Basado en la vida de Teresa Wilms Montt (Gracias Susana por la inspiración)
Teresa tenía un secreto. Algo impensado para una señorita “bien” de aquellos años de siglo recién iniciado, cuando el entusiasmo por la modernidad y los revolucionarios conceptos humanistas buscaban arraigarse entre los círculos jóvenes de los ambientes más progresistas de la sociedad chilena.
Teresa tenía un sueño: ser escritora, mujer libre, alma desenfadada que lograra quebrar las ataduras de los preconceptos y los esquematismos conservadores arraigados en el mundo en que sus padres insistían en anclarla.
Teresa tenía un amor. Una ocurrencia impropia para una mujercita de clase alta como era ella, cuyo único objetivo en la vida debería ser realizarse dentro del marco de un matrimonio conveniente y estable, concertado dentro del estrecho cosmos de familias selectas que enjoyaban la alta sociedad de aquellas tierras australes.
Teresa tuvo un delirio: fugarse con ese amor. A los diecisiete y contrariando la voluntad de sus padres logró levantar brevemente el vuelo entre los brazos de quien juró amarla, pero que en realidad nunca la comprendió.
Teresa luchó contra todo. Padres, sociedad, marido y un mundo que se negaba a cambiar abriéndose a la idea de las igualdades, esas por las que se entiende que ser hombre o mujer no es diferencia suficiente como para no poder concretar sueños ni para recortar libertades.
Teresa descubrió sus vuelos. Entre flujos de palabras y encuentros literarios, ella fue abriéndose paso poco a poco, haciendo versos sus ideas y poniéndole alas a su vocación revelada, ella insistió en descubrirse, en hacerse dueña de sus pasos, en bucear dentro de su rebeldía indómita.
Teresa se reflejó en otros ojos. En esos que la miraban con la inocencia de un ave recién nacida y que, como tiernas manitas, la acariciaban por dentro cada vez que la nombraban con la más íntima palabra con que se nombra a la vida: madre. Y fue en ese mismo reflejo que creyó ser eterna, etérea, fuerte, mágica…indestructible. Porque ser madre es propuesta con la que premia la vida a la mujer que engendra en su vientre –y en su alma- promesas de sueños nuevos.
Teresa se sintió completa. Entre libros, cunas, risas y delirios, entre amores y sueños, entre versos y esperanzas ella creyó ver la dicha aguardando en el recodo de esa vida joven que estrenaba intentando andar con convicción y coraje.
Teresa fue traicionada. Quien no supo amarla como su libertad requería se complotó para ahogarla, encerrarla en jaula incierta y privarla de lo más grande con lo que la había premiado la vida.
Teresa fue cercenada. Cuando por la condena de quienes no comprendieron que una mujer pudiera ser digna, plena, libre y a la vez madre, perdió -como precio a su atrevimiento- la posibilidad de ver crecer a sus hijas, de habitar su casa, de vivir su dicha.
Teresa fue liberada. Un rostro amigo logró arrebatarle al encierro y la condena, aquellos ojos increíbles, claros y serenos, que aún brillaban pese a toda la injusticia sufrida.
Teresa busco seguir adelante. Insistiendo en continuar creciendo, gritando al mundo su derecho a ser aceptada, respetada y escuchada, jamás dejó de intentar recuperar a sus hijas a quienes soñaba en cada mirada niña, en cada inocencia descubierta.
Teresa reverdeció escribiendo. Se apasionó en palabras, ideas, sueños, vislumbrando –quizás- algún día futuro en el que un mundo más justo fuese realidad para otras mujeres, para otros hombres, para sus propias hijas.
Teresa intentó rescatarse. Luchando contra la tristeza que le ganaba día a día territorio fértil a su corazón desgarrado, buscó aferrarse a la esperanza, a la vida, a la ilusión, pero sus alas -frágiles ya- se iban desplumando a medida que el tiempo pasaba y sus hijas crecían sin ella y a la distancia.
Teresa siguió sufriendo. Como herida que no cierra a pesar de insistir curarla, la soledad a la que fue condenada le iba ahogando las ganas de escribir, le aprisionaba sin piedad sus musas otrora irreverentes.
Teresa truncó sus alas. Despidiéndose de la vida que se le mostró cruel cuando más ansiaba ser feliz, en víspera de navidades buscó hallar la paz de los que se aniquilan la posibilidad de nuevos mañanas.
Nada tengo, nada dejo, nada pido.
Desnuda como nací me voy,
tan ignorante de lo que en el mundo había.
Sufrí y es el único bagaje que admite la barca que lleva al olvido.
Teresa Wilms Montt
Que epocas! donde todo era tan prohibido para señoritas de su clase, pero estoy segura que la PASION por todo lo vivido por Teresa ha sido su bandera.
ResponderEliminarMe encanto leer esta entrada Moni, sobretodo
"Nada tengo, nada dejo, nada pido.Desnuda como nací me voy,tan ignorante de lo que en el mundo había.Sufrí y es el único bagaje que admite la barca que lleva al olvido"
Me emociono esta parte final.
