Me veo con guardapolvo blanco
corriendo al volver de la escuela
en aquellos mediodías soleados,
buscando hacer equilibrio
sobre aquel viejo cordón
de adoquines en mis juegos.
Desde aquella calle empedrada
que comencé a transitar
-muy temprano-
por los años de mi infancia
comprendí que era ese el rincón
al que llamaría ”mi suelo”.
Volando como paloma blanca
alzando los brazos en vuelo
quise uno a uno alcanzar
entre tus nubes, mis sueños.
Calle de mi tierna infancia
-con tus muros y arboledas-
desde que tengo razón
entre tus esquinas y cielo
aunque me vaya, yo estoy
retornando en mi recuerdo.
(dedicado especialmente a Cass, quien me alentó a participar
-aunque tarde- en esta emotiva convocatoria)
Te veo volar como esa paloma blanca y me alegro porque la vida es vuelo, rasante o alto... pero siempre volando, abriendo las alas a la vida, como nos enseñaron nuestros mayores, que siempre están con nosotros mostrandonos el camino!
ResponderEliminarbesos dobles, como siempre.
La calle de mi infancia fue una carretera de tierra que pasaba por delante de nuestra casita de campo (pequeña y humilde) en la que se ponía una mesa larga el 15 de agosto para todos los niños y nos servían chocolate!!!! Esa era la calle y sigue siendo la calle de mis sueños.
ResponderEliminarBesos de cuatro morros!
Paloma blanca de sueños, vuelos y juegos, recuerdos dulces y tiernos de la niñez, la inocencia, no se olvidan esos días, son los que nos animan y nos empujan. Adelante y fuerza Neo.
ResponderEliminarUn cálido abrazo.
A que se dedica la infancia? A trazar la fantasia de cada rincon recorrido,en cada vuelo rasante sustraemos parte del sustento que constituira nuestro ser en el futuro.
ResponderEliminarY el futuro llega y nosotros volvemos.
Cariñitos bien apretados amiga Moni
Me ha encantado encontrarte en tu calle, en tu jueves.
ResponderEliminarPorque has vuelto, te abrazo.
Gracias a Casss por alentarte y a ti por recoger el aliento.
ResponderEliminarDeliciosa descripción de unos momentos entrañables, fantasía a raudales y recuerdos grabados a fuego en la piel de los años.
Besos
Que bonitos recuerdos Neo.
ResponderEliminarBesos blancos
Excelentes palabras para tan bellos recuerdos. Me alegro de verte de nuevo por aqui Monica. Un beso
ResponderEliminarUn placer leertede nuevo en las convocatorias. Cuando se nombra la calle donde hemos crecido siempre hay un recuerdo especial que se nos viene de golpe a la mente y nos hace sonreir.
ResponderEliminarUn beso
Bonita tu calle, de palomas y guardapolvo blanco!
ResponderEliminarBesos Monica
Bien por la vecina oriental, chica persuasiva si las hay ...
ResponderEliminarLa calle de la infancia es inolvidable sin dudas. Esa calle también la recuerda a ud, queriendo volar con su guardapolvo blanco.
Un beso querida vecina
y es precioso lo que surgió. Además debe ser la primera calle en verso. La felicito por la fuerza.
ResponderEliminarAnoche la seguí pensando, la tortura que equivale a un exámen teológico el martes próximo me llevó pr el libro de un tal Boff, que da una espernaza bastante certera en cuanto al otro plano. Ocurrió después de que leyese tu respuesta en mi blog.
Que haya llegado hondo, lo que en primera instancia me surgió decirte me gratificó inmensamente.
Cuando perdí a mi padre a los 17 años, para mis adentros dije "ahora mi papá es sólo mío", ya no había que compartirlo con nadie más. Nunca lo sentí tan cerca como después de aquel día.
Paloma Blanca levantando el vuelo, da igual si es rasante o, como Juan Salvador Gaviota,más alto que nadie, lo importante es volar. También yo en mi niñez, hacía equilibrios sobre el cordon que dejaba una hilera de adoquines en el suelo, aunque no en mi calle, que esta era de piedras redondeadas y desiguales. Los niños de todo el mundo son muy parecidos.
ResponderEliminarMe alegro enormemente de tu participación en este jueves/sábado.
Un fuerte abrazo.
Preciosa añoranza. A mí me pasa eso. He cambiado de domicilio en muchas ocasiones, por lo menos siete u ocho, y sin embargo mi calle, mi sitio, mi lugar es el primero que tuve, en el que estuve mis primeros quince años.
ResponderEliminarBesos
Salud y República
"aunque me vaya, yo estoy
ResponderEliminarretornando en mi recuerdo"
Poco a poco, regresa el vuelo, otea el horinzonte tu mirada y esa calle que sientes desde lejos con los recuerdos pegados.
Muchos cariños para ti amiga Monica.
