Al punto de dolerme
se estruja mi alma
-huérfana- cada día.
Me esfuerzo en encontrarte
-con lluvia de lágrimas-
hurgando en tu retrato.
Siento que tu ausencia
vence a mi memoria
haciéndote lejana.
Que tu risa y tus ojos
se esfuman entre nieblas
dejándome sin nada.
Quisiera que por siempre
-al menos en recuerdo-
quedaras preservada.
Intacta y perpetua,
vívida en detalles,
logrando restaurarte.
A veces no lo logro,
me gana el desaliento,
me siento devastada.
Quisiera que estas letras,
al menos con su duelo,
lograran conservarte.
Es tan doloroso cuando esa persona ya no está...
ResponderEliminarMi abrazo enorme.
Sin palabras... tan solo te acompaño.
ResponderEliminarUn abrazo.
conservar un dolor en un verso, es tatuarse la melancolía
ResponderEliminarsaludos
Viviremos mientras nos recuerden con versos como èste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Neo.
ResponderEliminarDuro y doloroso es a veces el camino del amor. Sobre todo, cuando ya hay que vivirlo de recuerdos.
Impactantes versos.
Un abrazo.
Maat
No importa que se desdibuje lo físico: la parte emocional se acrecienta en la misma medida.
ResponderEliminarLeerte y pensar en sólo UNO.
ResponderEliminarAy, amiga. A veces somos nosotros mismos los que partimos y volvemos... yo también echo de menos mi yo misma.
ResponderEliminarUn besito y un café.
Me pone triste leer estos versos. Tanto traté de conservar los detalles de los seres queridos, las voces, los gestos. Y a veces no pude, irremediablemente el tiempo funde imágenes. Se me estruja el corazón snifff, entiendo lo que quiere expresar con estas palabras.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo
!Un poema este bello y nostalgico a partes iguales!... cuando alguien se va definitivamente, nos queda el recuerdo, ese recuerdo que atesoramos -y que generalmente magnificamos, como por una acción de mantenimiento a perpetuidad en nuestra memoria-, una memoria que atesora mejor de lo que puede hacerlo una fotografía o una carta o cualquier otra cosa física. Nadie que haya vivido en nuestra memoria y que hayamos sentido, se va nunca, pues es parte de nosotros mismos.
ResponderEliminarMe ha encantado este poema, pese al toque nostalgico, y también los otros dos anteriores a éste, especialmente el último... muy bueno igualmente ese microrrelato tan poético del jueves
Mil besitos gordotes, Neo
Hola Moni!!
ResponderEliminarUn dolor difícil de soportar, pero a la vez tiene el don de crear cosas tan bellas como esta...
Beso grande!
RoB
Queda intacto lo mas importante, el amor que te dejo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, hay ausencias que no se pueden reemplazar y que de dejan la marca y un hueco, que sólo se puede llenar con el recuerdo.
ResponderEliminarUn beso
Salud y República
Un poema doloroso. Queda el consuelo de que cuando se va fisicamente siempre queda su presencia en nuestro recuerdo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Hola Mónica,
ResponderEliminarCreo que el dolor intenso, interno y personal, es uno de esos elementos difíciles (o imposibles) de racionalizar.. y por tanto, difíciles (o imposibles) de controlar, someter o amortiguar.. Quizás sólo podamos (con bastante esfuerzo y tiempo) aspirar a llegar a matizarlo y reconvertirlo en experiencia, motivación y recuerdo.. no para hacerlo desaparecer u olvidar, sino, al contrario, para encontrarle un lugar y una forma adecuada que nos permita integrarlo, positivamente, en nuestras vidas…
Un abrazo grande
...estas letras preservan un sentimiento y el recuerdo.
ResponderEliminarbesos solidarios
Me da tanta tristeza tu tristeza...soy un desastre para dar aliento en este tema de sentirnos huérfanos cuando ellos no están, para esto se me terminan las palabras y me quedan los sentimientos.
ResponderEliminarTe abrazo.
Tere.
No es cuestión de palabras así que mi más fuerte abrazo NeO
ResponderEliminarQue duro y difícil es fijar los recuerdos en la memoria, me estoy acordando de una entrevista de un chico que perdió la vista y dijo que lo que más le dolía era que ya no recordaba el rostro de su madre, sólo añoraba eso.
ResponderEliminarUn enorme besazo.
Me encontré leyendo ésta bella inspiracion que las ausencias y el dolor nos dejan.Un fuerte abrazo.
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