LA LETRA DE UNA CANCIÓN
Estaba seguro que era ella. No le quedaban dudas. Al pasar cerca y sentarse en la mesa de enfrente pudo verla bien. La hermana de la coneja!...como detestaba que la llamaran así!...se ponía furiosa! Su cara aniñada se encendía de furia y no podía disimularlo ni cuando después recibía, en compensación algún piropo bienintencionado.
Aquellos ojos tan queridos!...cómo podría olvidarlos!...profundos y desafiantes, del color del tiempo, como le gustaba a ella definirlos. Para él siempre fueron verdes, algo tristes pero hermosos…fuente de inspiración de sus primeros versos, aquellos que se mantuvieron siempre en secreto y se frustraron tanto cuando el flaco Tito se le adelantó y se abrió camino hacia su corazón.
Tantos años sin saber nada sin casi recordarla, y de pronto, un día tan gris y de lluvia…allí frente al río (que siempre le pareció mar) venir a encontrarla!
Se la ve muy bien. Todavía linda, como siempre lo fue. Menuda y movediza, inquieta y bastante insolente. Así había sido…cómo sería ahora?
Parece mucho más serena, por lo menos, controlada, ajustada y medida en cada movimiento. Se la ve muy elegante. Ropa cara, colores bien combinados…quién lo diría!
Sin embargo algo en lo profundo de su mirada es distinto…parecería que mucho de aquella luz para él tan especial ya no está…sin duda se diluyó entre las sombras de aquellos días en que debió crecer de golpe.
Da la impresión de estar casada…sí, lleva alianza…la luce en su mano como desafiante, destellando el anillo con cada ademán mesurado con los que bebe su té.
Le queda muy bien el pelo corto…le destaca ese perfil tan delicado que siempre lo enamoró. Las vueltas que da la vida!...encontrarla así, tan casualmente, tan alejados los dos de su viejo barrio, de su lugar, de su gente.
Recuerda bien la última vez que la vio. Ella pasó por enfrente de su casa, con el Tito. Los ojos llorosos, los dos sin hablarse. Iban tomados de la mano y ella parecía muy asustada. Le daba tanta pena verla así!…después, cuando el asunto se resolvió, se enteró el motivo de aquel llanto…Fue el mismo Tito quien se lo contó, como quien pretende compartir un secreto pero en realidad lo cuenta como una hazaña…pobre infeliz!...a ése, en cambio, siempre le tuvo lástima.
Los años se encargaron de mantenerlo en su lugar, ahí de donde nunca despegó: la mediocridad de los que no se animan a soñar y prefieren la seguridad de las rutinas, de la pasividad de los que se sientan a contemplar la vida desde lejos sin siquiera permitirse pensar en otra alternativa.
Él, ni de chico fue así…siempre deseó algo más, hacer realidad sus sueños de músico que encuentra en su gente la magia que otros no alcanzan a ver. Pero eso no quiere decir quedarse y no crecer. Todo lo contrario. Siempre supo que la vida sonríe a quien le sonríe, aunque a veces demore un poco…
Claro que él sabía soñar!...lo hizo siempre, lo hacía antes, lo hacía ahora. Y muchos de sus sueños de aquellos primeros años tenían una sola dueña…Y después de tanto, allí estaba. En aquella tarde especial, una parte del pasado que se esfumó… su primer amor. El más inocente, el que nunca pudo ser…
Allí estaba ella. Coincidiendo con él en esa misma nostalgia, en ese mismo aire, en esa misma lluvia. Sola. Sin saber que alguien que la había amado la estaba mirando, y que la acariciaba, en su recuerdo, con esa melancolía que brota en los días cenicientos, logrando traer otra vez al presente aquellos lejanos aromas de la adolescencia.
Mientras al fin ella se aleja de aquel bar, él se termina su café… sin arrepentirse de no haberla hablado. Pero en cambio, comienza a hilvanar en unos versos, la historia de la mujer que, otra vez se fue sin siquiera haberlo visto, una tarde cualquiera de lluvia en un rincón de Montevideo.
(Fin)
La hermana de la Coneja (letra)
En un depósito sucio, bastión de la Ciudad Vieja, la hermana de la Coneja perdió la virginidad. Testigo en la obscuridad un colchón apoliyado que quedó como estampado, con indeleble memoria, y es origen de esta historia que no sé bien si es verdad. Fue como siempre sucede: se colaron con el Tito, aquel morocho flaquito que la conquistó con mimos. Y desafiando al destino se dejó de franeleos, se alborotó el avispero. Dieciséis años es mucho cuando te da como un chucho, y la vida pide cuero. Después, cuento conocido: Que qué le vamos a hacer, que no lo podés tener, que ya conseguí la guita, un llanto, cuatro caricias, que todo va a salir bien, el fondo de un almacén, el adiós al flaco Tito y el comienzo de un periplo más hamacado que un tren. Hoy es señora de Tal, y en el Este veranea. No imagina el que la vea que era de Playa Pascual. Su camelo viene mal, bate chicos y colegio, te la trabaja de regio y anda en checo bien debute con goma en lugar de yute y sin preguntar los precios. Ahora sí que se divierte en pavada de colchón, pelo corto a la garzón y lentes con cadenita. Recurre al psicoanalista a la hermana ni la nombra pero la marca una sombra que nunca pudo esquivar, cómo la vino a quedar allá por la Ciudad Vieja: la hermana de la Coneja
(Jaime Ross)
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Hola Moni!
