercano n el tiempo y en el espacio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los dos textos me han hecho reflexionar y no me han parecido para nada largos. El primero me ha inspirado cierta lástima por el protagonista. :/
ResponderEliminarGracias por ser tan buena anfitriona, Neo, y por esa paciencia que has tenido conmigo y mis torpezas.
Besitosssssssss.
Cambiar de forma de ser o de máscara segun sople la conveniencia. Para algunos es asi de facil.
ResponderEliminarBuenos textos.
Un abrazo y gracias por tu estupenda acogida a los relatos del jueves.