Un abrazo.
Tere.
De María Teresa Wilms Montt tuve ocasión de escribir hace años en una revista y verdaderamente tuvo una vida novelesca, y aunque muy corta, fructífera. Marcada por el feminismo, el compromiso progresista, la aventura, la poesía y el amor, Teresa se fue voluntariamente cuando no encontró razones para seguir en una vida de la que ya había gozado y a la que no encontraba alicientes después de la separación de sus hijas.
ResponderEliminarUna mujer extraordinaria que hoy permanece semi-olvidada.
Gracias por recordarla. Un beso.
Salud y Repùblica
Gracias Monica por hacerme llegar esta información. No sabía quien era y despu´s de leerte pensé que esta mujer h tenido una corta pero plena vida auqnue dolorosa en muchos aspectos. He leido en la wikipedia sobre ella y tambien estuvo en España, y Valle Inclan le prologó dos libros que publico con el pseduonimo de Teresa de la Crus y curiosamente dice que estuvo en Códoba donde yo vivo. ¡Fíjate quién lo iba a decir!
ResponderEliminarMe ha encantado, voy a proseguir explorado en esta mujer.
Un besazo y gracias por compartirlo.
Nunca deberíamos truncar alas.
ResponderEliminarTeresa muy seguramente hoy sonríe, desde algún lugar. Cada vez que la miramos, emprende un vuelo y se confirma en nuestras letras.
ResponderEliminarLas Gracias son siempre para Vos Querida Amiga, por este bellísimo trabajo, por tu sensibilidad y por celebrar esta Mujer con tus letras muy femeninas, tal como a ella le hubiera gustado. Hoy le damos aquella comprensión que se le negó en vida, hoy comulgamos con esa libertad que defendió, hoy Teresa Wilms Montt tiene nuestra solidaridad, aunque lamentemos que abandonara la pelea tan pronto.
Un Abrazo Enorme para Vos, con mucho cariño!
Si Mónica, vi la bella entrada en el blog de Susana, esa "cueva" de sentiminetos y encuentros, también me dolió muy adentro la vida de Teresa.
ResponderEliminarTeresa Wilms nació demasiado pronto, lo que ella quería lo que amaba, sus sueños sus letras, le fuerion negadas o escatimadas, incluso las hijas. Ahora Teresa tal vez tendría sus oportunidades como mujer libre, escritora, madre y amante. Una pena, una gran tristeza que se refleja en ese poema sin otra salida que la nada.Por lo menos nos dejó sus palabras, en ellos la tenemos.
Gracias Mónica por este sincero y doliente homenaje a Teresa y a todas las Teresas posibles. Besitooos cariñosos.
Desconocia la existencia de Teresa Wilms, al ver tu entrada he estado googleando un poco, una vida corta y dificil a la vez que fructifera como escritora y pensadora. Pero a la vez creo que decepcionante como persona, realmente solo 10 años de vida, una pena aunque hay que reconocerle su germen en la lucha por la igualdad de la mujer.
ResponderEliminarUn beso
Lo que hoy tenemos es gracias a lo que antes han luchado otras. Y no es suficiente.
ResponderEliminarUna reseña biográfica de una gran mujer, y maravillosamente contada por ti.
ResponderEliminarUn beso
NEO, tengo que confesarte que nada sabía de Teresa Wilms Montt, nada de nada, menuda inculta estoy hecha, así que inmediatamente después de leer tu entrada me he ido derechita a la wikipedia... la verdad, la vida de esta mujer me ha parecido un auténtico folletín, empezando por lo de ser encerrada en un Convento contra su voluntad por su propia familia, la escapada de después, el suicidio de uno de sus pretendientes delante de ella, el ser tomada en estados unidos como espia alemana en la segunda guerra mundial, el que judicialmente no le permitieran ver a sus hijas, su propio final suicidándose con solo 28 años... !dios santo, pobre mujer!.
ResponderEliminarLa verdad es que fue una adelantada para la época en la que vivió, no comprendida, no aceptada y no respetada... su lucha por la dignidad de las mujeres en la igualdad de derechos es digna de admiración... !lástima que su vida se truncará pronto!, de no ser así, su genio literario hubiera sido muy fructifero, eso es seguro.
Pero ella, vivió como quiso, realmente a su manera, como la canción de Sinatra.
Mil besitos enormes
se van los grandes y nos dejan su espíritu.
ResponderEliminarLa igualdad es un camino nada fácil para las mujeres y está lleno de incomprensión, desprecio, y fuerza mal aplicada contra el aparentemente débil.
querer ser libre es la aspiración más nopble que puede tener el ser humano.
Animo mujeres, ya casi lo estais consiguiendo
beso
Hay personas que nacen desubicadas en el tiempo.
ResponderEliminarBien por pronto, bien por tarde...
Ella nació pronto.
Donde el ser mujer era sinónimo de posesión, de encorsetamiento de normas establecidas...
Un alegato maravilloso has hecho, lleno de poesía, una poesía para una vida de poeta...
