domingo, 24 de mayo de 2009

UN CUENTO DIFERENTE






Hace ya bastante, a través de uno de mis blogs de Spaces, participé de una consigna - No quiero ser una princesa - que surgió como oposición a los estereotipos de los cuentos de hadas, príncipes y princesas por los que las niñas buenas y lindas, para salir de pobres y encontrar la felicidad, sueñan con un apuesto príncipe que las ame y proteja y las rescate de las penurias que no se merecen. Como la propuesta me resultó interesante, en su momento me sumé, e intenté escribir un cuento que saliera de esos cánones. Para no alejarme de lo que ya es un estilo (jejeje) lo reorganicé en tres capítulos que iré publicando sucesivamente.
Les dejo hoy el primero. Espero les guste.




Primera Parte: Un reino venido a menos

En el palacio de un lejano y pequeño reino que años atrás había sido rico y poderoso, habitaba un anciano rey con su único hijo.

El muchacho, habituado a la descansada vida de la realeza y a la comodidad que el padre y toda su corte se esforzaban en mantener, era muy admirado por su destreza en la cacería, su galanura en la práctica de la equitación, pero sobre todo por su refinamiento y galantería para con las damas, quienes suspiraban a más no poder por el atractivo y apuesto príncipe.

El heredero de la corona, si bien todavía lucía su juventud, ya estaba entrando en esa edad en que el rey, (ansioso por ver un nieto que le garantizase la continuidad de la estirpe) empezaba a preocuparse porque su hijo ni remotamente pensaba en casarse.

En el valle cercano al castillo, lugar que en las mejores épocas del reino se había destacado por su fertilidad y belleza, habitaba en una pequeña cabaña un pobre hortelano y su quinceañera hija.

El anciano, enfermo ya, había ido cediendo paso a los años a la vez que las malas hierbas invadían su huerto, único medio de vida de la pequeña familia. La joven, era algo delgaducha, no muy alta, de cabellos y ojos oscuros, y aunque no muy bella, estaba siempre alegre y dispuesta para ayudar a su padre en todos los quehaceres de la casa y el huerto.

Aunque no era una virtud muy valorada en esos tiempos, la ya casi mujer también amaba leer, estudiar la naturaleza, y hacer dibujos, lo más precisos posible, de todas las especies vegetales de aquellos páramos. Era, sin duda, muy rara.

Muchas tardes, para escaparse de sus rutinas hogareñas, la joven se dirigía al bosque cercano, lugar vedado por antiguas tradiciones, y allí se entretenía en recoger los más variados especímenes de hierbas y helechos que crecían bajo los árboles.

La leyenda decía que aquel bosque había sido hogar de una temida bruja, muy entendida en pociones y que hacía años había muerto en el corazón de la espesura. Se pensaba que todavía su fantasma vagaba entre las sombras de aquel lugar solitario y oscuro, por lo que nadie osaba entrar en aquella siniestra arboleda.

La pequeña hortelana, descreía de aquellas historias y disfrutar de esas tardes de quietud y contacto con la naturaleza eran su máximo placer.

A pesar del esfuerzo y la buena voluntad del viejo y su hija, desde hacía ya varios años, la plaga de una extraña y venenosa maleza estaba acabando con sus perales, ciruelos y manzanos que otrora fueran muy fructíferos (quizás haya sido ese uno de los motivos por los que la joven se empeñaba en estudiar los misterios vegetales buscando combatir aquella calamidad)

Poco entusiasmado por los intereses de su hija, el anciano hortelano estaba preocupado por el destino que le esperaba a la joven, ya que sin dote y con poca belleza era muy difícil que algún buen marido la desposara.

Así, mientras en el palacio el príncipe y su corte vivían sin grandes preocupaciones, en la vieja cabaña del huerto, los días transcurrían con mucha incertidumbre, al igual que en el resto del pueblo, que poco apoco, veía disminuir la bonanza y el bienestar de otras épocas.