Me alegro de que te animaras a participar y de tu retorno al blog.
ResponderEliminarSeguiremos caminando pensando en tu calle y en nuestra calle de la infancia.
Un beso.
Gracias a Cass por alentarte a participar, me gusta mucho tu calle, quizás porque yo la más que recuerdo es la de mi niñez, ella aparece en mis sueños, y cuando vuelo a pasar por ella, es como si el tiempo no hubiese pasado tan rápido.
ResponderEliminarUn abrazo y espero seguir leyendo tus escritos. Besitos.
Yo pensé en la calle de mi infancia., pero me apreció demasiada exposición.
ResponderEliminarEs claro que se convierte en referencia. A veces mucho más que la actual.
Saludos orientales.
Querida Mónica:
ResponderEliminarAl leerte, te veo con ese guardapolvo queriendo alcanzar las nubes. Qué sería de los niños sin fantasía?
Me alegra encontrarte en este jueves sabatino.
Un abrazo.
Hermoso recuerdo, sin duda.
ResponderEliminarEs bueno recordar, pero saber que la vida sigue.
Bien escrito.
Un abrazo.
Cómo volábamos todos de niños...
ResponderEliminarBesos.
Qué hermoso es volver-aunque solo sea con el recuerdo-a la calle de nuestra niñez y vernos corretear por allí, regresando del colegio o de jugar...Queda mucho del niñ@ que fuimos en ella.
ResponderEliminarMe alegra mucho leerte en este poema lleno de ternura que llega al corazón.
Abrazos y besos Mónica.
Que hermoso poema, muy visual y emotivo.Te felicito!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues bien por Cass que te ha hecho volar, con las alas extendidas, al sol que cicatriza las heridas y el aire que seca las lágrimas y la mirada...en el horizonte, por donde todos los dias sale el sol.
ResponderEliminarUn besito querida amiga.
Muy lindo paseo!!
ResponderEliminarMe encantó tu poema, tu calle y su historia.
Saludos!
Bonito poema, bonito homenaje. Más de uno hemos vuelto a las calles de nuestra infancia este sábado, parecía inevitable, son hermosas porque viven en nuestro recuerdo.
ResponderEliminarUn beso.
Precioso recuerdo de la infancia. Es lo que queda más profundamente en nuestro interior y es muy difícil de olvidar.
ResponderEliminarUn abrazo
bueno, yo creo que la foto no es tan importante como las palabras que la describen... dicen que una imagen vale más que mil palabras... pero yo creo lo contrario... una palabra vale más que mil imagenes... el poder de la imaginación siempre es mejor. tu relato, tu calle, este jueves... o sabado... o martes... excelente! besos!
ResponderEliminarMe gusta en tu relato esa calle de infancia, con ese lugar mágico y especial. Me has hecho recordar que tuve lugares mágicos, seguramente ya perdidos por urbanizaciones y reformas.
ResponderEliminarUn abrazo muy cariñoso, Neo.
hay calles en las que no resuenan nuestros pasos si no los de nuestro corazón... me encanta verte emprendiendo vuelo otra vez : )
ResponderEliminarUn saco de besos mi niña
Hola Neo.
ResponderEliminarHay un refrán que dice: Nunca es tarde si la dicha es buena" y no te quepa duda que ha sido un acierto que Cas te alentara a participary lo hicieras. Nos has dejado unos sentidos versos, y me ha gustado especialmente el de, entre nubes, alcanzar los sueños.
Te dejo un abrazo.
Maat
Querida amiga, en mi blog tienes un regalo si lo deseas.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Amig@ querida, ven a mi blog tengo algo en las manos para Ti, Con mucho cariño.
ResponderEliminarRecibe un abrazo de Tu amiga de Venezuela.
(¯`v´¯)
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La calle donde uno ha vivido de chico puede ser lo más humilde del planeta o la más elegante del mundo, que siempre va a tener el privilegio de hacernos sentir "como en casa".
ResponderEliminarA mí también me gustaba hacer equilibrio, aunque no tenía muchas oportunidades en buenos aires; y claro, nunca faltaba uno que no entendía nada y se quejaba porque uno caminaba muy lento!
Besos!
La infancia es una hoja en blanco donde se trazan los primeros grabatos de la vida. Tu le has puesto colores y hoy, tu calle adorna como un preciado mural tus dias.
ResponderEliminarUn beso
entre adoquines seguro sembrastes recuerdos que ahora cosechas
ResponderEliminarPues sí, Neo, has acertado de pleno; la calle como primera pista de despegue. Me gustó, nos invita y condena a volar.
ResponderEliminarBikiños
Te imagino en ese equilibrio, y que bonito lo escribiste, como siempre, esas calles guardan los pasitos que iban en busca de sueños......
ResponderEliminarUn beso y un abrazo Monique!
Anny