Vida que decidió no valía la pena ser vivida.
Aunque triste... llena de embrujo...¿como debe ser la poesia?...
Maravilloso, Mónica.
Besitos.
Que bonito relato, voy a ver que leo sobre ella, no la conocía...
ResponderEliminarBesos
Bellísimo, Mónica, me he emocionado leyéndote y me ha encantado saber un poco más sobre esta sugerente y valiente mujer...
ResponderEliminarGracias al camino que nos han abierto estas mujeres, muchas cosas hoy han cambiado, aunque aún quedan mojones que pasar.
Besotes.
Fantástico modo el tuyo de contar una vida. Parece mentira que se pueda contar tanto con tan pocas palabras.
ResponderEliminarUna vida apasionante la de Teresa que desconocía por completo, gracias por rescatarla de un modo tan bonito.
Abrazoss
Desconocia a esta mujer. Nosotras lo tenemos más fácil, sin lugar a dudas.
ResponderEliminarTe dejo muchos saludos desde Berlín.
Tampoco yo la conocía, te agradezco tú relato lleno de amor hacia una mujer que luchó por lo que más quería, y murió en el intento, una pena. Voy a leer algo de su legado.
ResponderEliminarGracias lo he vivido y sentido.
Petonets
Gracias a tí, y a esta entrada en que de manera muy especial nos vas internando en su historia, llego a conocer a esta mujer. No solo su vida difícil unida a un espíritu luchador me resultaron atrapantes, sino algunos de los escritos a los que pude acceder a través de internet. Su tristeza se refleja en su poesía, un sentir tan intenso que la llevó a decidir y elegir un final para su vida.
ResponderEliminarEs enriquecedor este intercambio en verdad, hoy me llevo una perla nueva para mi cofre de tesoros.
Gracias Neo!
Besitos al vuelo:
Gaby*
Hola, otra vez aquí, para decirte que siempre estoy porque sos una gran persona (eso siente mi corazón cuando vengo a visitarte)
ResponderEliminarque no estes visitando a los amigos como es tu costumbre me preocupa si se trata de la familia o algún problemilla de esos que nos rompen el mate en 4, Dios quiera que pase rápido si es que hay un mal trago, desde mi corazón al tuyo.
Un fuerte abrazo!
Tere.
PDtita: me gusto mucho el comentario de tu amigo RGAlmazán, me ayudo a conocer mas a esta mujer que tengo agendada para buscar mas información de ella, gracias a vos también, si no fuera por tu posteo no sabia de su PRESENCIA.
Otro abrazo y aqui estoy pá lo que gustes mandar.
Gracias por aportarme nuevos datos d epersonas a las que desconozco. Al menos, pensando en ellas haremos que no fallezcan y que su vida mereciese la pena. Una pena que sea después de las muertes cuando esto sucede.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me da que pensar en todas las mujeres que ni siquiera tuvieron la oportunidad de pensarlo por nacer en otros ambientes y carecer de todo.
Has despertado mi apetito desmedido por saber más y no sabes lo "peligroso2 que es eso, jeje.
ResponderEliminarUn fuerte beso que voy a mirar en San Google.
3Que hermosa inspiración! Que buen trabajo...también de acá me voy con la tristeza de Teresa.
ResponderEliminarAbrazos!
Qué triste, Mónic. Desconocía la existencia de Teresa Wilms. Gracias por rescatarla en tu blog. Estoy impaciente por leerla.
ResponderEliminarY en todas esas circunstancias, en todas esos claroscuros, Teresa fue ella, nada más y nada menos.
ResponderEliminarHola Moni!!
ResponderEliminarExcelente tu escrito sobre alguien hasta hoy desconocido para mi...
Un beso grande!
RoB
pareces que estas escribiendo mi vida, como si teresa fuera yo, porque creo uqe hemos sidos muchas teresas, he entendido cada palabra, cada parrafo de lo escrito, porque eso me paso, eso senti, pero ya no, ya quiero vivir, justo en esta navidad de este año, decidi vivir, por lo tanto, ya es hora, que todas las mujeres del mundo sean felices, igual que lo soy yo,
ResponderEliminargracias por tu fidelidad de todos estos años, tu amiga que te quiere, amelia
Como muchos de tus comentaristas, nada conocía sobre Teresa Wilms. Gracias por darnos la oportunidad de saber de su vida y de su obra, como mujer pasional, poeta, madre, femenina y feminista, adelantada a su tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Queria decirte, que el 19 de enero, es el cumpleaños de mi hija la mayor, y hace años, se corto la comunicación, y por eso estaba mal, cumplio 33 años, y este año la eche mucho de menos, por mucho que la llame, no cogio el telefeno, casi lo coge, y eso el dia de su cumpleaños me aplasto, quizas porque ya tengo 50 años, y porque la echo mucho de menos, ya son 16 años lejos de mi, y no la tengo, y por mucho que haga ella no quiere verme, en fin, queria aclarartelo, no era por la perdida de un ser querido, sino por mi hija, que no quiere saber nada de mi, un abrazo
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