(continuará)


14 comentarios:

  1. Neo, me encantan los cuentos, y éste que narras tiene los tópicos pero no del todo, más bien, no. La niña fea, estudiosa, lectora, no es la boba niñita, bonita y hacendosa ¿encontrará al bello príncipe? La ranita convertida en princesa???? Cuenta, cuenta...me encanta.

    Grácias por comentario en mi blog.
    Besitos y !salves!

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  2. Veo que en los enlaces tenemos amigos comunes. Un placer haber pasado por aqui.

    saludos!

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  3. ¿Se enamorará el príncipe de una aldeana algo adelantada a su tiempo?
    ¿Descubrirá el porqué de esa extraña plaga que debilita sus plantas?.
    ¿La acusarán de bruja por su afición a las plantas y sus propiedades?. Neo continúa que nos tienes impacientes.
    Un abrazo.
    Pepe.
    www.seyoalal.spaces.live.com

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  4. Bienaventurados quienes veis en la monarquía un cuento!
    El príncipe es típico de cuento: galante, hermoso, ducho en las armas, caza y demás zarandajas.
    La chica atípica.
    Cuando el príncipe caiga rendido a sus pies...¿le propondrá la chica crear una república y dejarse de obsoletas y encorsetadas monarquías?

    ... Y habiendo votado todos los ciudadanos (y ciudadanas, faltaría más!) fueron felices y comieron perdices, puesto que sabían que si se habían equivocado de mandatario, podrían escoger a otro mejor al cabo de 4 años.

    Tengo por ahí, en tu blog, cosas pendientes por leer!
    Corro a buscarlas!

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  5. Bueno, pues a ver que pasa con la niña estudiosa y fea. Esperamos el siguiente capitulo.

    Buen domingo, Neo

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  6. Mmmmm, prometedora historia. Aquí me quedo como un clavo pendiente hasta la continuación. :)

    Un abrazo Dominguero Moni¡¡

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  7. A ver como continua....seguro que me sorprendes.
    Petonets amiga

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  8. Gènesis: todo aquello que leo y posee una cuota de romanticismo me atrapa, aunque su final pueda ser tràgico tal vez ....pues esta primera parte ya me ha hecho comenzar a soñar, y dada mi ansiedad espero pronto la segunda!!!!! jaja
    Un besote de domingo........

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  9. Maravilloso el cuento aver como nos sigue, jeje siempre nos atrapas, un besito para ti y que termines bien este domingo nos leemos.

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  10. Hola Neo, he notado que a los personajes de tus cuentos les gusta dibujar, será que vos tenés esta habilidad?
    Creí que me iba a encontrar con una versión de Caperucita, por la foto que ilustra la entrada, pero no ... es mas una onda Cenicienta jajajaj!
    Me gustan los cuentos, quiero saber que pasa con esta chica, la bruja, la maldición y el príncipe (que espero que se comporte a la altura de las circunstancias y se quede con ella, que parece una heroína piola)
    Y me voy antes de que me saques a escobazos :)
    un beso vecina, buen domingo

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  11. Bueno, su principio ya ha sido diferente, no comienza con el clásico "había una vez".
    Quedo a las espera de su continuación.
    Un abrazo y buen domingo.

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  12. Que decir, a mi los cuentos me gustan y mucho.
    Y vos los contas de maravillas.

    Besos.

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  13. Creo que tus hijas deben haber disfrutado mucho de tu capacidad para contar historias.Claro que a veces uno se siente más cómodo escribiendo que narrando verbalmente.
    ¿Tal vez un tema para que nos cuentes en Historias de Blogs?
    Con respecto a tu cuento, y hasta allí donde llegaste...es cierto que ciertas debilidades aparentes pueden ser realmente la fuerza para el éxito.
    Tengo la certeza que esa fuerza invisible se llama inteligencia, que es toda un arma para sobrevivir.

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  14. LOs padres antes sólo se preocupaban por casar a sus hijas, como si fuese que sin un hombre, no tendrían futuro, hasta aquí me atrapo, continuo, nos vemos en el próximo episodio.

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