ResponderEliminarComo no conocía la canción el final realmente me sorprendió. Esperaba un reencuentro con "el Tito", terminase bien o mal, pero no este final.
Realmente le has hecho honor a la historia, dándole un sentido más amplio, pero sin perder su esencia.
Mis más sinceras felicitaciones!
Un beso grande!
Moni!!!,Me hiciste llorar con este final!!
ResponderEliminarEsperabas cubrir mis espectativas???...las superaste amiga!
Viste que imaginaba un reencuentro con el Tito?..me sacaste de la galera otro hombre...(y lo que èl sentia...que a veces le sucede a una mujer)..me conmoviò.-
Imagino otra trilogia con la historia de la hermana de la coneja y èl, su eterno enamorado!!!:-)
Te felicito de corazòn...no se que me pasa...pero me has conmovido muchooooo!!!
Besos con brisa de mar.-
FANTASTICO , NEO, Y SOBRE TODO ESE FINAL, ME SORPRENDIO¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarNO HAY CASO, A VOS TUS MUSAS NO TE ABANDONAN, NI DE DIA, NIDENOCHE AMIGA¡¡¡
MIS FELICITACIONES¡¡¡¡¡
UN BESO GRANDE¡¡¡¡¡¡¡¡
Miércoles Neo!! Ojalá Jaime te leyera, estaría orgulloso de inspirar semejante historia!!
ResponderEliminarNo conocía la canción, pero al leerla, despues de leer las tres partes, veo que lograste los detalles perfectos que no cabían en la misma canción.
Nuevamente, me saco el sombrero y te felicito!!
Un triple abrazo!!
Mi querida amiga, hoy he tenido que leer los tres capítulos de golpe! Pero casi me alegro porque no tuve que esperar, con lo que ello significa... :D
ResponderEliminarQué historia más...injusta???
Esos cruces que se forman en la vida. Esas coincidencias, a veces desafortunadas, que te indican el único camino a seguir, aún sin quererlo. Esa oportunidad perdida, ese amor perdido, y esa nueva vida ganada. Pero sí que tiene ojos de melancolía la historia. Toda ella.
Es la melancolía de tres ojos en tres capítulos.
Tiene como un tinte añejo y con solera esta trilogía. Podría ser una de las miles historias reales que suceden aún.
Y me ha encantado leerte!
Un besito
P
P.D. Mis disculpas. Por causas ajenas a mi deseo, el ordenador está poco tiempo a mi disposición. Espero recuperarlo pronto, aunque no sé cuánto tiempo andaré así...Lo siento mucho.
Qué puedo agregar que no hayan dicho? (parezco jurado de concurso...) Así que a repetir!!
ResponderEliminarMe quedé esperando el encuentro de de Tito y la hermana de La Coneja (que so se enoje por llamarla así, por favor, yo sólo voy de paso), hasta llegué a suponer que un beso se darían antes de un renovado "adiós"· Y bueno... no conocía la canción, por lo que no sabía el final.
Fueron tres entradas maravillosas en las que has sacado toda la magia que le inspiras a tu teclado para contarnos una -totalmente valedera- fuente de inspiración para el autor del tema. Quizás, si te leyera él, asumiría que esta es mejor que la musa original.
Bendiciones apludidas
Hola Moni!
ResponderEliminarGracias por inaugurar mi blog nuevo. De a poco voy mudando todo. Estoy pensando traer aquí también e blog de escritos personales, aunque en un formato distinto.
Una vez más, gracias por estar siempre presente.
Neogeminis:
ResponderEliminarEstoy leyendo con mucha atención "Historia en tres Partes" pues recién me incorporé a tu blog.
Prefiero hacerlo así,con
calma, para poder compenetrarme bien con tu estilo.
Ya te escribiré de nuevo
cualquier otro día, dentro de esta
agitada época prenavideña.
No me ha hecho ningún bien leerto hoy querida, y eso dice mucho y bien de tu post, hay que joderse con el otoño-invierno, frio, etc, por Dios que llegue el verano y el sol de una vez que tengo las endorfinas por los suelos.
ResponderEliminarCongratulations, perdona que no me explaye, no está mi genio en sus mejores momentos.
Besotes heladitos.
Se me pone la piel de gallina Moni!! y por qué este hombre no le habló por dios!!!, mirá si ella hubiese sabido en ese momento que alguien la amaba de la mejor manera, que alguien la había amado de verdad. Tal vez la vida entonces fuera distinta, tal vez todo cobrara sentido. Y qué real puede llegar a ser esta historia? cuántas almas habrá desencontradas por allí ?. Preciosa trilogía Moni, te felicito, además si le agregamos la canción es más emocionante todavía. Besos
ResponderEliminarTe quedó genial Mónica, es una historia real como la vida misma, cuanto recordamos a muchas personas y luego si tenemos la oportunidad de saludarlas y hablarlas nos quedamos callados y es que no cambiamos, una pena.
ResponderEliminarFelicidades, un buen trabajo.
Besos.